capítulo 4

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Cuando veo entrar a Axel por la puerta de la casa, me recompongo de mi estado de confusión y corro detrás de él por si hace alguna tontería más grande que la que acaba de hacer.

Entro en la casa pero nada más llegar veo que el tío de la máscara blanca tiene atrapado a Axel, él me mira con horror. Sin enterarme estoy atrapado entre los brazos de otro tío con la misma máscara blanca. Intento darle una patada en el cerebro pero sólo me causa un gran dolor de cabeza y me deja exhausto.

- Es uno de ellos, tenemos que llevárselo a Hush

- Está ocupado, se lo llevamos después. Tú solo déjalo inconsciente.

- Tiene que verlo ya, es muy poderoso.

- ¿De verdad quieres arriesgarte?

- Sí, merece la pena.

Atan a Axel en una silla y a mi me atan en una camilla de madera que está colocada verticalmente. Parece una camilla de torturas aunque me alegro al no ver ningún cuchillo. Los dos hombres llegan al cabo de un rato con el tal Hush (sin camiseta con el pelo alborotado y con la máscara puesta). Detrás de él viene Noe (también despeinada y con un chupón en el cuello). Hush no suelta en ningún momento el brazo de Noe como si tuviese miedo de que pudiese escapar. Ella al verme se para de golpe y me fulmina con la mirada aunque se puede ver lo asustada que está. Hush al sentir el parón se gira para verla.

- Querida, ¿lo conoces?

- Sí, me salvó la vida. - Yo frunzo el ceño. Él la mira intensamente.

- ¿Cuándo estuviste a punto de morir? - Parece estar enfadado, no le entiendo, ¿la quiere? Y si la quiere, ¿por qué ella lloró al besarlo?

- Hace poco pero a ti que más te da, como si te interesase... - Ahora es ella la que le mira enfadada. Parece la típica pelea de novios. Hush me mira.

- ¿Quién eres?

- Manu.

- ¿Cuál es tu habilidad?

- ¿De qué hablas?

- Ya sabemos que no es la lucidez. - Entrecierra los ojos y yo no me siento yo, es como si perdiera el control de mi cerebro. - No te lo volveré a repetir, ¿cuál es tu habilidad?

- Puedo leer y controlar la mente.

- Matadlo. - Salgo del trance y abro con fuerza los ojos, ¿he escuchado bien? ¿Me quiere matar?

- No, me salvó la vida no puedes matarle.

- Claro que puedo.

- Pero no lo harás.

- ¿Cómo estás tan segura?

- Porque yo le protegeré.

Se acerca a mi, me toca y de repente me vuelvo blando y me escurro por los amarres de la camilla. Después vuelvo a mi estado sólido pero me vuelvo invisible. Noe me saca de la casa al igual que a Axel. Aunque antes de alejarnos por completo se escucha la voz de Hush que se dirige a Noe:

- Mañana, todo el día.

Llegamos a mi casa y nos encontramos en el salón. Noe está en un sofá individual con la cabeza entre las manos, Axel y yo estamos en el sofá doble.

- Sois tontos. Como me volváis a seguir creedme que no acabaréis bien. - Se nota su furia a distancia. - ¿¡¿¡En qué estabais pensando?!?!

- Fue mi culpa, Axel no tuvo nada que ver. Quería saber más sobre ti por eso te seguí y al verte entrar con Hush pues pensamos lo peor y fuimos a salvarte.

- Si veis que yo entro por mi propia voluntad por algo es.

- ¿Qué sois? - Pregunta Axel asustado.

- Lo que nos faltaba... A ver, somos humanos con habilidades especiales.

- Noe, tu habilidad no es la invisibilidad ¿verdad? - Le pregunto

- Controlo todas las células del cuerpo. Puedo cambiar su composición, forma, función... Ahora si me disculpáis me voy, tengo que relajarme.

-¿Pero quién es Hush?

- Alguien sumamente peligroso. No te acerques a él, ya no podré salvarte. Y Axel, le dices esto a alguien y te las verás conmigo.

- No diré nada.

- Bien. Mañana no entrenamos, estoy ocupada.

- Vale. - Noe se va. Axel la mira irse entre avergonzado y fascinado.

- Gracias Manu, si sabe que fue mi culpa entrar en la casa me mata.

- No lo dudes, pero tranquilo, mañana ya estará bien. No creo que dure mucho su enfado. Esperemos.

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