3: bakery.

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—jaemin, hoy te toca el turno de noche.

rodó los ojos a espalda de su jefe
pero cuando lo tuvo frente le dió una brillante sonrisa y asintió observando como su mechon azul se volvía a salir del gorro de cocinero; con sus manos lo tomó y lo escondió detrás de este.

caminó a paso lento a la cocina y comenzó a limpiar los últimos trastes que quedaban en el lavamanos; cuando terminó limpio sus propias manos bajo su delantal y empezó a desamarrarlo mientras caminaba a su casillero para guardar su uniforme.

tenía varias manchas de masa de pan
pero tal vez lo lavaría mañana, encogió los hombros abriendo el cajón donde guardaba las llaves de la casa y se dirigió hacia su bicicleta no sin antes llevar un poco de pay de manzana para jisung; su favorito.

estuvo paseando un rato por los florales pues le agradaba el aroma de las rosas, deteniéndose un poco tomó unas cuantas las guardó en su bolsillo y sin darse cuenta que se desvió del camino habitual por el que siempre manejaba y de repente se sintió perdido pues no conocía esa ruta.

—¡maldita sea! —golpeó el volante de su bicicleta y mordió su labio pensando en que ruta tomar esta vez.

—podría ser más cuidadoso, ¿por favor?
—un pequeño chico sentado en un tronco tapaba
sus orejas con sus manitas haciendo un puchero entrecerrando los ojos mirando a jaemin. su pintura casi termina arruinada por culpa de un chico.

—lo siento, no quería molestar.
—jaemin sonrió apenado, mirando a
la bella....¿criatura? si sus ojos no lo traicionaban ese chico no medía más de 1.60, sus orejas eran puntiagudas, esa ropa parecía ser hecha a base de algodón y planta, llevaba un tierno gorrito de papel puesto en sus muslos y del otro lado tenía unas pequeñas acuarelas acompañadas de pinceles; parecía estar pintando el gorrito. agudizó la vista y
en el gorro parecía tener un nombre escrito, renjun, era el nombre.

—¿renjun?

el nombrado asintió y siguió pintando su barquito
cuando terminó por hacerlo miró al rubio y sonrió
acercándose como un león a su presa; lo había encontrado.

Era real.

—soy jaemin.

tomó de su mano delicadamente y lo llevó
hacia donde estaba sentado cómodamente anteriormente.

Era real y jaemin lo quería probar.

gateó lentamente posándose sobre sus palmas
para recoger flores y plantas preciosas, regresó a los brazos del más alto y se recostó entre sus piernas.

jaemin pudo admirar las finas y delicadas
facciones del hermoso chico; sus manos repasaron desde su rostro sonrosado, sus labios regorditos, sus pestañas curvadas, y sus orejas puntiagudas.
por estas pasó sus manos varias veces hasta que el
pequeño chico alzó el rostro y besó su mejilla.

por lo que había visto, renjun era un ser cariñoso.
el viento resopló haciendo que el aroma natural de las flores y naturaleza pudiera ser más precioso que antes, miró al chico que se encontraba en sus brazos
y sintió su corazón calentarse.

se suponía que este era el chico que le gustaba
a su hermano, pero sinceramente, no le importaba
una mierda.

jaemin hizo que el delicado y frágil chico se levantara, tomó sus hombros y lo sentó frente a él para que pudieran verse los dos.

jaemin juntó sus labios en un desesperado pero intenso beso, demostrando todo lo que tenía dentro de sí mismo. renjun pudo sentir la primavera actuar dentro de jaemin y claro también dentro de él mismo. tanteando su cintura, con sus manos gigantescas comparadas a las de renjun lo acercó a su cuerpo y lentamente comenzó a recostarlo entre el pasto mientras le daba pequeños mordiscos a sus labios buscando que le diera paso a su lengua para interponerse entre ambos; cuando finalmente lo hizo quejidos casi inaudibles atacaron los oídos de jaemin.

sus manos iban a parar sobre la cintura de renjun
pero este puso su mano entre sus labios dedicándole una sonrisa traviesa.

jaemin besó su dedo completamente hipnotizado, sonriendo entre el y cuando su respiración se reguló
decidió preguntar. —¿qué eres?

renjun se levantó apoyándose de sus codos, ladeó el rostro rozando su nariz contra la del humano y se acercó a sus labios dándole a entender que iba a besarlo por lo que jaemin cerró los ojos pero el beso nunca llegó, solo una pequeña risita.

—soy el príncipe de la naturaleza,
protejo todo lo que pisa y toca jaemin.

—¿eres una especie de hada seductora? ¿atraes a los hombres para hacer que caigan rendidos a tus pies?
—bromeó chocando suavemente sus cabezas,
pegó su nariz a su cabello, lo olió y besó repetidas veces haciendo que los ojitos de renjun se cerraran con el contacto.

—yo soy lo que jaemin imagine.
—habló con un leve puchero inconsciente
que si no fuera porque renjun estaba evitando el contacto con él, lo besaría una y otra vez.

—tengo ganas de imaginar que eres mío
¿que piensas tú, príncipe? ¿te parece buena idea?
—jugueteó con el chico sacándole varias risitas, ambos siguieron robandose uno que otro besito mientras hacían coronas de flores para el otro.

el tiempo con él parecía que se iba volando, pues, se suponía que llegaría a casa a las 7:00 y ya eran las 12:00; antes que pudiera despedirse, renjun besó su frente y le pidió que le diera un beso a jisung de su parte.

por obvias razones le explicó que no podía darle un beso como se los daba a él y que jamás lo haría.
intrigado renjun lo despidió y le entregó en una de sus manos un pequeño barco de papel.

—Te ayudará a regresar a salvo a casa.



quise hacer que todos tuvieran una buena relación
pero ¿dónde quedaría el angst? 🤠
jsjsjs, descansen.💚

mystic : renjun haremWhere stories live. Discover now