Capítulo 1: Jóvenes militares

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Este fanfic lo había hecho una vez en fanfiction, aunque con muchos arreglos, y basándome en el tipo de crossovers como "Picoro, el caudillo rebelde" y "La gran guerra de los bucaneros". Los personajes que aparecen solo pertenecen a sus respectivos personajes. Los digimons que aparecen fueron "humanizados".


En el siglo XVIII, en un mundo ficticio, vivieron tres jóvenes soldados que enfrentaron a un reino cuyo monarca tenía ansias expansionistas. Este trio estaba conformado por Sagara Sousuke con dieciocho años recién cumplidos, Matt y su hermano menor Takeru, estos últimos se hicieron amigos de Sagara en el regimiento que combatía al reino enemigo, gobernado por el despótico Apocalymon.

A pesar de ser menor, Takeru no bajaba los brazos para ser igual que su hermano mayor, que no demostraba temor en combate, a pesar de ser un poco antisocial. Mientras que Sagara es huérfano desde chico por perder a sus padres en la guerra, del cual le afectó mucho y se dedicó al ejército, hasta progresar y lograr ascender a sargento.

Aunque sean cadetes, los dos hermanos admiraban el mérito de Sagara, y estaban dispuesto a ayudarle como sea, aparte de socializar con Kurz y Melissa, compañeros de armas del sargento. Pero sobre todo, Matt y Takeru querían volver a sus hogares formados como alguien en la vida.

En el cuartel, ambos hermanos entrenaban junto con Kurz, Melissa y otros, mientras que Sagara les observaba, aunque a veces no dudaba en mostrar disciplina por cualquier desacato. Hasta que el oficial al mando les dio una noticia:

-Esta noche los oficiales, incluyendo a los dos cadetes, deberán concurrir a la tertulia del gobernador.

-¿Es necesario asistir?-Pregunta el sargento.

-Claro, y también lo ordeno yo-Responde el oficial.

-Como usted ordene.

-Creo que vamos a divertirnos un poco-Dijo Kurz con tono chistoso.

-No seas estúpido-Le dice Melissa dándole un codazo.

-Igual, al menos podremos socializar con otras personas-Dice Takeru.

-Como sea, y es mejor ir bien vestidos-Dice Matt.

-Pues manos a la obra-Ordena el sargento.

Así, los oficiales y los dos cadetes, con finas casacas y algunos adornos, asistieron a la tertulia, en donde fueron bien recibidos por los personajes más importantes de la ciudad.

Al saludar a otros y la autoridad Atsonobu con Ren su secretaria, los oficiales socializan con Shinji el culto y su amigo Ono, que admiraban mucho a Sagara, se encontraron con la doncella Chidori Kaname y sus amigas Kyoto y Enna. La primera se acerca y le dice al joven sargento:

-Un gusto en conocerlo, he oído que usted nunca da la espalda en batalla.

-Así es, es mejor morir en combate que huir-Contesta.

-Igual, le invito a bailar, ya que eso quería realizar esta noche deliciosa.

-Como usted diga.

En el momento en que suena la orquesta, Sagara danza junto con Chidori, y mientras que Kurz intenta danzar con Melissa pero no lo logra, lo que provoca las risas de ambos hermanos, pero Ono lo hace con Kyoto, y Shinji con Ren, bajo el permiso de la autoridad.

Mientras sonaba la orquesta, el oficial a cargo le decía a Atsonobu:

-Aquel sargento nos ayudará de mucho enfrentar a las fuerzas enemigas.

-Ya veo, porque el sí que es un buen militar-Contesta la autoridad.

-Esos dos hermanos que son nuestros cadetes son muy buenos alumnos.

-¿Y cuándo será el ataque?

-Mañana, que disfruten de esta noche porque mañana partimos.

-Claro, que disfruten del baile.

Como era de suponerse, Sagara, los dos cadetes y sus compañeros fueron llamado al cuartel para la siguiente orden: avanzar hacia el enemigo, del cual el sargento da la orden con su gran voz para ir preparando las armas:

-Vamos, les demostraremos al enemigo lo que es estar bien preparados-Ordenaba Sagara.

Antes de partir hacia el frente, Sagara se acerca hacia Chidori y le dice su promesa:

-Saldremos a pasear cuando vuelva de combatir al enemigo, del cual juro derrotar.

-Mucha suerte-Y el oficial le besa en la mano.

Con un capitán a caballo y con espada en mano, da la orden de partir, y no podía faltar que los soldados se despiden de la autoridad, que con la presencia de Ren y otros que les daban sus ánimos.

Aventuras del sargento y los dos cadetesWhere stories live. Discover now