Click and check;

I hate you. Get out.

El fotógrafo intentó reír, fallando al sentir dolor. 

—Y a mi me sorprende lo del rubro de las prostitutas.

—Y bueno, son mujeres con derechos igual que otros.—Ambos rieron bajito y se sonrieron al verse.—¿Estás mejor ahora?

—Todo tiene su fin.—Negó mientras balanceaba sus pies por sobre el asfalto ya frío por la escondida del sol.—Al fin hallamos el nuestro. Así que sí, estoy mejor.—Wonwoo asintió, tomando la mano de Mingyu con cuidado, respirando más tranquilo.

—¿Eso significa que nosotros tendremos nuestro comienzo?—Preguntó Mingyu con un tono travieso, cantarín. 

—Me libré de mis demonios... Creo que sí.—El menor tenía un tono de voz apacible y relajado. Se sentía calmado, luego de tantos meses de tormento. Mingyu acariciaba su mano con delicadeza, jugando con sus dedos mientras intentaba relajar e ignorar el dolor que sentía. 

—Debemos llevarte al hospital para descartar contusiones o lesiones internas.—El paramédico señaló la camilla.—Tienes el abdomen golpeado, algunos órganos se pueden ver comprometidos en ello.

—¿Cuándo te golpeó ahí?—Preguntó preocupado Wonwoo, levantando su cabeza.

—No importa ahora.—Levantaron a Mingyu con cuidado, recostándolo en la camilla de la ambulancia. El joven azabache no dudó en sentarse a un lado, apretado en el vehículo pero lo suficientemente atento al castaño como para mantenerse tranquilo.—Sólo... Descartemos más problemas.

—Eso haremos. 

Pasaron dos horas en el hospital haciendo exámenes y demás cosas variadas. Era tarde y querían descansar. Debido a esto, Mingyu y Dongyul quedaron hospitalizados en el mismo hospital por desgracia. ¿Acaso esto era una maldición para Wonwoo? Probablemente. 

Sin embargo, Joshua se quedaría con Dongyul, y Wonwoo conjunto con Kelly lo harían con Mingyu. 
Mingyu quedó internado por fractura de una costilla, mientras que Dongyul tenía una conmoción cerebral, lo que debía ser tratado con urgencia. Estaba inconsciente y estable. 

Mingyu al llegar se quedó dormido, el dolor que sentía era bastante fuerte y no sabía cómo había podido caminar un poco cuando llegó la policía. Sin embargo, ahora dormía con tranquilidad. 
Wonwoo no se levantó de su lado, hasta que Kelly se acercó hasta el azabache. 

—No has comido nada, deberías tomar algo, ir al baño y comer.—Dijo en un susurro, palpando el hombro del chico menor que miraba a Mingyu perdidamente. Estaba pensando demasiadas cosas como para resumirlas en un sólo concepto. 

—Me quedaré aquí hasta que despierte...—Susurró mientras un bostezo era cubierto por su mano.

—Wonwoo, tienes tiempo hasta que pase la noche. Yo me quedaré con él. Por favor.—Kelly lo observó con un puchero, logrando que desistiera.

—Sólo iré a comer, nada más. 

—Perfecto entonces. 

Luego de dar instrucciones y de muchísima insistencia de la chica, el modelo amateur salió de la habitación del castaño. 
Caminó por varios pasillos antes de llegar a la cafetería que por fortuna estaba a punto de cerrar. Pidió un chocolate caliente, puesto que hacía frío, y un sandwich pequeño. Lo pagó y dejó pasar a la señora detrás suyo.

Cuando se dio vuelta, para verla, notó que era alguien que conocía.

—¿Señora Choi?—Dijo confundido Wonwoo.

—¡Won! Hijo mío.—Rió la mujer luego de recibir unas papas fritas y un café.—Sabía que te encontraría aquí.

—Señora Choi, yo...

—No digas nada. Sé que mi hijo será siempre el responsable de todo.—Negó la mujer, tomando el hombro del menor a su lado. Su mirada parecía perdida.—Pero sigue siendo mi hijo. Cometí demasiados errores con él que ahora recaen en su vida profesional.—La mujer mayor suspiró pesado y detuvo sus pasos con tacones que resonaban en aquellos pasillos blancos; de paredes completamente inmaculadas.—Así que, lo lamento mucho. Te dejé un cheque con Joshua. Para pagar los daños en tu casa, y potenciar tu proyecto. Sé que te entusiasma la moda. 

—Señora Choi.

—No, Wonie. Sé que debimos parar las cosas, como madre, como empresaria, como todo.—La mujer tomó la mejilla del azabache, sonriendo con completa sinceridad.—Debo pagar un poco lo que ya no puedo solucionar directamente. 

—Es demasiado...

—Nunca podré pagarte lo que te quitamos, así qué, no me molesta si lo tomas o lo dejas. Sólo sé sabio con lo que quieras a partir de ahora. Y cuídate.—La mujer dejó un beso en la frente del chiquillo, sonriendo.—Fuiste casi como un hijo más para mi. Mándale saludos a tu madre de mi parte. Nos vemos.

La señora no dejó más argumentos para Wonwoo. Siempre fue así, amable, un poco atormentada con su ex esposo, y con una sonrisa que no ocultaba miedo, e irradiaba esperanza. El joven Jeon directamente miró la comida entre sus manos; y suspiró para volver a la habitación de Mingyu. 

Al llegar Kelly lo miró.

—Al fin, ya me habías asustado.

—Sí, me encontré con la mamá de Dongyul.—Suspiró pesado mientras abría su sandwich.

—¿¡Esa bruja!?—Wonwoo puso un dedo sobre sus labios al escucharla casi gritar, era un hospital y en primer lugar su amigo estaba durmiendo. 

—Es una buena mujer, siempre cuidó de mi pese a los errores de Dongyul.—Dio un mordisco a su sandwich y suspiró pesado saboreando la comida. Recién se dio cuenta del hambre que sentía.—Además, era como una madre para mi. Siempre me apoyó en mis proyectos y cosas. Ahora me dejó un cheque con Joshua para mi emprendimiento de moda. 

—¿Qué suegra tenías y por qué no era una bruja?—El modelo rió bajito y limpió sus labios con la servilleta que traía.—Todos mis suegros han sido brujos o gente seria. 

—Te sorprenderías todo lo que hizo por mi. La quiero mucho a la señora Choi, y mi madre con ella se conocen de años atrás, ambas salieron de la universidad el mismo año.—Kelly abrió los ojos sorprendida.—El mundo es un pañuelo.

Luego de una plática relajada, Kelly se quedó dormida en un asiento lejos de la camilla de Mingyu. Al contrario de Wonwoo, se quedó varios minutos bebiendo de su chocolate hasta que lo terminó, y con el relajo del silencio y sus pensamientos retumbando; se quedó dormido a los pies de la cama. 

Por primera vez; irónicamente, durmió en paz.

Sabiendo que estaría a salvo a partir de ahora.