1. Error

1.1K 82 6
                                    

Seis de la tarde y todavía me mantenía en la oficina; Zee me acababa de dejar más papeles que revisar. En parte estaba agradecido por su gran confianza en mí, en su seguridad porque siempre llevaría un buen trabajo según sus propias palabras, pero también estaba cansado, muy cansado. Ayer estuve hasta tarde en el hospital apoyando a mi hermana porque la traviesa de mi sobrina había estado jugando tan enérgicamente como para caerse de un tobogán y haberse roto el brazo.

-Si necesitas algo, voy a estar en mi oficina. - Dijo Zee saliendo del ascensor con su café en mano. - Tú igual. - Le habló a Saint, su secretario.

Al menos era un jefe amable y en ocasiones divertido, no podía quejarme. No me trató diferente incluso cuando lo... rechacé. Y de eso, van ya cuatro meses. Si bien al principio noté como trataba de dirigirme la palabra un poco menos, como mi jefe, no podía permitirse que la comunicación fuera pésima además de escasa. Sin embargo, no creo que sea solo eso. Creo que desde hace poco, algo ha empezado a surgir entre él y Saint. No tengo suficientes detalles y no creo que nadie a parte de mí sepa o sospeche algo.

-Hoy tenemos mucho trabajo, ¿eh? - Dijo Saint sonriéndome amablemente.

-No podía pedir mejor día que este. - Dije en tono muy sarcástico.

El chico rió. - Puedo ver tus ojeras dese aquí. Aun así te ves muy bien.

-Gracias. Pero no puedo compararme contigo, deberías haberte hecho modelo - reí mientras volvía la vista a la computadora -, serías muy famoso.

-Oh, no creo poder encajar en ese mundo.

Ambos volvimos a nuestro respectivo trabajo. Pero no pude dejar de pensar en que Saint era de verdad muy apuesto. Si de verdad era el nuevo objetivo de Zee, me sentiría un poquitín insignificante... ya de por sí me parece increíble que yo le haya llegado a gustar. Digo, sé que no soy el tipo de persona que suela gustarle a hombres como él, ya tenía varias experiencias de rechazos por parte de chicos altos, apuestos y bien portados... Zee fue el primero de su clase en fijarse en mí y sin embargo yo... ¡ya estaba enamorado de otro! ¡¿Esto podía considerarse mala suerte, cierto?! ¿Qué he hecho para merecer esto?

Soy un imbécil por querer seguir siendo fiel a estos sentimientos que jamás podrán ser correspondidos. Si hubiera aceptado la confesión de Zee, puede que en estos momentos estuviera experimentando una mar de sensaciones nuevas y de ensueño. Pero no. Aquí el idiota quería seguir aferrándose a una esperanza inexistente con el hombre de "sus sueños". Sí, en eso se había convertido Jimmy para mí. No tenía remedio alguno, nadie podía quitar que era un romántico perdido.

Pasaron tres horas antes de que por fin pudiera terminar con mi trabajo. Demonios, la espalda me dolía horrible y estas sillas eran una gran estafa, lo único que tenían de cómodas era la apariencia.

Le entregué mi informe a Saint para que él se hiciera cargo de dárselo a Zee y antes de despedirme y darme la vuelta por completo, decidí sacarme de dudas de una vez por todas con una broma que bien podía hacerle gracia o bien me confirmaría lo que pienso desde hace días: - Aprovecha que ahora estaréis solos. - Su reacción fue la clave para descubrir que mis suposiciones eran en gran parte correctas. - ¿Por qué tan rojo? - Reí.

Saint pareció volver en sus sentidos. Pasó saliva y por fin me habló: - Si no fuera mi jefe ya habría hecho de todo porque me considerara. Pero en estas circunstancias...

-Lo entiendo. - Dije sincero. Ya tenía confirmado que a Saint le gustaba Zee, me pregunto desde hace cuánto. ¿Sabrá lo que pasó entre nosotros? Parece que ahora tenía más preguntas que horas antes. Aun sin importar eso, sabía más que nadie que Zee estaba más que soltero y entero para disfrutar, por lo que decidí animar a Saint. - Lánzate de todos modos. Como dije, ahora vais a estar a solas, ya ni el personal de limpieza se encuentra aquí - le guiñé un ojo. Ahora sí me di la vuelta y me despedí.

Bad Liar [Mii2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora