Click and check;

I like you~

—Oh, ya sé quien eres.—Asintió Wonwoo más relajado.—Normalmente no me notan, porque trabajo para el señor Yoon.

—Es entendible. Pero no te preocupes, notaré tu presencia siempre.—Mingyu guiñó su ojo antes de suspirar.—En fin, ¿Les parece salir a ver el cielo? Hace buena noche para ver las estrellas. 

—¡Sí!—Gritó Wonwoo, mientras asentía repetidas veces. 

—Nah, hace mucho frío. Vayan ustedes si quieren.—Dijo Hoshi negando.—Tengo que hablar cosas con usted, Yoon. 

—Claro. 

Poco tiempo después, Wonwoo y Mingyu estaban fuera, mientras la música y el ruido de fondo complementaba aquel silencio incómodo entre ambos. 

—¿Sólo trabajas para ese cretino?—Susurró Mingyu terminando su champán, sonriendo de lado.—Sólo escucho cosas malas de él. 

—No es mala persona. Y respondiendo a su pregunta, no. También diseño moda.—Negó rápidamente, con una sonrisa, casi orgulloso de su emprendimiento. 

—Vaya.—Susurró Mingyu mirando las estrellas de la noche. 

—¿Qué? 

—Pensaba que serías uno de esos secretarios cabezas huecas que no hacen más que anotar agendas de gente que finge ser famosa.—Mingyu rió negando con su cabeza. 

—Para su información, no me desestime a mi ni a ningún manager, secretario o entre otros rubros. Es patético que lo haga un don nadie que fotografía gente sin enfoque.—Wonwoo frunció el ceño y arregló su ropa.—No arruinará mi orgullo con algo tan básico como eso.

—Eres interesante. Me gustas.—Mingyu peinó su cabello, logrando el efecto contrario a ordenarlo.—¿Te gustaría modelar para mi? 

—¿Por qué debería? ¿Qué me darías a cambio? ¿Sexo oral, o no eres de ese tipo de gente?—Wonwoo con ya la vena marcada de su cuello, frunció el ceño desviando la mirada.

—Puedo promocionar una línea de moda sólo para ti. Y a cambio, modelas para mi.

—Tengo una agenda ocupada no creo que-

—Renuncia al trabajo de Jeonghan. Te daré más dinero como para sustentarte lo suficiente y florecer tu proyecto. Seguro recién egresas y te metiste a algo fácil como ser un secretario.—Dijo Mingyu tomando su copa nuevamente.—Te lo prometo. Sólo unas sesiones de fotos, y ya. No pido mucho más. 

—¿Por qué debería? 

—Porque te entrego una oferta.—Mingyu mordió su labio inferior y se inclinó, sólo un poco, a la altura de Wonwoo.—Y porque me pareces demasiado lindo.

Wonwoo se estremeció con sentir sólo su aliento siendo llevado por el viento. Su pecho se llenó de aire y cuando Mingyu volvió a su postura habitual, sólo logró liberar aquel aire. Bajó la mirada casi intimidado. 

—¿Cómo sabes que estoy recién egresado?—Susurró Wonwoo apretando su puño por inercia. 

—Eres pequeño. Menor que yo por unos tres años quizá. Y tienes cara de polluelo recién saliendo del nido de mami.—Mingyu se encogió de hombros y bostezó.—Esta fiesta es aburrida.

—¿Qué más quieres de mi?

—Tu cuerpo~

Wonwoo abrió los ojos por la sorpresa. Mingyu rió a carcajadas al notar su expresión y negó rápidamente. 

—Es broma~ Sólo juego contigo.—Mingyu suspiró y borró aquella sonrisa de su rostro. Wonwoo sólo carraspeó en signo de recomponer la postura, y sonrió nuevamente. Su dignidad por delante.—Además, tienes buena figura. Estoy seguro de que unas fotografías con algún tipo de concepto, te quedarían bien. Buena cintura, bonitas manos, pelo sano y bastante dócil. Unas facciones relajadas y gatunas, ojos calculadores y una nariz expresiva. Tus labios son finos de figura, pero voluptuosos. Tus piernas son largas y seguro bastante delgadas. Y tu cintura hace resaltar tus hombros. Me gustas. Eres perfecto. 

—¿Perfecto?—Preguntó Wonwoo curioso. 

—Perfecto para el tipo de material y trabajo que quiero.—Se encogió de hombros asintiendo convencidamente. 

—Una vez intenté participar en modelaje.

—¿Y por qué no te aceptaron?—Preguntó con curiosidad. 

—Era muy joven, y sobre todo tenía los hombros más anchos de lo que requerían. Yo... Nunca me habían descrito de esa forma. Supongo que gracias.—Rió bajo mientras su nariz se arrugaba. ¿Qué mierda estaba diciendo?

—Toma.—Una tarjeta entre dos dedos llegó hasta la vista de Wonwoo. Esta la tomó sin dudarlo. Un número de teléfono, una dirección y un nombre bastante bonito y elegante en una fuente de color negro y letras bastante cursivas pero legibles. 

—Oh, gracias. 

—Nos vemos, querido modelo Wonwoo. Cuídate y me llamas cuando renuncies al trabajo de Jeonghan.—Mingyu tomó la copa y un poco sediento fue por más. 

Pese que no quería admitirlo o demostrarlo, estaba nervioso por si aceptaba o no. Necesitaba material. Necesitaba vender algo que gustara. Algo que pudiera representar algo que valiera la pena. 

Mingyu no podía hundirse por sus exigencias. Y quizá Hoshi tenía razón. Era ridículamente meticuloso en cuanto a exigencias en sus modelos. Después de todo, no eran robots, eran personas con claros defectos.

Y esta vez, no cometería aquel asqueroso error con Wonwoo.

Porque algo tenía, que sencillamente llamaba su atención como para continuar con su arte. 

Jeon Wonwoo quedó repitiéndose en su cabeza una y otra vez.