-Maxim, ¿estarían de acuerdo con esto? - Para sorpresa de todos en la sala, el inexpresivo Alfa, esbozó una sonrisa divertida, antes de responder. - Creo que no tenemos opción su majestad, pero debo decir que estoy complacido por sus maneras de manejarse, uno no sabe qué esperar. Los Ulter estamos de acuerdo y creo que Olegario también. - El mencionado solo asintió, mirando burlón hacía donde la Cour se encontraba.
-Perfecto; Maxim, retomando el punto de los cambios en los altos puestos del imperio, quiero que seas el nuevo ministro de defensa, reemplazaras como ya sabes al general Davoz. ¿Estás de acuerdo con eso? - De nuevo el semblante de Maxim recobró su estado natural de inexpresividad, pero se veía contrariado por la propuesta, cosa que hizo saber.
-Antes de responder, me gustaría saber porque me lo propone a mi y no a uno de sus cuñados o a su suegro. - Preguntó, mientras se cruzaba de brazos esperando una respuesta. - Seguramente todos aquí se hacen la misma pregunta; pero las cosas son sencillas, los Ulter y los Servant son la rama más neutral de esta mesa, Darius y Easley no aceptarían que la Familia D'von tome más puestos de relevancia en el imperio... - Declaro, sólo para ser interrumpido por Darius.
-En algo parecemos estar de acuerdo; no aceptaremos en ninguna circunstancia que los D'von o los OrVero ocupen más puestos, a menos que esté dispuesto a tomar nuestras recomendaciones. - Escupió el viejo Alfa, claramente irritado por cómo había ido esa reunión. - Tranquilo Darius; tampoco pretendo imponer del todo nuestra visión, ustedes tendrán la libertad de supervisar cada paso que se lleve a cabo, la designación de Maxim es una muestra de que no planeamos acaparar todo. - Darius asintió a regañadientes y espero paciente la respuesta de su colega.
-Supongo que estoy de acuerdo, pero tengo ciertas condiciones que discutiremos después su majestad, ¿hay algo más que tenga que saber? - Preguntó más tranquilo, mientras se servía un vaso de agua. - Si, pero esto es en general, mi Omega quiere decirles algo. Más bien explicarles una situación que hemos evaluado durante algunos días, espero su silencio y respeto mientras lo hace. Adelante mi amor. - Aristóteles acaricio la espalda de su Omega, alentándolo a tomar el control de la conversación.
-Gracias Ari. - Respondió Temo, con una deslumbrante sonrisa que cautivo a todos, además de un moloso tono de voz que casi derritió los corazones de aquellos que se les oponían, antes de continuar. - Todos los cambios que proponemos son solo la primera etapa, los cambios anunciados por mi Alfa son el comienzo, en una segunda etapa iniciaremos un centro de investigación mágica con fines militares y civiles, para lo cual hemos decidido invitar a dos de los más grandes talentos que habitan en nuestra nación. Por favor, reciban a Aurora y Valexa de la Rivere. - Tras sus palabras, la puerta principal se abrió dejando ver a la pareja antes mencionada.
Valexa y Aurora caminaron hacia el interior, claramente sorprendidos por estar ahí, pues ninguno había sido informado previamente de la razón por la cual fueron invitados a la reunión. Temo, se bajó de un saltó del regazo de su Alfa y camino alegremente hacia ellos, colocándose entre los dos, aunque era más bajito que el promedio de los Omegas, su inmenso poder espiritual, que había cubierto por completo la sala, lo hacía parecer más alto que todos ellos.
-He decidido con aprobación de mi Alfa, nombrarlos a ambos mis consejeros, junto a Julieta y Diego, pero a diferencia de ellos dos, Valexa y Aurora se encargarán de los temas científicos, mágicos y militares, con ayuda de mi hermana Lupita Lopez D'von y todo la academia de magia. - De nuevo la sala quedó en silencio, hasta que la hermana menor de Temo tomó la palabra.
-Muy interesante hermano, pero podemos saber cuáles son sus planes con esto. - Preguntó mientras tomaba nota en una hoja de papel, señalando ciertas cosas a Marina. - Nuestra investigación militar ha quedado muy rezagada respecto a Rhyle; ellos se han preparado para la guerra durante años, nuestro equipo ha quedado obsoleto, nuestro potencial militar está muy por debajo del de ellos y no ganaremos si no ponemos toda nuestra energía en ello. - Temo camino rodeando la mesa, bajo la atenta mirada de todos en la habitación.
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Consorte.
FanfictionLas puertas de su despacho se abrieron de golpe; dejando ver enseguida, la figura cansada y angustiada de un mensajero del imperio. Francisco López D'von, dejo lo que estaba haciendo para poner atención, indudablemente eran malas noticias. - ¿Que pa...
"El Ascenso del Emperador. Parte 2."
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