Le había prometido siempre estar con ella, contarle todo lo que me sucedía... jamás lastimarla.

Y había roto esas promesas en un solo parpadeo.

La esperanza era la último que se perdía, pero a la hora de cenar, cuando mis padres junto a ella se sentaban en la mesa; temía por su reacción.

Temía que esto nunca se terminara.

Era consciente de que nuestro pleito no era de conocimiento para ambos hombres, pero no eran idiotas, ellos sentían la tensión entre nosotras.

Papi hacía varios comentarios a modo de broma para alivianar el ambiente, pero ninguna de las dos se sentía capaz de corresponderle con las risas.

Mientras que papá se quedaba en silencio obsevandonos, intentando leer nuestros pensamientos con sólo una mirada.

Ninguno se atrevía a preguntar, y si bien muchos amarian que sus padres los aconsejaran en situaciones similares... Yo apreciaba que no intervinieran.

Cuando Lola se marchaba, se atrevían a preguntar, recibiendo un simple:

"Cosa nuestra, lo arreglaremos" de mi parte... pero yo misma dudaba de la veracidad de mis palabras.

Estaba cansada y no me sentía con ánimos para nada.

En la escuela y en el entrenamiento con el equipo se notaba mi bajo rendimiento, y al correr de los días me habían llamado la atención en múltiples ocasiones por andar con la cabeza entre las nubes.

No podía contarle a nadie sobre lo sucedido, ni siquiera a las amables chicas del equipo, quienes se habían acercado a mí para asegurarse de que me encontraba bien.

Quería decirles la verdad, que me sentía vacía sin el brillo de mi hermana. Que necesitaba que volviera a sonreirme y pelear por estupideces, para luego acabar acostadas en la alfombra de la sala como si nada hubiera pasado.

Pero no podía involucrar a más gente en este lío. Por respeto hacia el dolor de Lola, y también por Jaebum.

Hablar sobre el me era aún más difícil.
No sabía que decir, ni como empezar a relatar el inicio de todo.
Habían muchas cosas de por medio, y no podía andar por la vida contando mi relación con el sin esperar tragedias de por medio.

Aún era consciente de su profesión, y muy a mi pesar, estaba en constante riesgo de perder todo sólo por verse involucrado de manera sentimental con una persona que no era parte de su mundo.

Era demasiado doloroso pensar en el de esa manera, pero era innegable que también me hacía falta.

Porque lo extrañaba, incluso estando rodeada de gente; me sentía sola.

No tenía a nadie con quien hablar, no tenía a nadie que me diera ánimos y me dijera que las cosas mejorarían.

Pero incluso con ese vacío, seguía firme con la idea de que, mientras más lejos esté de él, mejor sería para todos.






Caminaba junto a mis compañeras por los pasillos del instituto, ignorando las increíbles ganas de llorar que me golpearon cual boxeador a saco de boxeo. Sintiendo un inmenso deseo de salir corriendo y esconderme ochenta metros bajo tierra hasta el siguiente milenio.

DORK || Im Jaebum || [COMPLETA]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن