Nunca fue por llamar la atención

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Si ahora volvieramos a 2016-2017 te daría una ostia en la cara para que no lo hicieras. Ves una serie y crees que es bonito, crees que por una vez no pasará nada. Te aferras a ello, piensas que será bueno, que traerá paz. O lo haces por simple desesperación. 

Escribes a una amiga y la tientas a que haga lo mismo. "No pasa nada tía, yo tambien lo hago. Pero espera a que se vayan tus padres que si te ven van a pensar que estás loca". Afortunadamente, tu amiga es más fuerte y no lo hace. Pero tú ya has caido. Y te pregunta como lo has hecho y tu respondes como si estuvieras orgullosa, aunque por dentro te sientes como la puta mierda porque sabes que lo necesitas. 

Y pasan los años y maduras. Paras. Pero nunca saliste. Y vuelve a pasar algo malo y un día te encuentras otra vez igual. Y vuelven las excusas, las mentiras. La culpa, la incosciencia. Porque una vez que empiezas no lo controlas, es como un mecanismo, es como si fueras una maldita máquina que circula sola.  Puedes controlarlo, cuando es flojo puedes hacerlo. Pero todo es una linea tan fina que en los peores días la traspasas y vuelve lo rojo. 

Y es una puta mierda. 

Mi mundo, mis reglasWhere stories live. Discover now