Codigos ; Trueno [terminada]

•Capítulo 23•

Pasó una semana desde la última vez que me junte con Luna, ahora es Viernes a las 17:30 de la tarde.

Nos queremos juntar en algún lugar, pero no sabemos en dónde, porque en su casa está Ro, en mi casa puede ser, pero estoy con mi mamá que se siente re mal, capaz ahora viene mi tía a estar con ella, y no quiero molestarlas.

—bueno pero en donde entonces— dice, estábamos haciendo llamada.

—capaz que tengo un lugar— digo.

—y decime— insiste.

Estaba pensando en, Zapiola, pero no estaba seguro, en un lugar que íbamos solo con Ro y Cami, y llevarla no da, pero no se me ocurre otro lugar.

—dale bobo.

—no se igual, es un lugar que solo vamos con Ro y Camilo, es una especie de casa abandonada, que la remodelamos y casi siempre vamos.

—ahh, mira que si no, no pasa nada, entiendo que es un lugar de ustedes tres, pero si no entonces— dice mientras yo pensaba en si ir o no.

—vamos ahí, hoy los chicos no van a ir, y si ya la estoy cagando desde hace un montón de tiempo, así que esto no es nada.

—no la estas cagando.

—sí, pero bueno, vamos ahora, cambiate y te paso a buscar Lunita— digo.

—bueno, pero en el kiosko que esta a unas cuadras de acá, porque esta Ro, aunque ahora se va

—bueno dale, chauuu

—chauchis— dice y corta.

Suspiro tirandome a la cama, ya la estoy cagando más que nunca, pero ya lo hice tantas veces en un mes, que algo más es una pelotudes.

Me cambié de ropa ya que estaba con la ropa de entre casa, y una vez que agarré todo salí de mi pieza.

—ma, ahora voy a salir— digo entrando a su pieza, estaba acostada en la cama.

—bueno, anda ahora viene la tía, pero vos anda.

—igual espero a que llegue y voy.

—Mateo no hace falta.

—sí, vos te tenes que quedar en la cama, y listo— digo y después de unos minutos escucho el timbre.

Abro la puerta, era mi tía, la saludé, me quedé hablando con ella diciéndole como se sentía hasta que por fin me fui camino a la casa de Luna.

Cuando paso por el kiosko veo a Luna, y ella me saluda animandose a darme un beso corto en los labios.

—bueno vamos?— dice y yo asiento.

—no queda tan lejos— hablo mientras empezamos a caminar.

—no importa, no me voy a morir por caminar.

—ahh es verdad que te enseñaron el año pasado— la jodo y ella me empuja también jodiendo.

—ay dios Mateo la puta madre— dice riendose.

—te estas riendo de vos misma— digo riéndome y ella se ríe más.

—basta la puta madre.

Después estuvimos en todo el trayecto, hablando de boludeces hasta que llegamos.

—vení, dame la mano— digo y ella me da la mano.

—posta venís siempre acá?— dice y asiento.

Fuímos a la parte de atrás de la casa para poder entrar por la ventana.

La ayude a pasar para este lado, y entramos a la casa, pero cuando fuímos realmente me puse muy nervioso, que le solté la mano a Luna.