Capitulo 1

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Hace un año, me llegó una terrible noticia. Mi hermana ya no estaba en casa. Ella, con tan solo 11 años, desapareció. Llevo todo este tiempo buscando pistas, cualquier cosa que me llevase hasta ella pero nada, no encuentro absolutamente nada.

Hoy es lunes, y tengo que ir al instituto. Sinceramente es el último lugar donde me gustaría estar, ya que quiero centrarme completamente en la desaparición de mi hermana; pero mis padres me obligan. Me subo en mi moto y pongo rumbo al instituto. Al llegar noto todas las miradas de las chicas puestas en mí, aunque yo no les devuelvo la mirada. No tengo tiempo para estas tonterías como el amor.

La primera clase que tengo es matemáticas, a la gente no le gusta pero yo le tengo mucho aprecio, debido a que necesito entrenar mi mente. Cuando ya acaban todas las clases y voy a por mi moto, me sorprendo al ver encima de la moto una persona. Esa persona que hacía mucho tiempo que no la veía, está más guapa que nunca. Es alta y tonificada por el ejercicio, aunque tampoco demasiado. Su pelo rubio ondulado le llega por encima de la cintura, enmarcando un ovalado rostro con ojos verdes brillantes.

- Hola primita, ¿y tú por aquí? - Me acerco a ella y la abrazo, y es que es una de las personas a las que más quiero. Noe me lleva 2 años, tiene 20, y a pesar de la diferencia de edad siempre estuvimos muy unidos.

- Pues me acabo de enterar de algunas cosas que podrían interesarte.

- ¿Sobre mi hermana?

- No, sobre ti. Vamos a tu casa y te lo explico todo.

- De acuerdo.

Llegamos a mi casa, y le dejo pasar a mi habitación. Ella como si estuviese en su casa se sienta encima del escritorio y apoya sus manos a cada lado de su cuerpo.

- Me enteré de tu ¿don? ¿Poder? Como quieras llamarle. - ¿Cómo se entero de eso si nunca se lo conté a nadie? Además, siempre guardo muchas precauciones al usarlo, y es en contadas ocasiones cuando lo dejo salir.

- ¿De qué hablas? Para mí que ves muchas películas. - Intento hacerme el que no entiende y restarle importancia. Ella rueda los ojos.

- No soy tonta, sé perfectamente que tú puedes meterte en la mente de la gente y que además, también puedes controlarla.

- ¿Controlar a la gente?

- Sí. Yo te voy a enseñar a hacerlo, si conseguí controlar mi poder puedo ayudarte a controlar el tuyo.

- Espera un momento, ¿tú tienes un poder?

- Pues claro, somos familia y tú cogiste mis genes. No pongas esa cara,  estoy hablando muy en serio.

- ¿Y qué poder tienes?

- Me ves y... - De repente desaparece. - ...no me ves. Me hago invisible primito. - Ahora se vuelve a poner normal y aparece ante mis ojos.

- Esto es muy raro...

- Un poquito, pero ya te acostumbrarás. - Me guiña un ojo. - Nos vemos mañana, Manu. Pero hazme un favor.

- ¿Cuál?

- No busques nada que tenga a Ana involucrada.

- Sabes que no pararé de buscarla.

- Lo se, solo espera un tiempo. Confía en mí.

- No me puedes pedir eso, te quiero mucho pero no te puedo hacer caso en eso.

- Solo lo hago por vuestro bien.

- Me da igual lo que digas, siempre la buscaré.

- Como quieras, yo te avisé. - Noe sale de mi habitación pero antes de irse me dice - en mi casa nada más acabar el instituto. - Asiento y se va.

Me acerco al escritorio y miro una foto de mi hermana, es tan guapa. Con esos tirabuzones morenos cayendole por los lados de su cara y esa sonrisa que hace que te den ganas de abrazarla. Se me cae una lágrima, volveré a verla, lo sé. Aún si tengo que soportar las clases de mi prima Noe, que estoy seguro de que van a ser muy duras. El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos, es un mensaje de mi prima.

lección: confía en tu mente, no en la de los demás. Al igual que puedes manipularles, ellos pueden aprovecharlo y manipularte a ti.

¿Ellos? ¿Quienes son ellos? Mi prima sabe más de todo este mundo, pero no me quiere contar nada. ¿Qué oculta? Solo espero que mañana me lo cuente todo.

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