Cap 1: Un amargo encuentro

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*Nami*

Era una mañana soleada y resplandeciente de mediados de año. Todavía se podía sentir en el ambiente, una ligera y suave ventisca que se dispersaba al menor roce. En esta parte del Nuevo Mundo, era común los repentinos cambios de clima, sin embargo esta sutil brisa era la excepción. Hasta en los días más grises y nublados permanecía cautivando a todos aquellos amantes de los pequeños detalles, como un recordatorio de esperanza.

Los sombreros de paja se encontraban en una isla cerca al Red line para abastecerse de suministros. Llegar a la siguiente isla iba a tardar por lo menos dos semanas, y con un capitán tan hambriento y desesperado como Luffy, debían tener la suficiente comida para durar en todo el viaje. Apenas lograron desembarcar en el puerto del pueblo principal, la tripulación se alistó lo más pronto posible para explorarla. Todos, excepto Nami, formaron grupos para recorrer la isla, ya sea para comprar o pasear, como solían hacer habitualmente. A la navegante le hubiese encantado ir a comprar nuevas prendas y  recorrer la plaza sin preocupación alguna, pero sabía que le tocaba vigilar al Sunny. Después de todo, la banda tenía recompensas altas por sus cabezas y aunque pueda parecer poco probable que atacasen, no podían darse el lujo de relajarse. 

Nami suspiró para sí misma, acomodándose el log pose en su muñeca mientras se sentaba en la cubierta del barco. ¿Desde cuándo supo que quería aventurarse al mar para cumplir su más grande sueño? Con tan solo pensarlo, a su mente se avecinaba todo un torbellino de intensas emociones: tristeza, frustración, enojo, impotencia... felicidad. Se sintió tan feliz en ese entonces por lo ocurrido en su tierra natal. Su actual estilo de vida era algo que simple y llanamente no se lo hubiera imaginado nunca. La vida entre piratas era divertida y emocionante, además de hacer sentir que su corazón se sintiera tan cálido con la compañía de sus nakamas; después de todo eran como su familia.

Levantó la mirada hacia arriba para encontrarse con cientos de nubes dispersas por todo el inmenso cielo. Y es que es sorprendente cuán pequeños podemos sentirnos a comparación con todo el mundo.  Al fin y al cabo, todo sigue girando con o sin uno dentro. Las personas cambian, los amores se desvanecen y la vida no se detiene para nadie. 

Amor... no, no podía pensar en ello de esa manera, debía darse tiemp—

De repente, un ruido extraño alertó a la navegante, quién se vio obligada a interrumpir abruptamente sus pensamientos, yendo enseguida a ver lo que sucede. Al mirar por los alrededores, Nami no fue capaz de ver nada fuera de lo común. Al no ver ninguna anormalidad, estuvo apunto de bajarse del barco a inspeccionar, cuando rápidamente se detuvo y pensó que a lo mejor eso era lo que querían que hiciera. Sujetó con ambos manos su clima tact y se lo llevó al pecho mientras trataba de tranquilizar, en un intento inútil, los latidos de su corazón. Ella no tenía la menor idea de lo que podría pasar: rufianes altamente fuertes, un cazador de recompensas sumamente hábil o la marina misma. Por más que haya mejorado su estilo de pelea, ¿estaría al nivel de su enemigo? O es que tendría que usar el denden-mushi y pedir apoyo. 

Todas las respuestas a sus preguntas serían resueltas cuando cierto hombre se situara justo frente a Nami sin ni una sola arma para usarla en su contra. Las pocas palabras que dijo fue suficiente para dejar a la joven consternada.

Hubiera preferido que le disparasen ahí mismo.


Lo que yo elijo (SanjixNami fanfic)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant