Capitulo 1

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El inicio de nuestra historia comienza al final, cuando más sufrí sin duda alguna.

Jack salió corriendo hacia mi castillo cuando se enteró de la noticia, cuando entró en mi habitación lo único que vio fue una toga atada a el barrote más alto de mi cama, Jack lloró, mucho, más de lo que yo había llorado por él, quizás sí me amaba de verdad, mi funeral fue bastante triste, todos estaban llorando, vi a Megan abrazando a Cristal y a Hannah y también vi que Jack se quedó, después, cuando todo el mundo se fue, se sentó...y miró fijamente a mi lápida durante horas. Esas imágenes me conmovieron tanto que estuve a punto de salir de mi escondite, sí, tenía un escondite, pues había sufrido tanto en mi vida como reina, que fingí mi propia muerte, la fingí pero estuve a punto de saltar con aquella toga, lo prometo, fui a mi funeral simplemente para ver a mi familia por última vez...

Decidí irme en un barco a un pequeño reino muy muy lejano, del cual conocía a la reina y estaba segura de que ella guardaría mi secreto y me daría un lugar donde pasar la noche.

Me dirigía hacia el reino del Sol, lo llaman así por una leyenda de una princesa perdida.

Me mareo mucho viajando en barcos, pero era la única manera de llegar allí, se me hacía eterno, eran las siete y diez y cuando creí que ya era hora de que anocheciera, eran las siete y cuarto...

Cuando por fin llegué, me dirigí rápidamente hacia el castillo donde estaba mi buena amiga Anna. Anna era la reina, tenia unos gigantes ojos azules al igual que los mios, unas simpáticas pecas una rechoncha nariz unos dientes fuertes y siempre llevaba el pelo recogido dos largas trenzas que le llegaban casi hasta la cintura.

Al verme gritó:

-Ni que hubieras visto un fantasma-Dije para tranquilizarla.

-¡¡Jane!! Que alegría creía que no te volvería a ver, tengo que darle la noticia a Megan!!-

-!No¡ Anna, no quiero que nadie sepa que estoy viva ¿vale?, quiero guardar el secreto-

-¿!Que¡?, pero...¿por qué?

Se lo conté todo:

-¿Y qué puedo hacer por ti?- Me preguntó

-Solo necesito un sitio para pasar la noche-

Yo le hablé de una pequeña casa que había junto a la iglesia, pero ella insistió en darme una habitación en el castillo, dijo que vivía sola, que solo venía gente cuando son nuevos en el reino y vienen a presentarse a la reina, obvio, en conclusión, nadie me vería allí y ella no estaría sola, así que al final cedí, Anna se puso muy contenta de que me quedara con ella.

Falsas esperanzas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora