Comienza... la Guerra

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HOLA,  ¿Cómo están?, espero que se encuentren bien y cuidando de su salud en la pandemia mundial por la que estamos pasando T..T,  muchas gracias por apoyar el proyecto que estoy realizando y espero que sea de su agrado 

Y así para dolor y desesperación de Firkle el día había llegado, obviamente después de lo hablado con Stan no quiso volver a hablar con sus amigos ni siquiera con el estúpido de Pete que le había contado una historia sacada de un cuento, estaba ansioso, nervioso y había aumentado el número de cigarrillos fumados en el día

Sin embargo para el y para el Stan el viernes había llegado y no había nada que se pudiera hacer al respecto por ello, se encontraba ahí, afuera del restaurante Benny esperando la llegada del exgotico que estuvo mandándole y mandándole mensajes de que fueran juntos a la casa por mayor seguridad y que no lo dejara solo...

- ¡Firkle!- escucho su nombre ser llamado desde atrás, por lo que de inmediato giro su rostro para encontrarse como Stan corría hacia él – lo siento... es que el estúpido florista se tardó mucho dándome el ramo de rosas- dijo tratando de recuperar el aliento- ¿Y tus rosas?- pregunto con temor

- ¿Por qué le debería llevar rosas a Ike?, eso es demasiado estúpido y conformista- sentencio cruzándose de brazos – no puedo creer que se las llevas a tu novio

- No se las llevo Kyle... se las llevo a su Mamá- dijo con decisión – en las cenas que he tenido, me he dado cuenta que su madre disfruta de los presentes así que por eso se las llevo- sentencio- y te aconsejo que tú también lo hagas

- Mierda...- comento frustrado – Espérame aquí voy por unas estúpidas flores- sentencio

Y sin esperar en si una respuesta de su amigo, Firkle se dirigió a la florería mas cercana

Pasaron 10 min y ambos se encontraban caminando lado a lado con su respectivo ramo de flores, Stan llevaba unas rosas rojas verdaderamente hermosas y Firkle llevaba igual un ramo de rosas negras, simplemente hermosas y preciosas completamente de su agrado, rápidamente observaron aquella casa verde perteneciente a sus amados y con nervios y sin en verdad querer estar ahí, tocaron a la puerta

- ¡Stan!...- grito emocionado un chico de hermosos cabellos pelirrojos, ojos verdes como zafiro y piel blanca como la leche, simplemente hermoso a simple vista acercándose al mayor con claras intenciones de abrazarlo

- ¡Kyle!- menciono contento mientras que recibía el abrazo de su amado, el ser más importante para él y por quien valía la pena sufrir con tal de estar a su lado

Firkle ante aquella imagen simplemente rodo los ojos prometiéndose así mismo jamás hacer el estúpido de esa manera

- Qué bueno estas aquí

Ante aquellas palabras el gótico miro como su amado se encontraba ahora en la puerta recibiéndolo con una sonrisa de oreja a oreja

- ...- no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza

- Vaya, vaya que tenemos por aquí

Fueron las palabras de un hombre ya mayor, tenía cabello café que poco a poco se estaba cayendo causándole una gran calva en su cabeza, así mismo se notaba sus arrugas debido a la edad

- Hola... señor Broflovski – saludo Stan cortando el abrazo con su novio mientras que estrechaba la mano de Gerald en un saludo cordial

- Hola Stan... ¿Cómo van los entrenamientos?- le pregunto con una sonrisa de emoción

- Estoy seguro de que mi equipo y yo ganaremos contra los Toros de Denver – sentencio con una media sonrisa

- Eso es lo que quería escuchar- dijo contento mientras que ahora sus ojos se pasaban al otro muchacho que no conocía para nada – vaya, vaya, tu eres...- dijo mientras que miraba discretamente aquel chico de vestimenta completamente negra y peinado de chica

Cena FamiliarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora