𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 61

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–Lo haré –sonrió tomando mi otra mano para entrelazar nuestros dedos.

–Hablo en serio Styles, no sonrías así –que me enamoro, pensé y me sonrojé al instante al darme cuenta.

–¿Así como? –sus ojitos se achinaron y sus hoyuelos se marcaron aún más.

–Así...–tragué saliva sintiéndome torpe de repente.

Odiaba cuando los nervios llegaban sin razón al estar con Harry. No pasaba muy seguido, pero cuando lo hacía, me tomaba mucho esfuerzo poder controlarlo.

Me miró unos segundos, en silencio, y soltó nuestras manos mientras subía una para volver a tomarme de la mejilla suavemente mientras se acercaba. Vi como alternaba la vista desde mis labios a mis ojos. Estaba muy nervioso, no sabía qué hacer.

–Harry...–tragué saliva viendo como acercaba su rostro al mío. Podía sentir su respiración mezclándose con la mía, y no podía despegar la mirada de sus ojos. Comenzó a jugar con la punta de nuestras narices, haciéndolas rozar y sonrió, dejando a la vista sus lindos hoyuelos. Acarició mi mejilla con su pulgar y antes de que pudiera decir algo más juntó nuestros labios, de manera dulce y suave.

No tardé en corresponderle, y sin pensarlo lo tomé de la cintura lentamente, acercándolo más a mí de manera ya familiar. Él pasó sus brazos por mi cuello y sentí su sonrisa bajo mis labios, cosa que me hizo sonreír a mí. Fue un beso tierno y lindo, mejor de lo que alguna vez habría imaginado.
Nos separamos un poco para tomar aire y juntamos nuestras frentes. No quería abrir los ojos, temía que si lo hacía, Harry desapareciera.

–Lou –su voz ronca me erizó la piel, sintiendo nuevamente sus manos en mis mejillas–. Abre los ojos.

–Aún no –negué sonriendo. Podía sentir su respiración cerca de mí, y me sentía extrañamente feliz.

–¿Por qué no? –rozó nuestros labios de manera suave e inconscientemente apreté el agarre a su cintura.

–Porque temo que te alejes si lo hago –tragué saliva sintiendo de repente mis mejillas calientes.

Tenía miedo de que Harry se hubiera arrepentido de besarme y esto cambiara todo. Si, era un jodido cobarde, pero no quería perderlo. Además, no podía creer lo que había pasado.

–Louis –soltó una pequeña risa para después dar un corto beso en mi labio inferior y volver a alejarse–. Si quisiera alejarme, ya lo hubiera hecho...mírame.

Abrí los ojos lentamente, encontrándome con sus brillantes ojos verdes. Tenía una sonrisa que hacía resaltar sus hoyuelos y sin poder evitarlo subí una mano para acariciar su mejilla.

–Me gustan tus hoyuelos –pensé en voz alta y me arrepentí enseguida. No tenía filtro cuando se trataba de Harry.

–A mi me gustan tus ojos –respondió con sus mejillas sonrojadas.

–Si supieras todas las cosas que me gustan de ti no acabaría nunca –le dije con una sonrisa.

Harry sonrió y se escondió en mi cuello. Pasé mis brazos por su espalda fundiéndonos en un abrazo que ninguno quería romper.

–Vamos Hazza, ya es hora –susurré contra su cabello. Ninguno se había movido.

–Está bien –contestó aún desde mi cuello. Pasaron unos segundos antes de que se separara–. No quiero irme.

–Tampoco quiero que te vayas, créeme –tomé su mano y la acaricié–. Pero son solo cinco días, y antes de que te des cuenta ya estarás de vuelta.

–¡Harry! –el grito de Anne desde afuera nos sobresaltó un poco, y Harry hizo un puchero.

–Bien, tengo que irme –dijo para volver a abrazarme. Lo apreté contra mí con fuerza. Estaba tan acostumbrado a verlo todos los días, que estar lejos de él cinco días se me haría eterno. Harry se separó y me dio una sonrisa–. Adiós.

Antes de que saliera de mi cuarto tomé su mano y tras recibir una mirada confusa por su parte, lo acerqué a mí con una pequeña risa. Lo tomé de las mejillas volviendo a unir nuestros labios, dando por hecho que sus besos serían mi nueva adicción.

–Vamos –dije al separarnos.

Tomé su mano y lo arrastré escaleras abajo conmigo. Al llegar a la puerta vi a mi madre charlando amigablemente con Anne en el patio. Ambas se habían llevado de maravilla desde que se conocieron, y eso me hacía feliz.

–Háblame cuando llegues, ¿si? –hablé acomodando el cabello de su frente–. Y por favor Harry, abrígate.

–Lo haré Lou –rió dejando a la vista sus lindos hoyuelos. Se acercó a besar mi mejilla y se separó con una sonrisa.

–Hablo en serio, no quiero que te enfermes –hice un puchero y me acerqué a besar la punta de su nariz.

Salimos afuera para encontrarnos con ambas madres riendo. Anne, al verme, abrió sus brazos y sin pensarlo dos veces me acerqué a ella para abrazarla.

–¡Louis, cariño! –saludó apoyada en mi hombro. De reojo pude ver como Harry se despedía de mi madre con otro abrazo–. Estás muy guapo.

–Anne, nos vimos hace dos días –reí sintiendo arder mis mejillas. Que la madre del chico que te gusta dijese eso frente a él y tu madre no era muy conveniente.

–Mamá, deja en paz a Louis –Harry llegó a mi lado rozando nuestros brazos con una sonrisa.

–Si, lo siento –rió para volver con mi madre y despedirse de ella.

–Nos vemos en cinco días –miré al chico frente a mí y sonreí al ver su pequeño puchero–. Cuídate Hazza.

–Adiós Lou –se acercó para darnos un último abrazo. Antes de separarnos por completo besé su frente, sin importar la presencia de ambas mujeres.

Tras despedirme de Anne ambos se subieron al auto y partieron calle abajo. Dejándonos a mi madre y a mí aún en el mismo sitio.

–Está bien Lou, volverán pronto –me consoló mamá con una sonrisa.

–Lo sé...–asentí viendo el auto cada vez más lejos.

Un nudo de instaló en mi estómago y respiré profundamente para intentar calmarme. Solo eran cinco días, podía con eso.

–Sé lo que te puede subir el ánimo –habló mamá mientras caminábamos de vuelta a casa. La miré levantando una ceja mientras ella pasaba un brazo por mi cintura–. Grease y chocolate caliente.

–Dios, eres maravillosa –pasé un brazo por sus hombros mientras entrábamos en la casa–. No sé qué hice para merecerte.

–Lo sé, soy estupenda –rió soltando el agarre y caminó hasta la cocina–. Tú busca la película, yo haré el chocolate.

–¡Mamá! –la llamé desde la sala. Ella se asomó por la cocina y me miró–. Te amo.

–También te amo cariño –sonrió tiernamente y volvió a la cocina.


Solo cinco días.















–C.

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