¿SOLO UN RETO?
Con tanta fama y dinero, tanta libertad y confianza... tantas chicas atras de el ofreciendole mil cosas, todas se morian por el... el chico mas popular se volvio mujeriego, rebelde, presumido y prepotente... creia que junto a sus amig...
Después de un rato de charla y una que otra broma Milo dijo que teníamos que irnos, pues ya se estaba haciendo algo tarde.
Milo: muy bien... Quieres que te lleve a casa?
Yo: claro!
Milo: ve al coche si? Tengo que ir al baño
Yo: okay (tome mi café y me dirijí al estacionamiento)
Estaba un poco obscuro, como el “delicious coffee" estába en una plaza comercial el estacionamiento se encontraba en la planta baja justo debajo de la plaza.
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Comencé a caminar en dirección al auto de Milo, el cual estaba muy alejado de mi. Para mí mala suerte no había nadie más en aquel estacionamiento, haciendo que el lugar luciera aún más espeluznante. Cuando estaba a pocos metros del auto se escucharon unos pasos, como si alguien hubiera pasado rápidamente atrás de mi. Voltié inmediatamente pero no había nadie. Esto me puso un poco nerviosa, así que decidí acelerar el paso. Justo cuando llegue al auto unas manos fuertes me empujaron causando que mi cabeza se golpeara contra el parabrisas, e inmediatamente aquella persona tiró de mi cabello y colocó una navaja en mi cuello.
-Alejate de Jace- (dijo una voz femenina)
No me importo el arma blanca en mi cuello y voltié rápidamente para tratar de reconocer quién era.
Llevaba una sudadera negra que le quedaba grande, junto con una gorra y su cabello largo exageradamente negro no me permitió ver su cara, aparte la luz del lugar no era del todo buena. Ella me volvió a empujar contra el auto y colocó la navaja en mi abdomen
-Alejate de Jace! El es mío! No durare en usar esto contra ti-
Acercó la navaja a mi rostro y después me empujó nuevamente haciendo que cayera contra el piso. Trate de levantarme para ver si podía reconocerla pero antes recibí de su parte una patada justo en mi abdomen.
Ella corrió al escuchar la voz de Milo mientras yo me quejaba del dolor.
Me levanté con dificultad quedando sentada.
Milo me vio a lo lejos, pero no se le hizo extraño que estuviera sentada en el piso, cuando se acercó un poco más pudo verme sangrar de la nariz mientras me quejaba del dolor. Ahí fue cuando corrió hacia mi.
Milo: TN!! Que paso?
Yo: me duele (hice una mueca y coloque mi mano en la parte dónde recibí la patada)
Milo: le hablaré a Jace!
Y como si lo hubiera invocado el auto de jace llegó a toda velocidad. Se estacionó a lado del de Milo.
