Capítulo 2:

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La hermana mayor, Agustina, a sus 21 años ya había tenido algunos novios, y actualmente estaba de novia. Hacía varios años que ya había experimentado el sexo por primera vez, asique tenía conocimientos en carne propia sobre el acto sexual.

Distinto al caso de Florcha, que con 19 años, si bien había tenido novio, no había llegado tan lejos con él, era un compañero de escuela de un año más alto, pero duraron poco y sólo hubo besos. A su edad era aún virgen, y casi no tenía conocimientos sexuales, sólo cosas básicas aprendidas de sus amigas.

Martín tenía una buena relación con sus hermanas, rara vez peleaban como en la mayoría de las familias. Si bien tenía buena relación con ambas, era mejor con Florcha. Agustina era la mayor, era más independiente, y pasaba menos tiempo en casa.

El sábado ya mamá estaba en casa, después del almuerzo, cuando las tres mujeres se fueron a dormir la siesta, Martín aprovechó el momento para ver sexo en Internet. No tenía muchas ocasiones sin que nadie lo pueda ver, por eso elegía éste tipo de momentos para hacerlo. Estaba en la notebook en el living de frente al pasillo donde estan las habitaciones, para que si alguien viniera, pudiera percatarse y cerrar.

Abrió varios videos de su página favorita, apenas estaba viendo el primero, ante la evidente excitación, se bajó un poco el pantalón para masturbarse.

Vió varios videos, mientras se tocaba, pensaba en ir a la cocina a buscar algun tipo de papel para acabar, cuando oyó pasos en el pasillo.

Segundos después pudo ver a su hermana Agustina caminando despertando de su siesta. El chico se maldijo y se guardó disimuladamente su pene, y cerró todas las webs indecentes.

Agustina fue a ducharse pues tenía un compromiso con su novio, sábado por la tarde seguro la pasaba con él. Su novio era unos años más grande que ella, y hacía ya bastantes meses que tenían una relación.

Martín pensó que podía ser una buena oportunidad para regresar a la notebook y terminar el asunto, pero inmediatamente se despertó su madre.

Con la desazón en su mente, y la calentura en su miembro, se dispuso a llamar a su mejor amigo Lucas para echar unos partidos al FIFA.

Mientras lo aguardaba, vio cómo su hermana Agustina se arreglaba para salir con su novio, cuando por fin se fue.

En fin, Martín estaba tirado en el sillón en una tarde aburrida de sábado, y en pocos minutos casi se duerme. Se le cerraron los ojos, entonces decidió ir al baño a ponerse agua fría en la cara para despertarse bien y recibir a su amigo.

Ingresó al baño a paso lento, abrió la canilla y con sus manos echaba agua a su cara. Tomó la toalla y se secó. Con ese movimiento, quedó mirando hacía el otro costado del baño, donde vio nuevamente la ropa de su hermana mayor que acababa de ducharse.

En ese instante se le vino a la mente la imagen del día anterior, cuando agarró esa delicada prenda femenina. En una situación normal, hubiera tratado de no darle importancia y salir de allí normalmente. Pero ese día estaba excitado por los videos que había visto y no pudo concluir, y la calentura nubla el juicio.

– Bueno Agu, vos me cortaste el momento en que iba a acabar, asique ahora me tenés que ayudar. (Martín se hablaba a sí mismo en su mente).

Se le volvió a poner dura y fue al rincón de la ropa sucia. Encontró lo que buscaba.

Debajo de una remera, junto a un corpiño, había una bombachita blanca.

Hermanas tangas y bombachas (Retomada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora