Ethereal ✦ larry au! | ✓

Única parte

Es aproximadamente la una y treinta minutos ‪de la madrugada y Harry no puede dormir. Al menos, no lo ha conseguido apropiadamente desde hace unos cuatro o cinco días por ahí y no tiene idea alguna de cómo es que eso ha sucedido.

Supone que tiene insomnio, o algo parecido, aunque eso no lo tiene por seguro porque no ha tenido tiempo para ir a ningún especialista que le diga qué le pasa exactamente y por qué ya no es capaz de perder la consciencia durante aproximadamente ocho horas o un poco más si la vida fuese mejor con él.

Tiene varias teorías al respecto, algunas han sido sacadas de Internet a pesar de que ciertamente no son las más confiables de todas, pero la que más le parece convincente y tiene todo el sentido del mundo es el hecho de que está en la Universidad, en su tercer año a punto de terminar, a literalmente dos días de iniciar la semana sus segundos exámenes parciales.

Es el estrés, definitivamente, casi no tiene duda alguna de ello y la verdad es que es algo así como un alivio el saber por lo menos, la posible razón de su insomnio. No es como que saberlo vaya a arreglar el problema, porque hasta ahora no lo ha hecho y Harry no está durmiendo absolutamente nada, pero por lo menos ya no tiene que pasarse las horas preguntándose el por qué.

Ha dejado de hacerlo hace unos cuantos días y ha afrontado su destino o algo parecido, y se ha pasado los días sentándose en el balcón de su departamento para pasarse el tiempo allí en la espera de que se sienta somnoliento o salga el sol. Cualquiera ‪de las dos opciones es suficiente para él, pero últimamente la segunda es la que ha estado ocurriendo sin que pueda evitarlo.

Al menos tiene la oportunidad de presenciar los bonitos amaneceres y la manera en la que el cielo se pone rosado lentamente, para luego cambiar a un naranja bellísimo y después acabar en ese azul que le hace saber que definitivamente ha empezado el día y él no ha dormido ni un solo minuto y que extrañamente no se siente ni un poco cansado.

Es extraño, no sabe de dónde saca la energía para seguir con vida, pero lo hace. Y eso es un poco más que suficiente para él.

Ha intentado tomar infusiones para ver si así concilia el sueño, no obstante, lo único que han logrado es hacerle pensar de manera más profunda y aún así sin demasiado sentido. No le han funcionado en absoluto, aquellas bebidas recomendadas no han sido capaces de ayudarlo con su problema y sabe que tarde o temprano tendrá que ir al médico para poder resolver esto.

Sabe que lo hará tarde, cuando salga de vacaciones del cuatrimestre universitario y tenga tiempo para dedicarse a ese tipo de cosas. Hasta entonces, tendrá que conformarse con ser esta especie de abominación no somnolienta y hacer todo lo posible por no sufrir de un paro cardíaco por cualquier cosa que lo tenga de los nervios, como sus exámenes próximos, por ejemplo.

Hoy no es un día demasiado diferente de los pasados.

La medianoche ha pasado hace probablemente quince minutos o más, el silencio de la ciudad se introduce en su departamento con una lentitud tan pulcra que se siente incluso un tanto espeluznante el tener todo a su alrededor tan callado y tranquilo; le gusta, sin embargo, y no se preocupa demasiado por el pequeño revolcón de tripas que tiene en alguna parte baja del estómago sin razón aparente.

Un largo suspiro escapa de sus labios y se aparta el mechón de cabello rizo que se le cruza por los ojos cuando enciende la estufa. El agua para su té empieza a calentarse y Harry arrastra los pies cubiertos por sus sandalias hacia su habitación de tamaño promedio.

Sobre la cama tiene unos cuantos libros de texto de sus clases de redacción teatral, algunos son parte del programa universitario, otros son de los que ha adquirido para conocimiento general, porque si, Harry está estudiando artes escénicas de manera muy orgullosa aun cuando su sueño en realidad es ser algo así como escritor de obras de teatro y de vez en cuando participar en ellas