TERCERA PARTE DE GREEK GODS:
"Hermes : El mensajero de los Dioses"
El corazón de Hermes esta roto ... ¿Y a donde lo llevó eso?
A entrar a un bar, hacerse amigo de una barman y acostarse con ella, todo en una misma noche.
Faith Decker.
Ella es todo l...
—No deberías estar aquí. —Pronuncia Hermes al verme ingresar a su habitación.
Con rapidez logro meterme dentro de las sabanas, provocándole una risa corta.
El lleva solo pantalones para dormir, su pecho está descubiertos y en mi mente ya vuelan los pensamientos pecaminosos.
—Y heme aquí.
Me da una sonrisa tranquila. —Te quiero, Faith, pero no quiero faltarle el respeto a la casa de tus padres.
—¿Hermes siendo correcto? ¿Qué sigue?¿Zeus virgen?. —Pregunto y sonríe, me roba un beso suave.
Se aparta despacio.
—Te aseguró que ellos dos están faltándole el respeto a la casa de mis padres, claro, después de que Harley se termine el helado.
—¿Helado?
—Tiene antojos.
—Uhmm.
Y según lo que he hablado con ella, seguro tendrá antojos de coger después, aunque eso hace feliz a la polla de mi hermano.
—Puedes faltarme el respeto también. —Lo beso y muerdo su labio. —Si deseas..
La mano de Hermes cubre mi rostro y nuestras manos comenzando a viajar por nuestros cuerpo, en medio de ese beso.
Toco ese duro torso y no me detengo hasta llegar a los pantalones de dormir, mi mente fantasea y me encanta sentir la dureza de sus abdominales, pero la sensación no es nada igual cuando ya he llegado a su polla erecta.
—Faith...
—Tócame.. —Le pido al sentir como luchan sus manos para no bajar a mi entrepierna.
Gimo.
—Tocarme, Trevor. —Pido otra vez y casi al instante siento su mano sobre mi vientre.
Mi estómago se aprieta y mi corazón palpita con fuerza, los dedos de mi novio viajan y cada segundo tan cerca de mi vagina, lo vuelve excitante.
Jadeo cuando sus dedos llegan, los míos rodean su polla.
Nos tocamos juntos y aunque no hubo sexo como tal, aún así, Hermes me hizo tocar el cielo.
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—Harley...
Con sorpresa veo a mi amiga, su cabello está sujeto en un moño y lleva el mandil de cocina, también hay harina en sus mejillas.
