𝙂𝙃𝙊𝙎𝙏 𝙄𝙉 𝙇𝙊𝙑𝙀║𝐽𝑢𝑙𝑖𝑒 𝑎𝑛𝑑 𝑇𝒉𝑒 𝑃𝒉𝑎𝑛𝑡𝑜𝑚𝑠

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ANSIEDAD, ESO ERA LO QUE SENTÍA ÚLTIMAMENTE, el sentir el corazón latir con rapidez como si fuera a salirse del pecho, la dificultad para respirar, los temblores constantes en el cuerpo y las inmensas e incontrolables ganas de llorar.

Sufrir un ataque de pánico era la cosa más horrible que puede sucederte o al menos para Alexa, quien desde muy temprana edad sufría de esto, en ocasiones arrojaba o tiraba las cosas que se encontraban a su alrededor pero cuando eso sucedía mamá siempre estaba ahí para ayudarla, abrazandola fuertemente, acariciandole el cabello o incluso la hacía cantar para que se tranquilizara.

Aprendió a tocar la guitarra, la batería y el piano, a componer canciones e incluso a cantar en algunas ocasiones y eso era de gran ayuda para la morena, liberaba todos sus miedos e inseguridades y todo fue gracias a la música y a su madre que siempre estaban a su lado cuando más las necesitaba. Pero todo cambio cuando su madre murió, los ataques de pánico en Alexa se hicieron más frecuentes pues esta se negaba a tocar cualquier instrumento o escuchar música, llegando hasta el punto de tener que estar medicada la mayor parte del día.

Si preguntaran cual sería la palabra para describir a la chica en estos momentos sería: desastre. Bastaba con ver a Alexa Molina para saber que era un completo desastre, con su cabello corto que nisiquiera se molesta en arreglar, las grandes bolsas moradas bajo sus ojos causadas a la falta de sueño, sus ojos rojos e hinchados producidos por las muchas horas de imparable llanto, además de algunas pequeñas cortadas, rasguños y raspones causados por los golpes a paredes, las caídas y los cristales y objetos inscrutados en su piel de algun objetó que arrojaba con furia.

─Alexa─ la morena levantó la mirada de las palmas de sus manos con marcas de sus uñas y observó en silencio al hombre frente a ella ─¿Hace cuanto fue tu último ataque?

La joven desvió su mirada a un punto fijo en la pared de la habitación y permaneció en silencio. El hombre al no ver que la joven contestara volvió a preguntar.

─¿Hace cuanto fue tu último ataque, Alexa?

─Ayer─ un susurro salió de sus labios sin dejar de observar el punto fijo en la pared.

El hombre frente suyo anotó algunas cosas en una pequeña libreta que tenía entre sus manos.

─¿Has estado durmiendo bien?─ la joven negó sin quitar su vista de la pared ─¿El insomnio volvió?- la morena asintió.

El hombre soltó un suspiró y se quitó los anteojos para poder masajear el puente de su nariz.

─¿Haz tratando de sacar toda la ansiedad que acumulas? No lo se, tal vez tocando la batería─ Alexa mordió su labio inferior ─Tu padre me ha dicho que eres buena en éso─ la morena sintió un sabor metálico en su boca, había hecho sangrar su propio labio ─Podrías tocar la batería, es una buena for...

─No─ interrumpió al hombre, quien volvió a anotar algo en su libreta.

─¿Has pensado en volver a tocar?─ la joven giro su cabeza para ver al hombre.

─No y no pienso hacerlo nunca─ contestó Alexa de manera cortante y fría.

La maldita música era la culpable de todo esto y la morena no volvería a tocar un miserable instrumento en lo que le quedaba de vida... ó eso creía ella.

𝐀𝐔𝐓𝐇𝐎𝐑'𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐄:

Bueno gente, aquí les traigo el prólogo, perdón por haber tardado y una disculpa si no es lo que esperaban pero hago mi mejor intento para que les guste. Espero y lo disfruten.