▌OO | PROLOGUE

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SECRET

  La cabeza gacha junto a ambos brazos sobre el banco en aquel salón de clases prácticamente envuelto en penumbras: esa era la postura de los casi treinta alumnos pertenecientes a la clase A de tercer año de la preparatoria en ese momento

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  La cabeza gacha junto a ambos brazos sobre el banco en aquel salón de clases prácticamente envuelto en penumbras: esa era la postura de los casi treinta alumnos pertenecientes a la clase A de tercer año de la preparatoria en ese momento. Todos eran conscientes de lo que había pasado, pero los detalles del suceso eran totalmente desconocidos.

  El estruendoso choque de la puerta corrediza contra su tope provocó que los estudiantes dieran un pequeño respingo, y que el profesor tutor de aquella clase quitase su analítica mirada de los veintinueve estudiantes y la posara en el responsable de aquel ruidoso golpe. El maestro se levantó de su silla, y dio una corta reverencia hacia el agente federal que en esos momentos se encontraba de pie en el marco de la entrada al salón de clases.

  —Buenos días, agente Hotchner —saluda el profesor en cuanto alzó su cabeza, y miró a sus estudiantes con una mirada penetrante para que estos copiaran su acción. Los veintinueve estudiantes se levantaron rápidamente de sus lugares, casi como robots y siguieron los pasos de su profesor titular: una pequeña reverencia y un saludo hacia el policía.

  —Buenos días, jóvenes —para ser un agente federal en momentos de ejercer su labor, llevaba una vestimenta no del todo formal. Cuando su profesor les dijo que un agente iría al salón, ellos se lo imaginaron con un traje de policía, o tal vez un terno formal. Y en el caso de que fuese una adulta -para los más soñadores o soñadoras- con una falda tubo tal vez. Sin embargo, llevaba una camisa blanca con el primer botón desabrochado, una chaqueta de cuerina café, unos pantalones negros algo holgados y unos zapatos de igual forma negros, junto a su negro cabello perfectamente peinado con una partidura en el costado derecho, por lo que su cabello caía hacia el otro lado. No iba formal, pero sí bien vestido.

  Sus zapatos hicieron eco en cuanto dio un par de pasos firmes adentrándose al salón de clases, tamborileando con sus dedos aquella carpeta azul que llevaba en sus manos. Desde su perfil izquierdo que mostraba a los alumnos, podía darles una perfecta vista del arma que llevaba gracias a un cinturón amarrado a su cintura. Algunos tragaron en seco en cuanto lo vieron, y otros simplemente lo ignoraron. En cuanto Hotchner quedó al centro de la clase, giró su cuerpo en dirección a los adolescentes, analizándolos a todos con sus intensos ojos negros, que eran perfectos para intimidar a los criminales y hacerlos confesar.

  —Pueden tomar asiento, no se preocupen —a diferencia de lo que él se imaginó, todos se sentaron de forma tranquila y calmada, sin tener mucho apuro en realidad. Se permitió dejar la carpeta que llevaba en sus manos sobre el escritorio del profesor y recargó su peso en el mismo, dejando sus dos manos a sus costados para mantenerse. Antes de volver a hablar en dirección a los estudiantes, se volvió hacia el profesor—. ¿Me podría dejar a solas con sus niños un momento?

  El tutor asiente suavemente antes de tomar sus cosas con algo de cautela y bajo la atenta mirada del agente. Vuelve a dar una pequeña reverencia y toma rumbo fuera del salón, casi arrastrando sus pies. No cierra la puerta por completo debido a la política de la escuela que brindaba seguridad a los estudiantes antes que cualquier otra cosa, por lo que de hecho, el profesor ni siquiera tendría que haber dejado a sus estudiantes -quienes eran la mayoría menores de edad aún- solos con el oficial.

  —No me gusta ser el portador de malas noticias, aunque creo que todos ya están enterados de lo ocurrido —los estudiantes volvieron a su posición anterior, con sus cabezas levemente agachadas y mirando en dirección a sus bancos, algunos nerviosos, otros preocupados, y otros que ni siquiera estaban enterados de lo que ocurría al estar encerrados en su propia burbuja.

  Sin embargo, a pesar de ser uno de los mejores agentes federales de todo Japón, no logró darse cuenta, ya que fue un solo segundo, pero dos de los estudiantes compartieron una extraña mirada antes de copiar a sus compañeros y agachar la cabeza. Un pequeño sollozo femenino se escuchó en el silencio del salón de clases, llamando la atención tanto del agente federal como del resto de sus compañeros.

  Esta debe ser la chica, pensó él, notando su cabello castaño oscuro a la altura de los hombros de la fémina. Dedujo entonces que el sollozo provenía de Mafuyu Mei, la pareja de la víctima. Fue entonces que siguió hablando, para así informar también a quienes no sabían qué estaba pasando.

  —Desde la tarde del Viernes, su compañero Asano Gakushū está desaparecido.

Wujuju, bueno, esta fue como la pequeña introducción a lo que se viene, que realmente espero que les guste

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Wujuju, bueno, esta fue como la pequeña introducción a lo que se viene, que realmente espero que les guste. Probablemente ajá, sea todo un poquito obvio pero descubrir toda la historia, tanto los antecedentes como las consecuencias es lo divertido, supongo, jeje.

Ya conocemos el nombre de la prota. Mafuyu Mei (y no, no es hermanita de Sato, lamentablemente. Momento troste) quien aparentemente es la pololi de nuestro tóxico Asano ah nqkdndkr

Bueno, le voy a dedicar esto y la historia en general a la bella wizipizi (no me deja tagearte, bruh) quien es mi pana, ajá, y fue mi motivación para publicar esto. La personita que siempre me dice "VO DALE QUE YO TE APAÑO" así que me la van a seguir altoque porque es lo más.

¡Espero que les vaya gustando! Y no se me aburran altiro po:( ah nskdndknd

SECRET || akabane karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora