Tierra Media: One Shots

Protegerte II

-No puedo estar aquí sin hacer nada, no cuando Ertha está librando una batalla y no estoy ahí para protegerla- Fili se levantó del suelo mirando a su hermano.

Los gritos de la batalla, los gruñidos, los choques de espadas... Todo eso resultaba ser estresante para el enano.

-¿Y qué hacemos? No hay nada que podamos hacer, hemos intentado convencer a Thorin y no ha habido resultado- Kili suspiró rendido- Yo también temo por ella, y por Bilbo y Bardo y Gandalf... pero ellos son más fuertes de lo que creemos.

-Sí, pero por muy buenos que sean deben estar cansados- dijo Thorin apareciendo. No llevaba ni su corona ni su atuendo de rey, volvía a ser el Thorin de siempre. Thorin Escudo de Roble.

Los enanos lo miraron esperanzados.

-Tío- habló Fili- No me voy a quedar aquí ni un segundo más, voy a salir, a batallar como nunca y a proteger a la mujer que amo más que a nada en este mundo- Thorin alzó la cabeza con una sonrisa de lado, orgulloso de su sobrino- Y nada ni nadie me lo va a impedir.

-Fili, Kili, Balin, Dwalin, Compañía- habló el rey- ¿Me acompañaríais una última vez?

Los enanos se miraron sonrientes, aquel era su rey.

Ertha luchaba contra varios orcos, era rápida y ágil, pero eso no impidió que la joven sufriera alguna herida que otra. Al matarlos escuchó un cuerno, se giró viendo como Thorin y la Compañía se unían a la batalla, listos para acabar con aquellos orcos. Una sonrisa asomó en su rostro, aquel sí era su verdadero rey.

Fili se acercó a ella, ayudándola a matar a todos los orcos que podía.

-Has tardado- se burló la joven.

-Ya conoces el dicho- degolló a un orco- lo bueno se hace de esperar.

-Ahora entiendo muchas cosas- atravesó con su espada el abdomen de un enemigo.

-Yo también- siguió matando- te he estado esperando demasiado tiempo- Ertha no pudo evitar sonreír mientras mataba, adoraba al rubio- Si salimos de esta con vida, te seguiré a donde sea, mujer- la miró guiñándole un ojo.

-Y me lo dices ahora.

Ambos rieron mientras seguían matando. Aunque nunca se habían llegado a declarar antes, no les hacía falta, pues desde el primer momento dejaron en claro lo que sentían el uno por el otro mediante actos y palabras, pero nunca se habían llegado a decir "me gustas" o "estoy enamorado de ti" ni siquiera se habían besado, pero ambos estaban seguros de que lo que sentían era más que una simple amistad.

-¡Fili!- su tío lo llamó.

El rubio se acercó a su tío. La castaña seguía matando como si no hubiese un mañana pues si morían, no habría realmente un mañana. Al girarse vio como Thorin subía a la colina del cuervo, acompañado de sus mejores guerreros: Dwalin, Fili y Kili.

-¡Ohaken!- llamó a su huargo, el cual había estado matando y protegiendo a todos en aquella batalla. El lobo levantó la cabeza en su dirección y corrió hacia ella. Ertha de un saltó se montó en el animal.

-Sigue a esos enanos- dijo.

El animal los siguió a toda velocidad hasta llegar a la cima, donde se encontraba también Bilbo, pero no vio ni a Fili no a Kili.

-Ertha... ¿Qué estás haciendo aquí?- le humana miró al rey.

-Prometí proteger al rey y a su Compañía con mi vida, y eso haré.

-Es una trampa, vienen más orcos- habló el Hobbit.

-Fili, Kili...- murmuró el nombre de sus sobrinos.