—Ya me cure —Le respondió Alec mostrándole dónde antes había estado la herida —Tenemos que ir al centro de operaciones.

—Alec todavía no termino de hablar contigo.

—Si como sea —Le respondió Alec saliendo del cuarto. —Vamos Jace nos necesita.

Cuando llegaron Jace y Clary estaban ahí, Clary no paraba de llorar y suspirar. Cómo ha estado haciendo desde que llegó, muy desagradable para el gusto de Alec.

—¿Que le pasa ahora a la niña?

—Oye, no me llamo niña, y secuestraron a Simón

—¿Alguien quiere una taza de Café? —Les pregunto Izzy.

—¿Tu lo hiciste? ¿O solo lo estás sirviendo? —Pregunto Jace

—Solo lo estoy sirviendo

—Entoces si —Respondio Jace

—Si. Yo quiero una taza de cafe —Dijo Alec cruzando los brazos.

—En vez de estar hablando de café deberían estar buscando a Simón

—No podemos salir sin autorización y ¿Quien es Simón? —No recordaba haber conocido a un Simón

—Mi mejor amigo, dijiste que no podía estar aquí y lo llamaste... Mundano

—Asi, el nerd, ni modo es caso perdido —Dijo dando media vuelta pero Izzy lo detuvo, regreso suspirando y pregunto —¿Quien se lo llevo?

—Camille —Respondio Jace, lo que hizo que Alec caminara a la armería tomara su arco y el arcaj de flechas dispuesto a irse.

—Vamos, ¿Que están esperando una invitación formal?

—No, ya vamos —Dijeron todos al mismo tiempo comenzando a ir cada quien por sus armas.

Magnus regreso al bunquer dónde lo esperaban sus invitados. Todos estaban tomando copas de vino, algunos se habían dormido.

—Hey, Magnus, Valentine no puede entrar aquí ¿Cierto?

—No, los guardias harán hasta lo imposible porque no entren y eso suponiendo que encuentre el búnquer. Estamos a salvó.

Magnus saludo a todos sus invitados desde luego todos eran brujos escondidos de Valentine y el círculo. Quienes los estaban cazando.

Un mensaje de fuego llegó a sus manos, lo abrió dentro había una carta de, para su sorpresa, Alec.

Magnus
Lamento haber huido anoche, solo quiero que sepas que estoy bien, y preferiría que no hablaras con nadie de lo que pasó, se que lo nuestro aún no significa nada, pero para asegurarme quiero decirte que lo de anoche no significó nada, yo no soy gay.

Adiós...

Alec

Se le salieron algunas lágrimas, no podía creer que en serio Alec hubiera hecho eso. "No significó nada", pero para Magnus eso sí había significado algo y estaba dispuesto a todo con tal de lograr que Alec se enamorara de él.

Arrugó el papel, justo antes de abrir un portal, lo cruzó saliendo del búnquer. Estaba de nuevo en Nueva York, se dirigió al instituto Shadowhunter. Cuando llegó Alec y otros Shadowhunters salieron dirigiéndose a sabrá Dios donde.

Estaba dispuesto a acercarse cuando de la nada apareció un portal debajo de sus pies que lo llevo a el mundo de las hadas.

La reina lo miraba seriamente, estaba molesta debía de haber averiguado que había usado sus poderes en ella.

—Me decepcionas Magnus Bane, te recuerdo que llevo mucho tiempo aquí crees que no tengo defensas para un conjuro tan débil como el que hiciste. Además recuerdo haberte dicho que no hicieras nada. Pero tú ignoraste mis palabras por completo, eso explica por qué te rechazó —Añadio la hada pelirroja con malicia

—Usted no tiene derecho a criticarme.

—Para tu desgracia si tengo derecho, y escúchame bien, debido a que usaste tus poderes en mi, el precio será un favor, yo te llamaré cuando necesite ese favor. Ahora jura por tu eternidad que cumplirás el trato. Es eso o la ejecución. —Le advirtió la reina a Magnus quien estaba totalmente enredado con la Vitis Viritas.

—Lo prometo —Grito Magnus soltando un suspiro cuando la enredadera lo soltó.

—Bien ahora más te vale alejarte del Shadowhunter o lo pagarás caro

—Con su permiso —Dijo Magnus antes de salir de ahí por un portal. Su departamento estaba casi destruido

—¿Dónde has estado? —Le pregunto Camille, estaba acostada sobre el sofá. —Unos Shadowhunters atacaron el hotel dumort para llevarse a el humano, tal parece que la hija de Valentine no tiene ni idea de donde está la copa mortal.

MALEC/ Primera parte: ALECWhere stories live. Discover now