Marcos Llorente vuelve a Madrid después de 2 años en el Arsenal. Desde que tuvo un fuerte desengaño amoroso, no ha vuelto a creer en el amor.
Hasta que la castaña de ojos verdes se cruza en su camino y sin darse cuenta empieza a caminar descalzo po...
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- Ya puedes pasar preciosa - me dice Marcos asomando por la puerta mirándome con ojos de deseo. Cuando entro me quedo sorprendida. Ha llenado la bañera con mucha espuma y ha puesto muchas velas pequeñas por todo el cuarto de baño.
- ¡Que bonito Marcos! -me acerco a él y lo beso. Pongo mis manos en el borde de su camiseta y tiro hacia arriba para quitársela. Acaricio su abdomen muy despacio, su piel se estremece con mi contacto.
Marcos me acaricia los pechos por encima del sujetador. Lleva su mano a mi espalda y lo desabrocha. Me los toca con la yema de sus dedos haciendo que mis pezones se pongan duros. Terminamos de quitarnos la poca ropa que nos queda. Marcos entra en la bañera y se sienta. Me coge la mano y yo me meto dentro también. El agua está muy buena. Muy caliente. Me pongo entre sus piernas y apoyo mi cabeza en su pecho. Estoy total y absolutamente relajada. Marcos me acaricia mis brazos muy lentamente.
- ¿Cómo estas preciosa? - me susurra al oído
- Humm... de maravilla
- Me alegro. Oye, ¿Por qué no te quedas aquí el fin de semana?
- ¿Aquí en la bañera? Es una oferta muy tentadora...
- Tonta. Digo aquí en mi casa. El domingo jugamos en el campo del Getafe, así que no tenemos que concentrarnos. Me iré el domingo por la mañana y vendré por la noche. Así estamos juntos mañana
- Tengo que pensarlo - le digo haciéndome la interesante.
- Bueno, voy a hacértelo más interesante...
Marcos pone sus manos en mis pechos y empieza a estrujármelos muy suavemente. Sus dedos rozan mis pezones mientras besa mi cuello. Sus dientes me arañan la piel mientras jadeo del deseo. Marcos baja una de sus manos por mi abdomen llegando hasta mi clítoris. Empieza a acariciarlo con sus dedos muy, muy despacio.
- ¿Y bien abejita? ¿Te quedas?
- Si, si... lo que tú quieras - apenas puedo hablar de las sensaciones que me está produciendo. Sus dedos no dejan de moverse en mi. Me tiene de una manera que puede hacer conmigo lo que quiera.
- Yo te quiero a ti preciosa - me susurra. A estas alturas yo ya estoy abandonada a él y a sus caricias- ¿Sabes lo que te voy a hacer Maya? Ahora te vas a venir en mis dedos, y después te voy a levantar y me voy a hundir dentro de ti muy profundo hasta que ya no puedas más. Eso es lo que quiero
Jadeo fuerte. Marcos ha metido uno de sus dedos detro en mi mientras sigue acariciándome con el resto. Los mueve a placer mientras yo me retuerzo ansiosa. Me tenso y abro más mis piernas. Ya no puedo más. Me dejo llevar y arqueo todo mi cuerpo cuando me viene el orgasmo. Es tan fuerte que cuando termino me dejo caer encima suya.
- Que preciosa eres amor. Que bonita te pones cuando estas excitada - Marcos me da la vuelta y me besa. Le doy un pequeño mordisco desesperada y aprovecha y alza mi culo para hundirse en mi de una sola estocada. No puedo reprimir un grito de auténtico placer.
Marcos me mueve deprisa. Tiene sus manos en mi cintura y me baja y sube con rápidos movimientos. El agua se agita a nuestro alrededor y temo que va a salirse del vaivén de sus embestidas. Pongo mis manos a ambos lados de la bañera y me muevo a su compás. Marcos pone sus labios en mi cuello rozándome con sus dientes. Entra y sale de mi interior cada vez más rápido.
- Marcos, ya no puedo más - le digo suplicando
Sonríe y cambia el ritmo. Siento como mi interior se contrae y cómo él se tensa y juntos llegamos al orgasmo, fuerte, devastador, demasiado increíble. Como todo lo que ocurre cuando estoy con él. Me dejo caer encima suya. Marcos me abraza y va dejando pequeños besos en mi cuello. Estoy agotada. El baño caliente y él me han dejado así.
- ¿Estas bien abejita?
- De maravilla
- ¿Cena, pelí y cama?
- Si, por favor... pero no descarto saltarme la peli
- Lo que tú quieras mi amor.
Marcos me gira y me besa muy dulcemente. Nos separamos y lo miro. Acaricio su mejilla muy despacio. Lo quiero tanto dios mío, que me duele el corazón.
- Te quiero mi Maya
- Y yo a ti
- Prométeme que esto será así siempre Maya
- ¿El qué mi vida?
- Esto, tú, yo y nada más. Porque ahora mismo no necesito nada más en mi vida que no seas tú y quiero que sea así durante todo el tiempo del mundo
Apenas puedo pronunciar palabra después de lo que acaba de decirme. Marcos tiene eso. Sólo una palabra, sólo una frase y ya me tiene rendida a sus pies. Lo amo. Lo amo muchísimo y eso es lo que quiero, estar con él. No irme de su lado jamás. Que esto que tenemos sea el principio de algo bonito, algo que podamos construir para siempre. Si, sé que soy una tonta romanticona. Pero, cuando encuentras a alguien que sientes que quieres estar el resto de tu vida con él, como siento por Marcos, no necesitas más en la vida. Solo a él.
