17: ¡Me aceptaron!

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—Pero bueno, ¿por qué tanto gozo por aquí?— las dos nos volteamos a la voz que tenía acento español para encontrarnos con Alexandra quien venía entrando al lugar.

No respondí, sin embargo no dejé de sonreír, así que Alessia respondió.

—¡Erin fue admitida para las tres universidades de arte a las que aplicó! ¿Puedes creerlo? Mi mejor amiga es toda una genia.— aplaudió emocionada.

Alexandra elevó ambas cejas mientras asentía.

—Es asombroso, felicidades, eh.— esbozó una pequeña sonrisa.

—Gracias.— dije correspondiendo su gesto.

—Esto por supuesto merece celebración.— exclamó Alessia viéndonos a ambas. —Esta noche se sale.

—¡Esta noche se sale!— repetí emocionada. Miré a Alexandra y ni yo podía creer lo que iba a decir. —deberías venir.

Ella pareció sorprendida ante mi invitación así que lo pensó y luego respondió.

—Creo que ahí estaré.

•••

Junto con Alessia y el resto de las chicas habíamos quedado para salir a algún bar para celebrar que me habían aceptado en las universidades.

También le había contado a mamá y papá sobre las cartas, se emocionaron mucho y me felicitaron, mamá en segundos llamó a mi abuelo para hacérselo saber, y él reaccionó más que feliz.

Regresé a casa para arreglarme y cambiarme ropa (multimedia) a eso de las ocho de la noche, Andrea pasó por mí y juntas llegamos al lugar.

Al llegar, observé a Alessia, Vic y Ariana, supuse que Alexandra no vendría.

—¡Felicidades, Erin!— chilló Vic en cuanto me vio, se levantó de su asiento y vino a abrazarme. Ariana vino detrás de ella uniéndose al abrazo.

—¡Señoras tenemos a la próxima Pablo Picasso!— exclamó Ariana y no evité soltar una carcajada. Porque aunque mi estilo de pintar era diferente al de él, sin duda alguna era uno de mis artistas favoritos.

—¡Yo ya te felicité pero nunca viene mal hacerlo de nuevo!— dijo Alessia, finalmente Andrea también se unió y nos abrazamos las cinco. Al separarnos nos ubicamos en la mesa que estaban las chicas antes.

—¿No vendrá a Alexandra?— no evité preguntar, todas intercambiaron miradas.

—¿De qué me perdí? ¿Tú y Alexandra ya se llevan bien o cómo?— Andrea me miró confusa y yo me encogí de hombros, estuve a punto de responderle cuando me vi interrumpida.

—¡Sorpresa!— gritaron distintas voces que llamaron mi atención. Volteé hacia la izquierda, encontrándome con Serge quien traía un pequeño pastel en manos y una vela que tiraba chispas, pude observar detrás de él al resto de los chicos, Manu, Joshua, Álvaro, Corentin, Benjamin, Robert, Alexandra e incluso a la única amiga que había hecho en la facultad de administración; Eleanor, por último observé a Leon.

Abrí los ojos emocionada al verlos a todos, me tapé la boca sin poder creerlo, no esperaba verlos y menos así, definitivamente era una gran sorpresa.

—¡Felicidades, perra!— gritaron Vic y Ariana al unísono, vaya que las españolas eran eufóricas. Me levanté de mi asiento cuando Serge dejó el pastel en la mesa.

—¡Felicidades hermanita!— exclamó dándome un gran abrazo que correspondí enseguida. Me dio un beso en la sien, luego me soltó para que pudiera abrazar a los demás, incluyendo a mi media hermana, digamos que decir que me sentía feliz, era poco.

Finalmente el último en acercarse a felicitarme fue Leon, quién estaba con Camila al lado.

—Felicidades, he visto algunas de tus pinturas y he de decir que eres muy buena.— me sonrió amable y yo correspondí su sonrisa.

—Muchas gracias.

—No es nada, tía.— dijo. —ahora iré por un trago porque siempre es buen momento para uno o varios, realmente.— rió. Se fue sin esperar respuesta, de verdad no me equivocaba, las españolas eran todo un caso.

—Felicidades.— Leon, por fin habló. —siempre supe que tarde o temprano comenzarías a cumplir tus sueños.— murmuró y metió las manos en los bolsillos de su pantalón.

Recuerdo que cuando estábamos juntos siempre le decía lo mucho que me gustaría dejar mi antigua carrera para estudiar en Bellas Artes, luego ser una gran y reconocida pintora como mi abuelo, entonces él me decía que lo hiciera, y yo le respondía que papá no iba a aceptarlo, su respuesta siempre era un no importa, yo siempre te apoyaré.

—Gracias.— sonreí y jugué con mis dedos. —también gracias por apoyarme.— me sinceré.

Leon apretó los labios y suspiró, luego esbozó una bonita sonrisa.

—Sabes que no tienes que agradecer.

Mantuvimos el contacto visual hasta que Alessia llegó.

—¡Mira a quién tenemos aquí!— alzó la voz emocionada, puso una tablet frente su cara, y así vi el rostro alegre de Frenkie.

—¡Frenkie!— exclamé emocionada. Tomé la tablet con mis manos, le di una mirada rápida a Leon y él asintió, luego se dio la vuelta para ir hacia donde Manu y Joshua quienes se encontraban bebiendo.

—¡Felicidades, mooi!— escuché su voz igual de emocionada que la mía.

Observé al rededor para ver a todos mis amigos, charlando entre sí. Entonces no evité pensar en que así se sentía ser realmente feliz.

WE BELONG | Leon Goretzka Where stories live. Discover now