𝖎𝖎. 𝙵𝚛𝚞𝚜𝚝𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗.

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COSMIN HOFER, MÁS CONOCIDO COMO COS, era un muchacho de familia Rumana. Le apasionaban los dragones pero luego de sentir la primera quemadura lo reconsideró y decidió que no era lo suyo, entonces tomó la segunda opción que tenía.

Ser un Mago Golpeador era lo que más le identificaba y su segunda pasión más grande, destacaba por ser bastante impulsivo y por sus hechizos, que tenían gran alcance. En la academia se hizo amigo de dos chicos potenciales, una tenía un carácter bastante vivaz y aveces él solía compararla con un Dragón, el otro era era bastante optimista, y tenía complejo de héroe.

En una expedición, se encontraron con una Mantícora, la cual devoró a Nicoleta, y no pudieron interferir, era imposible en niveles inimaginables. Vasile y Cosmin intentaron aparecerse lejos del lugar, y ambos sufrieron despartición, Vasile más severa y no sobrevivió, Cosmin estuvo un mes en el Hospital y además de las terribles cicatrices y la espantosa noticia de que Vasile no había sobrevivido, también se quedó con el terrible recuerdo de la Mantícora devorando el cuerpo de su amiga.

—Cos... Dulce Cos, ¿De nuevo pensando lo mismo?

—Deberías enseñarme oclumancia, Morgana. Temo que no seas la única que entra a mi mente.

—No entré, sólo tu expresión me lo dijo todo.

—Me incomoda ir a ese lugar vestido de este modo. —comenta Xavier. —Es decir, iremos a un sitio posiblemente repleto de Dragones con trajes hechos con piel de Dragón.

—No tenemos tiempo para ser animalistas, Xavier. Solucionemos ese problema con el tal Charles y regresemos a Londres por el remplazo de Warren. —mangoneó Ezra. —¡ARRIBA!

—La escoba no tiene la culpa de tu malhumor. —chincha la bruja.

—Tampoco hay tiempo para defensores de escobas, defensores de nada. Andando.

Los cuatro magos se subieron a sus escobas y volaron hasta el refugio de Dragones que se encontraba en las montañas de Brasov. A Cosmin le daba melancolía volar por esos cielos, Xavier estaba bastante preocupado, Ezra maldecía internamente por el frío Europeo, mientras que a Morgana le parecía increíble el paisaje, y después de quince minutos en el aire llegaron por fin al destino.

—¡Cos, amigo! No esperaba tu visita, al menos hubieras enviado una lechuza. —saluda un hombre pelirrojo mientras que ve a los cuatro magos entrando en su oficina. —¡Me alegra que aún seas Golpeador! ¿Quienes son tus amigos?

—Son parte de mi escuadrón, pero no tenemos mucho tiempo, Charly. Debemos estar en Londres para mañana, como sabrás son tiempos de locos.

—Claro, lo sé. ¿Y a qué venías?

—Quería saber si tenías alguna Dragón recién parida.

—¡Vaya! Sí, justamente hace tres semanas parió una, siete huevos.

—¿Y cuántos les faltan? —interrumpe Ezra.

—¿Cómo que cuantos nos faltan? No nos falta ninguno.

—Verás, Charly...

—¡Oh, si que les falta! Y más de uno, tenemos nuestro informante, y más de un huevo de Dragón fue vendido allá fuera.

—Pues su informante, les dio información falsa, a principio de esta semana revisamos y todos los huevos estaban.

«Si le dices que una vidente te lo dijo nos echará de aquí.» Escuchó Ezra en su cabeza.

—Eso fue un lunes, hoy es viernes.

—Charly, sólo vuelve a revisar, aunque sea por descarte.

𝐑𝐄𝐕𝐄𝐋𝐈𝐎² ┊ ᵗʰⁱʳᵈ ᵍᵉⁿᵉʳᵃᵗⁱᵒⁿ  [PAUSADA] Where stories live. Discover now