"You're not weak"

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Envuelto en su manta de Winnie Pooh, gimoteaba una mata de cabellos grises, con los ojos rojos y los labios fruncidos evitando soltar quejidos lastimeros

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Envuelto en su manta de Winnie Pooh, gimoteaba una mata de cabellos grises, con los ojos rojos y los labios fruncidos evitando soltar quejidos lastimeros.
Metiéndose ocasionalmente gomitas a la boca -habia acabado varios paquetes ya- para tratar de relajarse/llorar con más ganas.

Quién lo viera no creería que hace tres horas estaba lleno de energía y felicidad cantando temas de Queen mientras lavaba los platos.

Su mejilla ardía por la forma en la que desesperadamente trataba de secar las constantes lágrimas que no querían parar de salir.

No quería llorar, porque su madre siempre le había dicho: No puedes llorar si no te han hecho daño.

Abrazando a uno de los peluches de búho que el pelinegro y el habían comprado -Keiji tenía el otro, que hacía juego con el suyo mismo- se revolvió en su cama cerrando los ojos con fuerza.

El solo hecho de estar llorando lo hacia tener más ganas de llorar.
Porque el líquido que salía de sus ojos solo le comprobaba lo débil que era, se sentía inútil.

Y sabía que llorar estaba bien, pero solo cuando tenías motivos, ¿no?

¿Era acaso, el temor a no ser suficiente y su odio hacia sí mismo, buenos motivos?

Todo parecía marchar bien pero en realidad, sus días siempre sufrían alteraciones, así como su estado de ánimo.

Bastaba un breve estímulo se su mente para plantar inseguridades y sacar a flote sus sentimientos.

Pero eso no significaba que sus sentimientos sean falsos, ¿no?

Cada punzada en su pecho dolía más que un inyección -esas de las que el médico mentía diciendo que no dolerian- eso no era mentira, ¿no?

Su madre siempre cuestionó sus emociones y decía que era un niño muy mentiroso y que le crecería la nariz al igual que Pinocho.

Pero en serio que no mentía cuando sentía que le dolía o cuando llegaba un bajón.
Realmente hacia era el.

¿Esa eso malo? ¿Nadie lo querría por eso? ¿Hasta sus gatos lo rasguñarian si es que adoptaba unos?

La puerta de su departamento se abrió sigilosamente y se ocultó debajo de su manta para evitar el contacto visual.

Inmediatamente cuando adquirió la llave de su apartamento, le dio una copia a su colocador. Confiaba en él, y aún si estaba de esta manera tan lamentable, sintió calidez al sentirlo llegar.

Pero aún así no quería preocuparla más...tenía que ocultarse.

Su Akashe no debía verlo en ese estado.

Apretando los puños, se sentía impotente de nuevo.
Se quebraba rápido y sin razón, no merecía estar al lado de Keiji.

Preocuparía a Akashe por nada.

You're not weak (BokuAka) Where stories live. Discover now