La agarró, dio unos pasos hacia la puerta, para saber que no estaba ni la madre ni Florcha cerca, cerró bien la puerta del baño y se sentó en el inodoro. Se bajó los pantalones hasta los tobillos y procedió a desenrollar la bombacha de su hermana.

Una vez en su forma original, notó como otra vez, igual que la anterior, parecía ser una cola-less. Como estaba de caliente en ese momento, imaginar lo chanchita que es su hermana mayor usando ese tipo de bombachas le hacía brotar líquido pre-seminal como bestia.

Mientras tenía la cola-less en una mano, con la otra se masturbaba, y pronto acabó. En su mente, la cola de Agustina entangada, en su vista la bombacha de su hermana. Y en su mano, mucho semen tibio.

– Qué bueno….

Se levantó de allí, puso la bombacha en donde estaba, y se limpió el semen de su mano en la canilla. Había sido la mejor paja en años.

Salió del baño, habiendo descargado toda su excitación, y se dijo así mismo que ya era todo. El primer día agarró la bombacha solo por curiosidad, y el segundo porque la propia Agustina había interrumpido su masturbación sin darse cuenta. No volvería a husmear esas prendas jamás.

Luego de aquellas aventuras en el baño, el chico cumplió su promesa y no volvió a tocar las prendas de sus hermanas. Cada día que iba al baño las veía allí, pero no les daba importancia por el momento.

Uno de esos días, Martín había ido un rato al gimnasio, evidentemente adentro con la calefacción era caluroso, el chico llevaba en la cinta unos 3 km cuando se detuvo a descansar un rato.

En el gimnasio había bastante gente, y había muchas chicas. Chicas más grandes que él. Veía sus cuerpos, lo que hacían, estaba en una edad en la que trataba de curiosear los cuerpos femeninos en cuanto tuviera la mínima ocasión. Veía como llevaban tops que les apretaban las tetas, las piernas largas y trabajadas, las ajustadas calzas que marcaban colas por todos lados.. incluso a una chica se le marcaban levemente los pezoncitos en su top!

Como era de esperar, la erección no se hizo esperar, y con su short de entrenamiento se le notaba largamente.

Tuvo que volver a la cinta y dejar de pensar en chicas…

Apenas acabó el entrenamiento, cuando se iba yendo del lugar miró más colas, cuantas pudiera. Se abrigó bien y caminó hasta su casa. Durante el trayecto, recordó todas las chicas y sus calientes cuerpos, ahora la erección no se notaba por el pantalón largo que se había puesto. Apenas llegara a su casa, iría directo a bañarse y de paso, como la situación lo ameritaba, hacerse una paja en la bañera pensando en lo que había visto en el gym. Era tambien común en él masturbarse en la bañera pues era de los pocos momentos del día que estaba solo. Generalmente lo hacía pensando en compañeras del cole.

Entró apurado a la casa, fue al baño y se encontró con su hermana Florcha bañándose.

– Dale Florcha que estoy todo transpirado! –Dijo Martín, ocultando su verdadero apuro para bañarse.

Tuvo que esperar varios minutos, hasta que finalmente Florcha salió del baño, envuelta en una toalla. El chico ni le prestó atención y entró al baño.

Se quitó toda la ropa, ya con la pija erecta y preparada, estimulada por las jóvenes del gimnasio. Tiró la ropa en el rincón, y le llamó la atención otra vez.

En la ropa de Florcha, que recién acababa de ducharse, arriba de toda la ropa, había dejado la pequeña bombachita que había usado.
Blanca, Martín estaba con el pene listo y muy caliente, y dijo en voz baja:
– Prometí no agarrar las de Agus… de igual manera, solo voy a agarrar esta vez la de Florcha para ver como es, y nada más…

Tratando de no tener la conciencia sucia, recogió la cola-less de su otra hermana. Era blanca, en el frente tenía detalles transparentes… igual de pequeña que las que usa Agustina.

El chico la observó mientras se acariciaba la pija, hasta que decidió dejarla donde estaba. Antes de tirarla, la tela se dobló un poco y pudo alcanzar a ver algo extraño en la parte interior de la bombacha.

Extrañado, volvió a abrir la prenda y la dobló para ver el lado interno. En la parte delantera, tenía algunos pelitos oscuros, el chico rapidamente pensó en el vello púbico de su hermana.

Pero lo que más le extrañó, fue ver más abajo, en la parte más delgada de la cola-less, toda brillosa.

Observó más de cerca, y al parecer esa parte estaba húmeda. Tocó esa parte, y notó un líquido viscoso. Y todo pegajoso. Se acercó más aún, y sintió un olor extraño.

Enseguida notó que el olor provenía de esa humedad en la bombacha, y notó que era delicioso. Apenas se dio cuenta, cuando ya estaba a punto de acabar. Qué era todo aquello?

Martín de pronto se notó aspirando la humedad de la bombachita de su hermana Florcha. No entendía muy bien que le pasaba, pero siguió con eso, viendo como en la tela se mezclaba vello púbico con esa humedad, haciendo de todo ese ritual algo extremadamente morboso y caliente.

– Diosssssssssssssss…

Suspiraba en voz baja. A su mente le vinieron imágenes de la conchita de su hermana rozando ese espacio de tela… no pudo aguantar más, se masturbó rápido pensando en su hermana Florcha, con la bombacha en la cara, sintiendo ese olor a concha que lo mataba.

Inmediatamente el semen salpicó la bañera. Otra acabada tremenda. Suspiró de placer, y dejó la cola-less donde estaba.

Era un chico muy inexperto. Todo un novato respecto al sexo. Asique después de bañarse, antes de irse a dormir fue con la notebook a su dormitorio, y buscó en Google información.

Después de varios minutos, y varias páginas visitadas, pudo entender la situación, y qué era eso en la bombacha que tanto le había gustado!.

– Lubricación y flujo vaginal… sea lo que sea, es riquísimo! (Se lo dijo en su mente)

Borró el historial y se fue a dormir

Hermanas tangas y bombachas (Retomada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora