Nuestros "Tsum Tsum" - STONY

Insomnio

Steve y Tony pasaban una aburrida tarde sobre el sofá de la sala de estar.

Ese día en especial estaba bastante aburrido. El sol no había dado señales de su existencia desde que amaneció y hacía frío.

Ambos hombres estaban viendo una película, que hace más de media hora habían clasificado como aburrida.

-Odio este clima Stevie- dijo el castaño desde su sofá

-No está tan mal Shellhead- respondió el rubio divertido

-Dime algo bueno de este clima- dijo mientras se llevaba un puño de palomitas de maíz a la boca y antes de que Steve pudiera hablar el había comenzado de nuevo - Yo te diré lo malo, hace frío, mis pies tienen frío, mis brazos tienen frío, yo tengo frío. No puedo ver nada por las ventanas, gracias a la neblina y está gris- dijo haciendo un adorable, aunque pequeño, puchero.

-Tienes que verle el lado positivo- dijo el Rubio mientras negaba divertido

-Claro, como tu estuviste refrigerado...- protestó el castaño en un susurro, pero lo suficientemente audible para el super soldado

-¿Qué dijiste Tony?- preguntó el rubio con una ceja alzada

-Dije que como tu estuviste en entrenamiento para ser una paleta helada ya no te afecta el frío- respondió el genio con una mirada retadora

Pero no esperaba que una almohada impactara sobre su cara

-Quieres jugar rudo ¿Eh, capipaleta?- dijo el castaño mientras tomaba otro cojín

Y así comenzó una verdadera guerra de almohadas, digna de una fotografía, pues no todos los días veías al genio, millonario, playboy, filantropo peleando con almohadas contra el capitán América

Desde un otro lugar, un poco alejado de la guerra, estaban Mini Tony, Mini Steve y Mini Peter. Los tres tsum tsum estaban apilados, creando una pequeña pirámide.

De un momento a otro Steve había quedado con la espalada sobre el suelo y Tony quedó a horcajadas sobre este.

-Que... conste... que... tu... empezaste... Steve- decía el castaño mientras le seguía golpeando con la almohada.

-No creas que me vas a ganar Tiny- respondió el rubio, logrando enfurecer más al castaño

Lo que no sabían era que los demás Vengadores habían vuelto y Clint estaba saliendo del ascensor.

-¡No! ¡Mis pobres ojos vírgenes!- exclamó el arquero, mientras cubría sus ojos con sus manos

Matando al instante el momento.

Ambos no pudieron ocultar el sonrojo que apareció sobre sus mejillas, porque la verdad las posiciones en las que estaban eran bastante comprometedoras.

[...]

Tony se removió intranquilo bajo las sábanas. Le había prometido a Steve que dormiría temprano, pero no podía.

Cambiaba de posiciones para intentar conciliar el sueño, más este parecía no querer llegar.

Se talló los ojos y se levantó de la cama, dispuesto a ir por una taza de café.

Iba con la mirada en el suelo, así que no se dio cuenta de que cierto rubio estaba cruzando el pasillo y chocó directo con su fornida espalda.

-...Hola Steve- saludó el castaño, algo nervioso pues había roto su promesa

-Hola Tony ¿insomnio?- preguntó el rubio algo alegre

-Sip ¿Y tu?- preguntó mientras se pasaba una mano sobre el cabello

-También- respondió encogiendose de hombros

Luego estaban sentados sobre la cama del cuarto del rubio y jugaban cartas mientras hablaban de cosas tribiales. Ambos tenían el cabello desordenado y vestían sus respectivas pijamas.

-Entonces... ¿Desde cuando el capitán América sufre de insomnio?- preguntó el castaño jugando con las cartas

-No es muy seguido, sólo pasa a veces, cuando tengo cosas que pensar- soltó el rubio

-¿Se puede saber en que pensabas?- preguntó el castaño mientras tomaba un sorbo de café

-... No creo que el café ayude con el insomnio- dijo Steve cambiando el tema por completo

-No, no ayuda, pero ahora no quiero dormir, me estoy divirtiendo, aquí- dijo Tony encogiendose de hombros e ignorando el brusco cambio de tema

El tiempo pasaba y ambos se habían recostado en la cama, con las manos entrelazadas sobre sus pechos, y seguían hablando en susurros, como pequeños niños que estaban haciendo una travesura y procuraban no ser descubiertos.

-Hey Stevie ¿Qué hora es?- preguntó el genio

El rubio miró el reloj y respondió -Son las cuatro de la mañana Tony-

-Estuvimos hablando desde las once- dijo con un pequeño tono de asombro

-Creo que si... ¿Ya tienes sueño?- preguntó Steve

-Ya Steve- respondió soltando un bostezo -¿puedo dormir aquí? Es que hay frío y no tengo ganas de caminar a mi habitación- dijo soltando pequeñas risas

-Si, pero ¿te das cuenta que parecemos niños?- dijo riendo en voz baja

-Sip, pero es divertido- respondió mientras se acomodaba bajo las sábanas.

Pasó un rato en silencio, hasta que

-¿Steve?- susurró el castaño -¿Ya te dormiste?-

-Sigo despierto- respondió Steve en voz baja

-¿Cuál es tu película favorita?-

-No tengo una película favorita-

Y así terminaron hablando de nuevo, pues disfrutaban la compañia que se hacían.

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