× Historia YuuMika ×
Mamá, papá... No lo entiendo...
¿Por qué me odian?
¿Por qué dicen que ya no soy su hijo?
¿Por qué dicen que les doy asco?
Sigo siendo yo, su hijo, Mikaela
¿Por qué no pueden ser capaces de aceptarme tal & cómo soy?
Sólo es un t...
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Era de mañana, como cada día, el rubio se preparaba para ir a la escuela, después de vestirse con el uniforme que usaba cada día, tomó su celular & su mochila, bajando al comedor, dónde su madre preparaba el desayuno.
Se sentó en el comedor en silencio, junto a su padre, el cuál leía las noticias en su pequeño aparato, eso era usual en él.
——Buenos días, cariño ——soltó la pelirosa, que le daba la espalda a ambos rubios mientras cocinaba.
——Buenos días, mamá ——contestó sonriendo ligeramente—— como siempre, me asustaste ——rascó su nuca con vergüenza.
——Una madre lo sabe todo ——dijo colocando el plato con el alimento frente al ojiazul para después acariciar su cabeza, seguido de un beso en su dorados cabellos.
——Krul, deberías dejar de consentir tanto a Mikaela ——soltó de la nada el mayor, dejando su aparato de lado.
——No puedo, siempre será mi bebé ——sonrió volviendo a realizar aquella acción que hizo que las mejillas del más bajito de pintaran de un color rojizo.
—— ¡Mamá! ¡Ya no soy un bebé! ——gritó intentando separarla de sí mismo.
——Sostengo lo que dije ——tomó asiento junto al rubio mayor—— aunque seas un adulto o lo que sea, siempre serás mi bebé.
——Lo que tú digas mamá ——rodó los ojos, sonriendo ligeramente, adoraba aquellos mimos por parte de su madre pero le avergonzaba un poco cuando los hacía delante de su padre—— Ah, ¡llegaré tarde! ——dijo al ver la hora en el reloj colgado en la pared frente a él, comenzó a devorar con prisa el alimento en su plato—— ¡estuvo delicioso! ¡Gracias, mamá! ——dijo para después levantarse, tomar sus cosas & salir corriendo—— ¡los veo más tarde! ——gritó desde la entrada seguido del sonido de la puerta, abrirse & cerrarse unos segundos después.
—— ¡Que te vaya bien! ——gritó en forma de contestación a sabiendas de que el rubio no la escucharía.
[...]
Caminaba de forma rápida, si no se apresuraba llegaría tarde, al ver la hora en su aparato, comenzó a correr, definitivamente llegaría tarde, necesitaba empezar a dormir temprano en vez de perder el tiempo jugando o viendo redes sociales en su celular, después de correr tanto, logró tomar el transporte al que siempre subía para llegar a la escuela, poniendo sus manos sobre sus rodillas para recuperar el aire que había perdido.
Había mucha gente en aquel transporte, a esa hora todos trataban de llegar a tiempo a la escuela o al trabajo, buscó un espacio en el que pudiera sentirse cómodo, se recargó en la esquina de este, no había muchas personas cerca de ahí, colocándose sus audífonos, cerró sus ojos para ignorar a todos los que lo rodeaban, siguió así un par de minutos hasta que sintió presión en su cuerpo, abrió los ojos debido a la sorpresa de ver a su mejor amigo, que lo abrazaba fuertemente.
