09. Llenas mi copa de anestesia o terminas de matarme.

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》Llenas mi copa de anestesia o terminas de matarme.

El mesero se encargo de recoger los envases de cerveza que se iban quedando vacíos, y luego regreso a la misma mesa para dejar otras tres botellas. El empleado pidió permiso para destapar las bebidas, pero no conto con que cierto japonés seria mas rápido en abrir los envases con el anillo de plata que traía, viéndose como un completo veterano en el tema. 

—¿Puedo traerles algo mas? 

—¿En cuanto esta el vaso de whisky? —inquirió Ash, quien parecía ser el menos ebrio de los tres. 

—El vaso de Buchanans va por siete dólares. —respondió el joven e inexperto mesero— La botella entera se vende por ochenta dólares.

—Pidamos la botella, nos conviene mas. —dijo Eiji como si no fuera nada.

El mesero se sorprendió de nuevo a causa del japonés, pero acato la orden al notar que nadie puso alguna objeción. Al rato, esquivo a la multitud que bailaba por todo el lugar para volver a la mesa del trio con la botella de whisky, vasos y una hielera llena.

Hizo una reverencia, y antes de alejarse le pidió al cielo que ninguno de esos muchachos se embriagara lo suficiente como para traerle problemas. El chico solo llevaba trabajando en la discoteca una semana, y se sentía incapaz de hacerle frente a alcohólicos revoltosos.

Ash se encargo de servir la botella, luego puso en lo alto su copa para brindar la ocasión. 

—Por este día tan especial —dijo, y tanto Shorter como Eiji levantaron sus bebidas— Feliz cumpleaños, hijo de papi.

Eiji se echo a reír, pero Shorter solo pudo esconder su rostro en la mesa para demostrar su vergüenza.

—¿Podrían parar con eso? 

—Yut Lung fue quien comenzó, nosotros solo seguimos la corriente. —afirmo Eiji antes de darle un sorbo profundo a su vaso.

—Da igual, el me las va a pagar. —dijo con seguridad el pelimorado— No soy un hijito de papi.

Shorter bebió de su whisky, acto que le saco enseguida una mueca de desagrado.

Habían sido ya varias veces donde se encontraba con Yut Lung en los pasillos de NYS, y en la mayoría de ellas, este saludaba a Shorter como si fuera el príncipe de Inglaterra, o hacia reverencias cómicas que no pasaban por alto para ningún empleado del canal.

Estaba cansado de ser visto como alguien cuyos méritos solo se debían a su apellido. 

—Sabemos que no eres ningún consentido, Shorter. 

Ash pasó el trago antes de tomar la palabra.

—Lo mejor será que hables con Yut, tal vez así te deje en paz.

—Seguro que lo hare —dijo con firmeza antes de acabarse lo que quedaba en el vaso.

Era ese el primer efecto secundario. Se quería ahogar en alcohol, porque estaba cansado de llevar semanas pensando en Yut y sentir que se asfixiaba en una leve llovizna. Aunque la verdad es que Shorter veía a aquel escritor como una tormenta despiadada, y él sabia que siempre olvidaba el paraguas en casa.

—Entonces hazlo ahora, porque acaba de entrar. —le informo el japonés.

Shorter sintió que era regresado al mundo real en cuanto escucho aquello.  En ese momento noto que ya estaba mareado, pero el dato se fue a segundo plano cuando encontró a quien buscaba.

Yut Lung Lee estaba caminando hacia la barra del lugar, pero los tres chicos en la mesa se impresionaron al ver que no estaba solo aquella noche. A su lado estaba un hombre moreno, vestido con traje y exageradamente alto.

The Gang || AshEiji Where stories live. Discover now