⠀⠀⠀⠀⠀𝕐a han pasado dos días desde que perdí a Volta. Sigo sin rastros de ella. No entiendo bien: ¿cómo pudo habérseme perdido? Quiero decir, Volta ha de moverse como a un kilómetro por hora, ¿a dónde se fue que no me di cuenta?
Me he quedado donde los últimos dos días, cerca del túnel-escondite de mi aliada, con la vana esperanza de reencontrarme con ella. ¿Y para qué quiero reencontrarme con ella? Porque quiero que en casa me sigan viendo con buenos ojos.
Tengo que reencontrarme con Volta. Se supone que, sin haberlo pactado ni nada, somos aliados, así que me es obligatorio dar con ella y seguir juntos. No sé si siga metida en su túnel-ratonera o si ha encontrado otro lugar para esconderse. Ya van dos días que busco ahí y no encuentro ni rastro suyo.
Mi pie malo ya no está malo. Es fascinante cómo la medicina del Capitolio me ha puesto de vuelta en el juego en tan poco tiempo. El ungüento está bien guardado en mi mochila y sigo con la media de compresión de todos modos. Nunca está de más extremar precauciones.
A la mente me ha venido una idea de qué hacer hoy: investigar el campamento de Madeja.
Realmente me llama la atención saber que está a sus anchas en medio del campo abierto y que nadie lo ha matado. Quiero decir, ¿qué tan mediocres son nuestros Profesionales este año que no han podido darle caza a este niñito? Creo que son los peores. A mi parecer, la manda liderada por Cato Hadley y Clove Kentwell ha sido la mejor de la última década. Más que nada por ellos dos: no hacías ni medio tributo aunque mezclaras a los Profesionales del 1 y del 4.
