—Desabrocha la camisa.—Dijo Mingyu levantándose un poco para poder mirar a Wonwoo. 

—Eh... No.—Negó Wonwoo mientras juntaba las dos partes de la camisa para evitar ver su pecho completamente descubierto. 

—¿Por qué? 

—Tengo cicatrices.—Susurró Wonwoo mirando preocupado a Mingyu. 

—¿Y qué? ¿No crees que son preciosas? Estoy seguro de que quien vea tus fotos, se dará cuenta de que es normal tener cicatrices como cualquier otro. Es normal, no es poco estético.—Mingyu se acercó hasta Wonwoo y este sólo entreabrió sus labios asustado.—Esta bien. Tomemos un descanso. 

Las personas del alrededor se relajaron y Wonwoo bajó la vista avergonzado al saber que había arruinado la fluidez de la sesión.

—Hey, está bien, ¿Sí?—Mingyu acarició su cabello al notarlo cabizbajo.—¿Podemos hablar? 

—Claro.—Mingyu llevó a Wonwoo hasta su oficina, y desde ahí todo fue un misterio para todos los demás presentes.

Kelly, la estilista y maquilladora de Wonwoo se asustó al ver como se iba con Mingyu a un lugar más apartado donde nadie tiene acceso gratis. No conseguía nada con seguirlos, pero sabía que debía estar pendiente. Mingyu era su amigo, pero no significa que deba apoyar ciertas actitudes hacia Wonwoo; conociendo algo tan profundo de él. Debía cuidarlo y saber aclarar las cosas para su amigo y para proteger a Wonwoo. 

No conseguía nada con cegarse ante su amistad

Mientras Mingyu llevaba a Wonwoo a su oficina, Wonwoo sólo sentía una presión en su pecho. Seguro sería regañado, seguro sería un error que no debía cometer. 

—Relájate. Sólo quiero saber que pasó.—Mingyu cerró detrás suyo la puerta de la oficina, y poco después un silencio se habituó en sus lugares.—¿De qué son las cicatrices? No quiero incomodarte. 

—No puedo contarte.—Susurró Wonwoo bajando la vista y tomando la camisa de tela casi traslúcida. Sus ojos se desviaron y cerraron varias veces con fuerzas. 

—Wonwoo.

Ambos se miraron, y el menor pudo ver en el más alto; una sonrisa verdadera, unos ojos comprensivos y unas manos que parecían ser inofensivas. 

—No te haré ni diré nada. Sólo necesito saber que te pasó para poder evitar hacer algo que pueda incomodarte. No quiero que te sientas mal.—Wonwoo apretó sus labios suspirando luego. 

—Yo... ¿Te conté sobre que tuve pareja hasta hace poco?—Mingyu asintió rápidamente.—Él... Él me golpeó varias veces. Tengo cicatrices de cuando me operaron porque me quitaron parte del bazo, lo cual tuvo complicaciones y debieron... Operarme varias veces.—Mingyu abrió la boca sorprendido, mientras veía como el cuerpo de Wonwoo temblaba. 

—Oh... Lo siento muchísimo.—Por un momento Mingyu se acercó a Wonwoo, para darle un abrazo. Fue casi como un impulso.—¿Puedo abrazarte? 

—¿Hablas en serio?—Wonwoo alzó su mirada, mientras una sonrisa burlesca sobresalía de aquellas comisuras.—Claro, si quieres. 

Mingyu abrazó a Wonwoo con cuidado, acariciando su nuca como si buscara no soltarlo nunca. Por alguna razón tenía la sensación de querer cuidarlo y protegerlo. 

—¿Qué más te hizo?—Preguntó cuidadosamente, separándose un poco del cuerpo tembloroso del chico, mirándolo con atención.

—Muchísimas cosas, pero eso fue el colmo. Lo denuncié luego de que unos amigos me ayudaran a hacerlo... Hay una orden de alejamiento, y esto no pasó hace mucho.—Wonwoo negó mientras sonreía de lado. 

—¿Y puedo ayudarte en algo?—Wonwoo negó con el rostro casi sombrío.

—No necesito de su ayuda, pero gracias de igualmente señor-

—Dime Mingyu.—Negó Mingyu soltando una risita.—Me contaste algo muy íntimo, prometo no decir nada, y a cambio puedo decirte algo mío para que estemos a mano. 

—¿Seguro?—Wonwoo soltó una risita y sintió su pecho llenarse de calidez nuevamente. 

—Obvio.—Mingyu asintió mirándolo.—¿Tienes alguna duda o pregunta al respecto? 

—Hm... Te conozco por tus revistas y exposiciones. ¿Por qué me elegiste a mi y no al señor Yoon?

—Jeonghan es un buen modelo, es profesional y tiene años de experiencia. Pero él me dice qué tengo que hacer, lo que tengo que usar o no. No digo que esté mal una opinión o aporte. Pero en mi techo y con mi cámara, prefiero yo elegir las cosas.—Mingyu se acercó hasta él y acarició su mejilla con delicadeza.—Tú, tienes una belleza natural que puedo explotar con lo que yo quiera. Eres hermoso y con una delicadeza que no he visto en nadie. Tienes potencial, quizá puedas superar a tu antiguo jefe. Así que sí, eres demasiado increíble. Eres como un flamenco elegante, o un cisne. 

—¿Un cisne? 

—Un cisne que nadie ha visto en la laguna.—Mingyu suspiró pesado y casi embobado. Besó su mejilla y sonrió.—Y por eso me gustas. 

Wonwoo tragó saliva con nerviosismo. Se sentía cálido, pero su corazón bombeaba tan fuerte que juraba poder romper su caja torácica o simplemente explotar sus tímpanos con el bombeo. Sus ojos se fijaron en los de su superior; y un fuerte sentimiento de querer abalanzarse hasta él se apoderó de sus piernas. 

—¿Podrías repetirlo?—Susurró Wonwoo mirándolo.

Me gustas, Wonwoo.—Mingyu rió bajo y besó su nariz esta vez.—Espero poder trabajar mucho más juntos. 

Mingyu abrió la puerta de la oficina y miró a Wonwoo.

—Relájate, toma agua y vuelve. 

El menor aún con las manos sudando y la cara completamente roja; sintió como si su alma lo abandonara. Sus piernas flaquearon mientras que su cabeza daba vueltas al mismo tiempo que las palabras martillaban su cerebro; en un intento de interiorizarlas a la fuerza. ¿Por qué? ¿Por qué le dijo eso? ¿En serio era así de especial? 

—Espero no le hayas dicho nada fuera de lugar, Min.—Suspiró Kelly al ver salir a su amigo. 

—Sólo le dije que me gustaba. Es un cisne elegante.—Kelly abrió los ojos de par en par y miró a Mingyu.

—¿Estás loco? Eso es muy poco profesional. 

—¿Ah sí? Pues que pena. Porque amo a ese chico de una forma que no entiendo.—El castaño regresó su mirada hacia la puerta de la oficina, en una búsqueda del chico elegante. 

Todos volvieron a su trabajo poco tiempo después. 

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