Assassin's creed México

Conocemos a Francisco y somos uno con la selva

En este mundo la historia no siempre es la más exacta, aun en estos tiempos modernos se han hecho descubrimientos tan grandes que cuestionan el origen mismo del hombre... Esta vez, nos enfocaremos en la historia de un ciudadano común y corriente que no estaba al tanto de su linaje... Así que en vez de hablar ¿Por qué no empezamos una sesión en el Animus?

-Carnal ¿estas seguro de querer hacer esto? Las instrucciones son muy claras con lo del efecto sangrado, no creo que sea una buena idea-... -Que sí, estoy ancioso por saber de donde viene mi familia, los apellidos raros que tengo, quiero saber muchas cosas... ¡Así que pásame los putos lentes y déjame probar esto!-... -Esta bien, pero yo estare aquí para ver como descubres que tus antepasados eran campesinos mediocres como los mios, el apellido Zaiter suena a campesino-... En ese momento mi mejor amigo y casi hermano Jeordi, me entrego las gafas ¨Animus¨, puse una muestra de ADN en el escáner y se escuchó una voz femenina y robótica a su vez:

-Iniciando secuencia del Animus, buscando datos de interés... Datos encontrados, iniciando secuencia de simulación.

México, año 1521, día 12 de febrero.

Las tropas de Hernán Cortes se dirigen a la ciudad de México Tenochtitlan, ayudados por los enemigos de los aztecas y un templario...-

En ese momento la simulación me puso en el cuerpo de alguna especie de conquistador, tenía una armadura muy diferente a la de los españoles, esta era de una especie de metal color negro, también tenía una espada (tal vez era un sable de oficial), 2 pistolas de llave de chispa (nada mal debo de admitir) y una muy genial y asombrosa capucha negra que cubría mi cabeza del calor y humedad que hacía en el camino a Tenochtitlan. El ambiente era de lo más realista, estábamos en una especie de barco pequeño, y se podían escuchar jaguares a lo lejos y la jungla era de lo más bello que había visto, todo era muy lindo hasta que una persona interrumpió esa calma.

-Francisco, ya deja ese sueño en el que estas y prepárate para el ataque a Tenochtitlan, estamos a poco de llegar... Estoy ancioso por ver esa ciudad de oro que me prometiste, las riquesas que se aproximan... el or...-... -Cortes, eres un hombre demasiado ambicioso, no puedes comparar todo el oro de este nuevo continente, con el poder del conocimiento... Con el poder de lo que estos... ¨Salvajes¨ tienen oculto, estoy ancioso por poder conocer a su gobernante-... -Lo dice el hombre que salvamos de morir ahogado en el océano, dios sabe que te habría pasado si no te ayudábamos, además si quisiera podría ordenar tu muerte-... - Ciertamente estoy en deuda contigo y tu tripulación pero no me tentaría el corazón al momento de tomar la espada y matarte... Después de todo, tu avaricia y deseo de gloria te hundirá lentamente... Mejor respetemos el trato, yo te pagare lo acordado y me dejaras hacer mis deberes en este nuevo mundo-... -Bah! Como quieras, yo en tu lugar preferiría el oro. No comprendo porque le das tanta importancia a un papel antiguo-... Aun no puedo creer lo que mis ojos veían, uno de mis antepasados le contesto a Hernán Cortes, era como estar en un sueño... Pero la curiosidad de saber de qué hablaba Francisco me perforaba la cabeza, así que decidí seguir con la sesión.

2 horas más tarde

Todo marchaba tranquilamente, Cortes trataba de sacar la verdad a Francisco en base a sus ridículas preguntas (sí que el tipo era odioso), los tlaxcaltecas (creo que eran ellos) estaban guiándonos a la gran Tenochtitlan, todo iba bien hasta que un hombre de cortes callo de un disparo de cerbatana

-Hombres quemad la selva!!!!-... -¡NO! Cortes, nadie queme la selva, eso nos causaría la muerte, solo déjenmelo a mí. Los veré al final del rio-

Salte del barquito y me adentre en la selva, camine por un pequeño rato hasta que escuche muchos ruidos, eran de un grupo escondido en la selva

-Asi que creen que pueden esconderse y atacar. No lo creo-

En ese momento, todo se torno color azul, podía sentir cada sonido de la selva, cada animal y planta que había en esa selva, era como volverse parte de la naturaleza, pude ver a varios aztecas escondidos entre las plantas...