Sabía perfectamente lo violento que podía llegar a ser su amado Don Gato, era todo un espartano. Moría de ganas por verlo arañar una y otra vez la cara de su visita.

—Yo tengo dos gatitos en casa, si alguna vez llegas a ir seguro y te encariñaras muy rápido de ellos —decía Rubén, mientras se aproximaba peligrosamente al gato negro—, ellos también son un amor.

Para este punto, Raúl no podía ocultar su sonrisa llena de maldad, pero está se esfumó por completo una vez que su hijo no atacará a la visita, si no todo lo contrario, pues incluso había dejado que Rubén lo cargará.

—Pero mira que cosita más mona —soltó Rubén, con mucha ternura, mientras arrullaba a Don Gato—. Pero que cosita más tiernas eres.

—Creo que ya debes dejarlo, se marea muy fácilmente —dijo Raúl, decepcionado por el blando comportamiento de Don Gato. Tomo a su mascota en brazos, pero enseguida esté lo arañó— ¿Ves? Ya estaba muy mareado.

—¿No te duele? —preguntó el más alto, apuntando a tremendos arañones que el felino había dejado en el brazo de Raúl.

—Para nada, él se marea con frecuencia, ya estoy acostumbrado —aseguro, antes de volver a comer su exquisita sopa instantánea bien desabrida.

—¿Seguro? Eso se ve algo grabé.

—Estoy perfectamente bien —insistio.

—Creo que deberías desinfectar la herida —propuso—. Podría infectarse y ser algo más grabé, sin importar si te duele o no.

El más bajo rodó los ojos y se puso de pie, para dirigirse al baño, y para su mala suerte; era seguido por Rubén.

—Puedo lavarme el brazo yo solo —soltó Raúl, un poco harto de toda esa situación—, además, tu sopita va a enfriarse.

—Venga tío, vine para pasar la tarde contigo, no para comer caldo de pollo —informo el contrario, siguiendo al mayor—, lo que sería fácil si no hicieras como si quisieras evitarme.

—No, esto sería más fácil si hubieras evitado la maldita invitación de Jaume —aclaró Raúl, empezando a perder la paciencia.

—Si no me querías aquí, simplemente pudiste decirlo —dijo algo decepcionado—, "oye, Rubén, ¿Sabes que? No te quiero en mi casa" y yo no estaría aquí, pero de verdad quería que fuéramos amigos.

—Por favor, es obvio que aceptaste la invitación por comida gratis —aseguro el mayor, deteniendo su paso para voltear y encarar a Rubén.

—¿Quien en su sano juicio aceptaría una invitación por caldo de pollo gratis? El caldo ni siquiera es tan bueno —dijo, poniéndose a la defensiva.

—¡Entonces no tenías ni una puta razón para venir, pero aún así estás aquí! ¡¿Porque?! —exclamo más que molesto. Tenía demasiado coraje guardado que simplemente termino explotando.

—¡No me grites, yo no quiero gritarte! ¡Solo quería ser tu amigo! —solto, subiendo cada vez más el volumen, al igual que Raúl.

—¡¿Por qué cojones querrías ser mi amigo?! —siguio con más molestia que antes.

—¡Porque creo que eres muy interesante a tu manera! ¡Que actúas como que odias a todos pero eres un tierno pastelito en el fondo, de esos que tienen mucho glaseado y chispitas! —explico.

—¡No me llames pastelito! —ordeno, sin bajar el volumen, pues en esos momentos solo quería estar molesto.

—¡¿Podemos dejar de gritar?! ¡Me empieza a doler la garganta! —pidió, bajando cada vez más el volumen.

—¡No! ¡Yo quiero seguir gritando! —aclaró Raúl, cruzado de brazos.

—¡¿Y porque coño quieres estar gritando?! ¡¿No se te cansa la garganta?! —preguntó, sintiendo como si se fuera a quedar sin voz.

—¡Quiero gritar porque estoy muy molesto!

—¡¿Y porque estás tan molesto?!

—¡¿Porque?! ¡¿De verdad me estás preguntando porque?! —solto con la cara completa roja del coraje.

—¡Si! ¡Creo que eso pregunté!

—¡Porque mis días son una mierda, todo siempre me sale mal! ¡Entre a un puto club de mierda lleno de raros! ¡Casi me matas del susto en un baño! —empezó a enumerar sus desgracias— ¡Estoy atrapado aquí contigo solo porque Jaume me gasto una broma! ¡Mi gato te quiere más a ti que a mí! ¡Todos mis amigos creen que soy gay porque me gusta Justin Bieber y mi mamá incluso cree que eres mi pareja! 

—¡Es bueno que sueltes todo eso! ¡Debió de ser horrible cargar con todo ese enojo! ¡¿Pero ya podemos dejar de gritar?!

—¡NO!

—¡¿Porque?!

—¡Porque no quiero dejar de estar molesto! —contesto, y no dijo nada más.

Ninguno dijo nada más. Raúl ya no tenía de que quejarse, y no quería admitir que de cierta forma gritar le había servido de algo, menos porque lo había gritado frente de Rubén.

—¿Sabes? Esto es algo así como nuestra primera discusión de pareja —comentó Rubén, pero se apresuro a corregir su comentario cuando Raúl no miro molesto—. Una discusión de una buena pareja de amigos.
















Que bonito se siente escribir una discusión de una pareja que no es una pareja ㅇㅅㅇ)/

*Aclaraciónes*

-Rubén si pensó en llevarse una maceta umu

-La mami de Raúl hizo sopa instantánea porque no iba a descongelar el pollo solo por qué al niño se le antojo caldito :^

-La garganta de Rubén terminó hecha garras ㅠ ㅅ ㅠ

Hasta aquí el capítulo de hoy, recuerden que está Moru greñuda los ama un chingo (≧▽≦)

"The drama club" 🌼 rubiusplayWhere stories live. Discover now