Capitulo 2

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Me quedé con Anna en el reino del Sol unos 6 o 7 años, sin duda fueron los mejores años de toda mi vida, estaba con Anna que con el tiempo se convirtió en mi mejor amiga o mi única amiga ya que el resto del mundo me daba por muerta, nos lo pasábamos genial juntas, teníamos el castillo para nosotras solas y todas las noches hablábamos hasta altas horas, aunque como negarlo, no había un minuto del día en que no extrañara a Jack... 

Nunca le conté nada de Jack ni de Cristal a Anna, pero si me preguntaba, cuando nos quedábamos hablando por las noches me preguntaba que si nunca me había enamorado, yo siempre negué pero ella nunca se lo creyó del todo. 

Una tarde normal, o eso creía, llamaron a la puerta del palacio. 

-Corre Jane, escóndete-me susurró Anna 

Corrí hacia las escaleras y me encerré en mi habitación, escuchaba desde allí la voz de Anna dando la bienvenida a una nueva familia que había llegado esta mañana en barco, normalmente no suelo bajar a ver las bienvenidas pero esa vez me picó la curiosidad y bajé a ver. Me escondí en las escaleras de manera que corría el riesgo de que me vieran, de lo que me llegué a enterar es de que era una familia del reino del Este y que a la hija menor le dieron una beca en la universidad por eso se mudaron.

Cuando se fueron bajé corriendo las escaleras y le pregunté a Anna

-Anna, !Anna¡,- Casi no podía respirar 

-¿Qué te pasa Jane? Respira, respira - 

-¿Quienes eran esos?, ¿eran de mi reino?- 

-Tranquila, es una familia, una joven a conseguido una beca aquí y su padre, es viudo, es muy mono ¿sabes?- Ella estaba bromeando pero a mi me molestó un poco 

-!Anna¡- 

-Jajaja, se quedarán aquí una temporada han ido a la universidad, estarán aquí para la cena, no tiene donde quedarse así que les e dicho que no sería molestia- 

-!Pero que has hecho¡ !Me verán¡- 

-Ups, me olvidé de ti, bueno llevas siete años muerta, nadie te reconocerá- 

-Bueno, a lo mejor...-Me interrumpió 

-Es más, quiero que bajes a cenar con nosotros.- 

-¿!Qué?¡ No, ni hablar-

-Si, te recuerdo que soy la reina, la cena estará lista a las ocho y media, más vale no bajar tarde o se te enfriará la comida- 

-¿Enserio me vas a obligar a ir?- 

-Si, y te garantizo que te lo pasarás genial, confía en mi.- 

Estaba muy nerviosa, el único viudo que había en mi reino era mi mayordomo personal, Víctor, que da la casualidad de que la hija siempre soñó con ir a la universidad del Sol, me dio 12 años de buenos servicios, seguro que me reconoce, estaba perdida. Siete años de tapadera al garete.

Falsas esperanzas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora