Elliot (actualizando)

Capitulo 1

GRACE

Observo el corazón de espuma que está en mi café para luego observar a mi alrededor. Hay pocas personas hoy, normalmente esta cafetería se llena tanto que llega al punto en que no quedan mesas disponibles. Un golpe en el vidrio frente a mi me hace dar un brinco en mi lugar, mis ojos fulminan a mis dos amigos sonrientes que están del otro lado, parados en la acera de la calle.

Ambos me saludan con la mano y terminan entrando al local.

—¿Por qué siempre les gusta asustarme?

—Porque es divertido, simple. —responde Margo para encogerse de hombros e ir hacia la barra.

—Además, te hace ver tierna —agrega Eric sentándose a mi lado para luego quitarse sus lentes de sol; dejando ver sus ojos mieles.

Frunzo el ceño.

—No le veo nada tierno.

El sonríe y saca su celular.

—Mira —dice colocándolo al frente mío para que pueda ver bien la pantalla— esto fue el jueves, te grabé cuando te íbamos a asustar en la cocina.

Ruedo los ojos y me observo en la cocina, estaba haciéndome un sándwich.

—Fíjate como lanzas al pobre pan hacia el lavaplatos—suelta una carcajada— tu cara es muy tierna.

Sonrío para darle un empujón.

—Yo soy tu y tendría cuidado,—pongo mi mejor cara de malvada— la venganza existe por si se te olvidaba.

—Uhh que miedo —se burla Margo para sentarse a mi lado con su botella de agua.

—¿Como me escuchaste si estabas allá?—le pregunto a la morena.

Ella se pasa la mano por sus hermosos y largos rulos para darle un trago a su botella y luego verme.

Vale, se toma su tiempo para responder.

—Somos como 8 personas y tú eres la única hablando alto.. claro que te escuché, grace—se voltea a ver al chico de la caja y lo señala con su dedo— Johnny también te escuchó.

El tal Johnny nos ve y sonríe mientras niega con su cabeza. Yo quito la mirada y me concentro en mi café, de la nada siento mis mejillas calientes por la pena.

—¿Cómo sabes su nombre?—oigo que le pregunta Eric, quien está a mi izquierda.

—Lo dice su uniforme—le da otro trago a su agua— un poco de lógica Eric, por favor.

Reprimo una carcajada.

Amo a Margo, es tan ella.

El rubio a mi lado se aclara la garganta y se levanta para acercase a la caja.

—¿Preparada para el lunes?

Me encojo de hombros.

Realmente no me preocupaba mucho el empezar un nuevo año en la escuela. Por suerte mi promedio siempre se ha mantenido igual y mis días siempre son mejores teniéndolos a estos dos conmigo.

—Yo no quiero volver a levantarme temprano, que horrible—hace pucheros— me escaparé mejor.

La miro con cara de "eso no te lo crees ni tú"

—Relájate, —le doy un sorbo a mi café— ya es nuestro último año.

—Ya era hora —responde un Eric llegando a mi lado con un brownie en sus manos.— y es cierto lo que dice Margo, si se escucha tu voz por allá.