06: De regreso a la base

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Base militar de Albuquerque, Nuevo México 2009


Henry no se consideraba experto en manejar helicópteros, mas agradece que el que acababa de pilotar era sencillo de entender. Esto explica por qué Charles no tenía ni miedo de arriesgarse, porque confía de que saldrán ilesos. Con asignarle un helicóptero más avanzado, ya ni se atrevería a realizar sus "asombrosos" planes.

Desde el helipuerto, el general presenció el aterrizaje algo fuerte de dicho vehículo. Consecuentemente, Charles se despertó de golpe mientras que Ellie tuvo que agarrarse de la única barandilla de allí.

—Henry, ¿ya llegamos? —el mencionado le asintió para luego salir—. Ellie, todavía no salgas. Estás en un lugar con unos cuántos llevando rifles —le advirtió el de auriculares con voz típica de recién despertado.

—Sé cómo lidiar eso solo cuando es necesario —respondió Ellie asomada en la puerta abierta del helicóptero.

Charles no dijo nada al respecto y llegó a encontrarse con el general antes que Henry solo porque quería trotar tras un largo viaje. Era finales de verano y el atardecer de la base era despejado, con vientos agradables acompañado raras veces con chillidos de águilas.

—Han regresado. Gracias —expresó Hubert Galeforce con orgullo a los recién llegados.

—Ah, claro. No ha sido ninguna molestia, yo lo hice todo —le explicó Charles risueño para luego amarrar su abrigo de piloto hacia su cintura— ... jeje, es broma.

—General, ¿usted conoce el complejo "The Wall"? —interrogó Henry recordando esos sucesos que le habían pasado en menos de 48 horas—. Resultó que ayer en la tarde algunos de sus guardias me secuestraron.

—Sí, y debo reconocer que ese complejo deja mucho que desear —dijo el general con seriedad—; su personal es muy difícil de convencer. Tendría más lógica si estuviese ubicado en Rusia.

—Eso también creía —dijo el ex convicto—. Afortunadamente pude escapar y espero no querer saber más de ellos. No se moleste, pero no escapé solo. Y no es que Charles me haya ayudado en primer lugar —Henry ligeramente volteó su cabeza para guiñar su ojo a Charles, quien pudo entender a quién se refería.

—Ella vino con nosotros y nos ayudó la misión de la estación orbital del clan Toppat. General, ¿puedo? —preguntó Charles con obvia señal de que activaría sus auriculares.

Hubert asintió. Charles se había aliviado de que los pocos soldados con rifles desde lejos se iban alejando, permitiendo que él pueda comunicar a Ellie desde sus auriculares para que pueda salir sin problemas.

Una vez que Ellie y el general se hayan presentado, él la reconoció por tener unos antecedentes curiosos. Un hecho que ni Hubert sabía era que ella inició su vida criminal desde los 15 años con hurtos. Diez años de experiencia fue suficiente para ingeniar sus procedimientos para escapar de la ley, excepto que tuvo una época donde se hizo aliada de esta; fue ahí cuando Hubert supo de su existencia.

—Charles y Henry, iré a mi oficina con Ellie por una charla. ¿Podrían esperarnos por lo mucho media hora?

—No se preocupe, general —le respondió Charles quien junto con Henry los vieron alejarse.

De repente, poco antes de ingresar a uno de los edificios donde estaba la oficina, un soldado inspeccionó a Ellie de una manera algo brusca. Le revisó si tenía algún arma... ¡Aprobada! No tenía nada más allá de su teléfono celular (no es sarcasmo), y la dejó ingresar.

—Odio admitirlo, pero tenía miedo de que lo golpeara —comentó Charles desde lejos.

—Te comprendo excepto si él fuese Rupert —bromeó Henry—. Eh, mejor olvida lo que dije.


° ° °


—... Hemos asaltado una furgón de Sticksecur y más o menos mi instinto supo que teníamos los días contados. El equipo SWAT nos persiguió y cuando nos acorraló dispararon a mi ex novio. Esto desató mi furia y con "La Fuerza" los lancé en vertical por varios metros en un intento. Sé que suena extravagante pero así sucedió. Continué con el furgón hasta mañana ya que me secuestraron los guardias rusos con pañuelo y cloroformo —continuó explicando la convicta lo más detallado posible.

—No lo dudo, esos fueron tus días más duros. Has sido testigo de traiciones, juicios y divergencias. Al final fue culpa de tu jefe que resultó ser un corrupto —opinó el general tras haber escuchado los sucesos de Ellie que le habían llevado al complejo "The Wall".

Ellie solía ser una agente de operaciones especiales ajeno a la base militar actual, aunque todavía del mismo país. Sin embargo, solo duró 3 años allí... la razón más personal fue porque quería trabajar con su novio quien hubiera cumplido 34 años en enero del próximo año.

Su entonces novio murió acribillado a balazos por parte de un equipo SWAT de principiantes, a unos escasos kilómetros de la frontera de EE. UU. y Canadá.

—Sí, a mi jefe le cayeron 20 años de prisión en una cárcel de Sonora —el de mediana edad sabía sobre ese hecho mientras Ellie explicaba—. Y los siguientes 18 meses con mi antigua pareja retomamos nuestra vida criminal.

El ex jefe de Ellie fue arrestado ya que hacía tratos en secreto con otros criminales clandestinos, de manera que obtengan favores ilegales a cambio de indultos. Todo lo ocurrido tuvo a cambio el despido de Ellie (la única que se atrevió a acusarlo) y la mitad de los agentes.

—Han cometido 12 atracos, 6 de los cuales eran moderadamente peligrosos —el general verificó noticias desde su computadora para recordar con más exactitud su pasado—. Me sorprende tu valentía de contar tu vida. Tienes suerte de no haberte cambiado de identidad.

—¿De verdad va a negociar conmigo? —preguntó la pelirroja esperando que sea una broma pesada —. Henry y Charles me sugirieron unirme a su equipo, y a decir verdad estoy interesada.

—Bueno, no es común contratar a ex convictos a unirse al gobierno. El valor de los crímenes de Henry dio en total 12 millones 150 mil dólares. Y veo que tu valor no sobrepasa los 4 millones. Eres menos peor que él —dijo Hubert con los ojos enfocados a los cálculos escritos en computadora sobre los dichos valores.

—¿Eso es un sí? ¿También seré indultada? —preguntó Ellie con esperanza, a lo que el otro respondió con un «sí, pero tranquilízate».

—Voy a entregarte un documento de indulto tal como a Henry se lo he entregado. Ten en cuenta que, si vuelves a tu vida criminal, me veré obligado a despedirte de la base militar —le advirtió el general señalándola con un dedo a la futura ex-convicta.

Ese indulto estaría en sus manos en un lapso de 72 horas.

—Eso no. Usted es noble, y con mis experiencias que le conté pude aprender mi lección —dijo Ellie demostrando ser capaz de colaborar en futuras misiones con Charles y Henry.

—Recuerda Eleanor Rose —indicó lo siguiente por primera y última vez—, mezclar trabajo y amor nunca funciona y lo sabes.

—De acuerdo, general —el contrario la avisó que ya era libre de salir.

A pesar de todo, Ellie sigue siendo cordial con cualquier persona que la trate bien, por lo que le agradeció al general por esa oportunidad y consejo antes de despedirse.





Nota:

Sticksecur es una parodia de Prosegur, una empresa de servicios globales de seguridad.

Triple threat: Más grande, más largo y sin cortesWhere stories live. Discover now