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Bien, había que relajarse. Que por accidente sus labios se hayan estampado con los de Daichi al abrir la puerta al mismo tiempo que él no era para ilusionarse ¿o si?... Pero es que dios...a continuación Daichi le estaba comiendo la boca y era sumamente bueno en ello.

Los clientes esperarían después, tenía mucha tensión sexual con Daichi desde la primera vez que lo vio y no quería perderse esta oportunidad de tenerlo pegado a sus labios bien dulces. Y no quería ser el débil tampoco, así que empujó al moreno nuevamente a la sala y cerró la puerta, para luego acorralar al mayor ante la puerta, asegurándose que estuviera bien cerrada. Sonrió triunfal tras esto y lo observó con unos ojos tan... Lascivos, que no se veían casi nunca.

- Oh Daichi...eres muy, muy sensual...no sabes cuantas veces he querido besarte, pensé que era un sueño

- fue un accidente pero yo...¿Qué? ¿Espera que?

- callate Daichi...

Continuó besando al moreno con lentitud y cariño, con esa ternura que el contrario emanaba, hasta que sintió como fue correspondido por este cuando lo tomó por la cintura fuertemente y su espalda chocaba con la puerta ahora. ¡Ah! Eso, le encantaba, le encantaba, lo amaba. ¿Ser acorralado? Tal vez un poquito, Daichi era bien dominante al parecer.

Siguieron besándose. Besos largos que subían de tono, besos que no querían ser separados, con ese característico sonido de chaspoteo húmedo y algo caliente...
Tras separarse después por la maldita falta de aire, se quedó abrazando al moreno por los hombros, dándole pequeños besitos en una de sus mejillas sonrojadas. Es como si después de toda esa dominación, Daichi volvía a su forma pacífica y amable, por esa razón de que sus dedos acariciaba con delicadeza su espalda.

-...¿Ahora que?

Estaba algo dudoso eso si. Habían chocado, quizás fue un momento para otro, solo un beso erróneo...no quería pensarlo, pero se sentía inseguro después de mostrarse tan abiertamente interesado en Daichi. ¿Que haría?

- Daichi yo...

- Sugawara, no fue un error. Digo, o sea, fue un beso por accidente pero... ¿Crees que me hubiera alejado? Te estaba comiendo la boca literalmente, no me molesta - confesó abierta y sinceramente -

- ¿de verdad?

- de verdad... En realidad yo, también quería besarte alguna vez, digo, yo... Creo que ese beso accidental derramó el agua del vaso ¿no?

El albino rió y si que eso le hizo sentir mariposas en el estómago. Una risita tan tierna y cantarina mostrando esos dientes limpios y perfectos. No pudo evitar sonreí también.

- supongo que si... Entonces, espera ¿te gusto?

- en verdad, te mentí.

El chico se asustó. ¡Ah esa no eran las palabras!

- no, no, quiero decir, mentí de que me habían despedido de mi trabajo anterior que nunca existió. Fui un maldito acosador desde que abriste la cafetería. Te miraba todos los días desde lejos, el como sonreías a los demás y te mostraba amable ante los clientes... Me encanta tu forma de ser. Y cuando vi el cartel me dije que era mi oportunidad de acercarme a ti.

- oh vaya...

- entonces... Bueno, esa vez que te pusiste celoso...

- no estaba celoso - se cruzó de brazos y formó una mueca en sus labios -

-... Cuando te pusiste celoso de verdad que me estaba esforzando de no atacarte y besarte por todos lados. Me contuve un montón, estuve tan confundido...

- y-yo igual... Digo, o sea, pensé que sólo había sido una buena actuación tuya pero... ¿Era de verdad?

Daichi lo miró en silencio por unos instantes, terminando por asentir derrotado. No podía más con el amor tan grande y oculto que le tenía al chico.

- si...de verdad que quería tenerte asi en mis brazos. De verdad tu valentía me derritió, chocolatito blanco

Oh ese apodo, ese cursi apodo, lo volvía tan loco, que volvió a besarlo encaramandose en el fuerte cuerpo del castaño. Quería tanto de él, que le dijera eso tantas veces. Estaba loco, muy loco.

- Daichi... Eres mi chocolate preferido...

- ¿ah si? ¿Soy el chocolate café, chocolate blanco?

Malditamente cursi.

- totalmente... Sigue besándome Daichi, no sabes cuanto he esperado esto...


💕🍫

-Entonces...¿Es así como se hicieron novios? - preguntó un raramente interesado Kageyama, que abrazaba por los hombros a un emocionado pelirrojo qie escuchaba con atención a la pareja -

- si, técnicamente desde el principio nos amábamos pero bueno, cuando uno cree que no es correspondido es tan ciego y te da mucha inseguridad al como resultarán las cosas...

- ¡exacto mis polluelos!

- tan cursis, nunca creí que fueran pareja - habló esta vez el rubio -

- ¿disculpa poste con patas? Tu también eres un cursi con Yamaguchi - atacó Kageyama - al menos yo si me controlo, no como tú

- ¿qué? Pero si eres todo un posesivo con Hinata. Eres un estúpido

- idiota

- poste

- estúpido rey amargado

- jirafa con lentes

- ya basta niños... ¡O si no les bajaré el sueldo! Ahora vayan a trabajar porque ya vamos abrir ¿si? - y ahi volvía ese temperamento tan maternal. Una madre malvada primero y después volvía a ese lado cariñoso y amable como el relato que ellos le contaron a los más jóvenes. Después al rato, los chicos volvieron a su trabajo, mientras él como el principio de los tiempos, atendía la barra -

- de verdad es muy linda su historia Sugawara- San. Fuimos bien idiotas por no darnos cuenta que ustedes salian, exceptuando Yamaguchi que los pilló - mencionó el de cabellos anaranjados mientras comia su pay de limón, servido especialmente por su novio - ¿ama mucho a Daichi? - preguntó con cariño mientras miraba a su apreciado Kageyama -

- demasiado... Es mi chocolate preferido...

Suspiraron ambos finalmente, con la mirada atenta a la espalda de Daichi, que cuando sus miradas se conectaron, sonrió agradecido de tener a un hombre tan hermoso a su lado. Estaba tan... Estúpidamente enamorado.

Fin
🍫💕

Bueno, ahí esta el apreciado final Sniff...quizás haya un extra de como contrataron (adoptaron cofcof) a los otros, pero por ahora este es su final 🏳️‍🌈✨




ChocolatesWhere stories live. Discover now