Hasta que un golpe sobre la mesa los hizo saltar a casi todos. - Quiero dejar muy claro, que no pienso aceptar un aumento en las contribuciones hacía la corona, el alto imperio ya se lleva el 20% de nuestros ingresos como integrantes del consejo de familias, tendrán que buscarse otra artimaña para conseguir fondos. Y creo que Maxim y Olegario estarán de acuerdo con nosotros. - Darius estaba visiblemente molesto, pero no fue eso lo que los sorprendió, fue la confirmación de Maxim lo que lo hizo.
-Usualmente no estaría de acuerdo con nada de lo que dice ese par; pero Darius tiene razón, la corona ya se lleva el 20% de nuestros ingresos netos, un aumento pondría en riesgo nuestra estabilidad y las de nuestras tierras. Posiblemente los OrVero y los D'von no tendrían problemas en aceptar hasta un 70%, pero nosotros no somos tan ricos. Encuentre otra fórmula su majestad y estaremos dispuestos a discutirla. - Maxim los miró de manera inexpresiva como era habitual, dándoles a entender que no cedería.
-Realmente no es necesario discutir nada Maxim; sabemos de antemano que sus contribuciones a la corona son inamovibles, pero analizamos otras cuestiones que creo, serán más fáciles de manejar, dado que no están en la ley y por consiguiente no es una obligación que permanezcan. - Nuevamente Temo sonrió de manera maquiavélica, bajo la atenta mirada de todos en la sala.
Nadie entendía a que se referia el pequeño Omega, hasta que la risa burlona de Olegario Servant rompió el silencio. - ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! Es usted bastante malicioso para ser el Trono de las Almas su Excelencia, planea eliminar el subsidio a la Cour y las exenciones de impuestos a todos los negocios y transacciones de los Princeps, ¿no es así? - Temo asintió a modo de aceptación, provocando una serie de discusiones entre todos los miembros de la sala.
- ¿USTED ESTÁ LOCO? ¡NO PUEDE HACER ESO! ¡ES UN DERECHO QUE TENEMOS COMO MIEMBROS DE ESTE CONSEJO! - Grito de manera histérica Easley, mientras Darius trataba de tranquilizar a la Cour. - No; no es un derecho, es una formalidad que el Emperador Sebastien instaló durante su gobierno hace más de mil años, como una forma de apoyo mientras se recuperaban de una gran depresión económica. Es un edicto que firmo con una vigencia de 20 años, que nadie se tomó en serio pues era una gran ventaja, pero no, no es un derecho, si lo fuera estuviese en la ley y créame, yo sabría en qué párrafo y página se encontraría. - Aristóteles sonrió de manera petulante, cuando la melodiosa voz de su cuñada Guadalupe cortó el berrinche de Easley.
-Aun así, vicepresidenta; esto es un atropello hacia nuestros derechos, no puede venir aquí y decirnos qué va a subirnos los impuestos, esto es ridículo. - Dijo Darius con un tono airado, seguido por una retahíla de afirmaciones a sus espaldas, cortesía de la Cour. - Pero no se están creando nuevos impuestos, son impuestos que tendríamos que pagar, si se hubiese seguido al pie de la letra la fecha de vencimiento del edicto. - Respondió esta vez Olegario.
-Esto es inaceptable, se ha vuelto una costumbre, por ende, debe seguir vigente. - Insistió de manera enfática Easley. - ¿Quiere hablar de costumbre Excelencia? Si es así, este consejo debería estar integrado en un 50% por Omegas, desde la fundación del Tule por parte del Emperador Emile y su consorte Yoakim, se acostumbró que las dos partes de la dualidad de la existencia, es decir, principio y fin, Alfa y Omega. Deberían tomar las decisiones juntos, fue solo el capricho de algunos, que esta costumbre fue rota y duro de hecho, más años que este estúpido edicto ventajoso. - La voz de Marina Ulter, tan inexpresiva como su padre, logró acallar a todos.
Rematada finalmente por las palabras suaves pero irrebatibles de Anna López D'von. - Y por supuesto, la costumbre no hace leyes, marca precedentes, pero no legisla, así que Majestad, un Edicto bastará para deshacer el efecto del anterior, aunque será una mera formalidad, pues ya venció. Aunque... bien podría pedir retribuciones por impuestos no pagados. - La sonrisa maliciosa de la mayor de los D'von les recordó a todos, que esa familia era peligrosa.
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Consorte.
ФанфикшнLas puertas de su despacho se abrieron de golpe; dejando ver enseguida, la figura cansada y angustiada de un mensajero del imperio. Francisco López D'von, dejo lo que estaba haciendo para poner atención, indudablemente eran malas noticias. - ¿Que pa...
"El Ascenso del Emperador. Parte 2."
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