P I S D D

Incluso aquellos con columna vertebral de acero se rinden a la dulzura

Es difícil imaginar que una persona pueda tener tanto autocontrol cuando cree que está en un sueño.

Jiang Yinghe levantó con cuidado la cabeza del Chico de Oro para quitarle la manga de las manos. Bajó lentamente al niño antes de pararse y mirar a Qin Jun.

La Chica de Jade siguió detrás de Qin Jun. Miró entre la belleza y el Patriarca con una expresión inexplicable. De repente, pensó: '¡ El Patriarca finalmente está enamorado! Sabía que nadie podría resistirse a los encantos de esta asombrosa belleza.

Pero el silencio actual era inquietante. Hizo que los corazones de las personas se agitaran antes de caer en una ilusión de casi asfixia. 

Qin Jun solo habló cuando Jiang Yinghe se retiró la manga, recuperó a Wangchen y se acercó a él.  Su voz era inusualmente ronca, "Shizun... tú, ¿no te vas?" 

Jiang Yinghe pudo escuchar una súplica oculta dentro de sus palabras que revelaba su dolor.

Solo entonces se dio cuenta de que este hombre, que siempre había sido extremadamente engreído, también tenía momentos bajos como este.

Jiang Yinghe pareció ver las siluetas de los otros dos superponerse con las suyas. Li Huanhan, que era más gentil, cuidadoso y comedido que Qin Jun, fue el primero en llenar la barra de estado ennegrecida. Debajo de la fachada moderada y gentil de Li Huanhan había suficientes celos y deseos para dejarlo inmóvil. Su corazón se estiró hasta el punto de ruptura y más allá.

Y debajo del comportamiento lindo y obediente de Chang Ye había toda una era de violencia y oscuridad. Sus victorias manchadas de sangre lo habían convertido en una persona con dos caras. Su intensidad fue suficiente para enfriar los corazones de los demás.

Jiang Yinghe se llevó un dedo a los labios. "Shh... El Chico de Oro está dormido. Vayamos a otro lugar para hablar".

Si fuera el de antes, estaría enojado con las mentiras de Qin Jun y preocupado por cómo los cultivadores fantasmas se cultivan devorando almas. Pero ahora-

Ya ha sentido las intenciones de Qin Jun y ha llegado a aceptar que algo andaba mal con su propia capacidad para corresponder. Además, era urgente discutir con él la reparación del río Styx. Después de varias rondas de ajustar su propia actitud, Jiang Yinghe no estaba muy enojado en absoluto.

No solo por sus sentimientos o su solicitud, la razón principal fue el propio carácter de Jiang Yinghe. No mostró misericordia a los cultivadores demoníacos que se oponían a él, pero no podía considerar verdaderamente al discípulo que había criado a su lado durante tanto tiempo como un enemigo.

Jiang Yinghe siempre había querido guiar a sus discípulos hacia la luz. No creía en la inevitabilidad del destino y tampoco se rendiría.

La Chica de Jade se quedó con su hermano. Después de que Jiang Yinghe retiró a Wangchen, él y Qin Jun partieron. Pasaron por cementerios desolados, manantiales llenos del aullido de fantasmas vengativos y se detuvieron en la orilla del río de la fuente de todas las reencarnaciones, el río Styx.

Podían ver el abismo en el centro que parecía dividir el cielo en dos desde su ubicación actual.

Jiang Yinghe miró fijamente durante mucho tiempo antes de hablar. "¿Huanhan y Chang Ye están en el Reino Inferior?"

Qin Jun miró el lado de su rostro visible para él. "En."

"No les digas todavía". Jiang Yinghe recordó que, de los dos, uno era impredecible debido a que estaba poseído por demonios internos y el otro era dulce por fuera y tortuoso por dentro. Quería dejar de lidiar con un lío tan complicado por ahora. "Harán un escándalo si lo saben. Déjame tener unos días de tranquilidad... Hay algo más que la luz de tu espada presente en esta herida... ¿Wanwu Canxia también se usó?"