𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 58

Depuis le début
                                    

–No...quiero decir, creo que estoy enamorado de mi mejor amigo, pero no resultó muy bien, ¿sabes? –me encogí de hombros sin pensar mucho en lo que decía–. Creo que él no siente lo mismo, así que estoy en proceso de superarlo.

–Puedo ayudarte en eso, si quieres...–sonrió y de repente lo sentí más cerca que antes. Sabía a lo que se refería, pero aún así lo miré confundido.

–¿Cómo podrías ayudarme? –pregunté y sentí sus dedos en mi mandíbula mientras él se acercaba–. Oh, ya entendí...

Chocó sus labios con los míos, y me quise ahorcar porque la imagen de Harry seguía en mi mente a pesar de estar besando a otro chico. Así que luego de unos segundos en los que Sam me besaba, apoyé mis manos en sus hombros, pensando que tal vez estar con alguien más me ayudaría a no pensar tanto en Harry.

–¿Funcionó? –preguntó al separarse para mirarme.

–Creo que si –mentí sabiendo que no podía decirle que no. Sería demasiado cruel.

–¿Quieres intentarlo de nuevo? Digo, para estar seguros –se encogió de hombros tomándome de las caderas.

–Está bien –reí y pude ver como miraba algo detrás de mí. Intenté girarme pero no me lo permitió.

–Dime algo, ¿este amigo tuyo de casualidad no es de rulos, y viene con un suéter gris? –me miró unos segundos sonriente.

–Si...¿por qué? –fruncí el ceño con ganas de girarme.

–Porque no ha quitado la mirada de nosotros desde hace bastante, y cuando te besé se le transformó el rostro –rió un segundo y se acercó para susurrarme en el oído–. ¿Quieres que le saquemos celos?

–Eso no funcionará –me crucé de brazos negando–. ¿Como sé que no estás mintiendo?

–No tendría por qué mentirte...oh, creo que viene hacia nosotros –y sin más me tomó de las mejillas y me besó. Aunque duró unos segundos porque se separó bruscamente de mí.

–Louis, nos vamos –Harry apareció a un lado de Sam tomándolo del brazo.

–¿Qué? Aún es temprano –hice un puchero y miré a Sam, quien miraba todo con una sonrisa.

–Si, nos estábamos divirtiendo –dijo riendo.

–Tú no hables –lo apuntó Harry después de soltarlo–. No quiero verte cerca de Louis.

–Vaya, Louis –me miró Sam y pude ver como guiñaba un ojo–. No sabía que tenías novio.

–Harry no es mi novio –reí mirando a ambos chicos–. Solo es un amigo.

–Vámonos Louis –Harry me tomó de la mano y me bajó del mesón para luego comenzar a caminar.

–¡Espera! –frené y corrí de vuelta a la cocina para llegar a Sam–. Gracias por la ayuda...o por el intento de ayuda.

–No es nada Louis –rió extendiendo su mano–. Dame tu teléfono.

Sin pensarlo mucho se lo di mientras él me daba el suyo, y cambiábamos números.

–Bien, Harry te está esperando –miró por detrás mío y se acercó a besar mi mejilla–. Suerte Louis.

–Adios Sam –sonreí despidiéndome de él y me giré encontrándome a Harry parado en la puerta.

Pasé por su lado para caminar afuera hasta el auto mientras veía a Harry caminar hasta mí y los chicos más atrás.

–¿Quien era él? –preguntó apenas llegó a mi lado.

–Sam –me encogí de hombros–. Se acercó a mí en la cocina.

–Hizo más que eso –frunció el ceño cruzándose de brazos–. No puedes ir besando a cada chico que conozcas.

–¿Por qué no? –lo miré unos segundos, confundido–. Puedo hacer lo que quiera, además es la primera vez.

–Si, pero no es correcto –me miró apoyándose en el auto a mi lado.

–Hasta donde sé, estoy soltero, y si un chico lindo quiere besarme, no veo el problema –sonreí y me giré hacia los chicos, quienes habían llegado.

Subimos al auto y Liam se encargó de llevar a todos a casa. Al menos nadie resultó completamente ebrio, así que estábamos en condiciones de volver a casa.
Al llegar a la mía, abrí la puerta para bajar y me asomé dentro del auto.

–Gracias por traerme Li –miré a mi amigo y después a Harry y Niall, que aún seguían en el auto–. Hasta luego chicos.

Cerré la puerta y caminé tranquilamente a mi casa, para luego entrar y subir a mi cuarto para acostarme.

Sam me había parecido muy simpático, pero aún así no había podido evitar pensar en Harry. ¿Qué se sentirá besarlo? Seguramente una de las cosas más maravillosas de todas.









–C.

QUERIDO ABUELO Où les histoires vivent. Découvrez maintenant