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•Clarissa•

6:30 a.m.

Han pasado veinticuatro horas desde que llegamos a casa y aún resiento la resaca.
Ahora mismo me encuentro en nuestro centro de trabajo. Aquí se lleva acabo la mayor parte de las operaciones de la mafia, se moviliza la droga, las armas y se capacitan a los nuevos.
Camino hasta la sala de cómputo con unos lentes de sol puestos y una taza de café en la mano.

–ustedes pasaron la prueba definitiva de admisión pero aún así estarán bajo supervisión durante algunos meses y sobre todo, falta que el jefe les dé el visto bueno. –veo como Gaz termina de darles la charla a los nuevos en el área de cómputo, solo son 6 e incluso eso es mucho.

–bien, ya estoy aquí. –digo caminando hacía donde esta el y me paro a su lado, todos me miran confundidos.

–como hemos mencionado desde un inicio... Una vez que entran, no hay manera de salir.

–a menos que sea en una bolsa negra. –me sincero.

–ustedes están aquí por elección. Así que lideraremos con los golpes.

–ahora trabajan para nosotros, así que harán lo que les digamos y lo harán al pie de la letra. No toleramos desobediencia ni fallas. Tan solo hace falta una mínima falla y nos hundimos todos juntos. ¿Entendido?

–entendido. –dicen todos al uno mismo.

–disculpa. Ya todos aquí conocemos a Gareth pero ¿quien eres tú? –pregunta uno de ellos.

–yo... soy la jefa. –me quito los lentes de sol y les dedico una sonrisa algo prepotente.

De inmediato una expresión de sorpresa e impacto de plasma en los rostros de todos y cada uno.

–nunca pasa de moda –le digo a Gaz con una sonrisa.

–Así es, Clarissa D'angelo, billonaria italiana, figura pública, todos sabemos eso. Y ahora trabajan para ella. De ahora en adelante se referirán a ella como "Señorita D'angelo"

–ustedes están aquí porque han demostrado estar a la altura pero aún falta pulirlos para que se integren a la perfección. Como Gaz les ha dicho, una vez que entran no se puede salir así que no espero menos que un trabajo impecable ya que si no es así, abra consecuencia irreparables. ¿Entendido?

–si... –los escucho decir por lo bajo.

–¿perdón?

–si, señorita D'angelo.

–bien.

–ahora... como verán, hemos preparado un equipo para cada uno –Gaz señala las computadoras situadas junto a el– solo hay un archivo existente en cada uno. Su trabajo es des encriptarlo, tienen 10 minutos...

Gaz y yo tomamos asiento y esperamos algún resultado.

–¿Les ves futuro aquí? –le susurro por lo bajo a Gaz.

–son muy buenos, algunos tiene mejores aptitudes que otros.

–¿quien es el mejor?

–Jacob. El de ahí. –señala a un chico rubio– tiene 19 años y es todo un genio. Pero es un rebelde sin causa, dudo su capacidad de seguir órdenes.

MAFIA; the heiress of the devil.Where stories live. Discover now