Capítulo 4 - Noticas inesperadas

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"Tenemos que hablar" resonaba sin cesar en la cabeza de Seth.

Aquellas palabras se le clavaron tan profundamente que, a los pocos ciclos, le provocó malestar. Tenía entendido, por sus amigos, que cada vez que una chica les decía que tenían que hablar hacía referencia a tratar un tema desagradable. Pero ¿de qué tenían que hablar ellos dos? Se preguntaba el pelinegro. Apenas se dirigían palabras porque Laia siempre pasaba de él. Había veces que la pillaba mirándole mientras comían o en la única clase que tenían en común los dos, pero siempre que él se daba cuenta, ella quitaba la mirada al instante. Luego empezaba a tocarse el mismo mechón de pelo, aquel hermoso cabello rosáceo.

Si intentaba llamar la atención de él, ya lo había conseguido desde la primera vez que la vio por la escuela. Fue como en la típica historia de amor en la que uno se enamora a primera vista: Seth estaba apartado en un lado del pasillo acompañado de una chica de Fuego mucho mayor que él, la cual intentaba seducir con sus armas de inexperto. En ese momento, Laia pasó por su lado con su perfecto uniforme negro pegado a su maravilloso cuerpo y su deslumbrante melena rosada ondeando al viento. El pelinegro no pudo evitar clavar la mirada en aquella preciosa chica y salir tras de ella, dejando tirada a la otra chica que no daba su brazo a torcer. Desde ese día no pudo pensar en una chica más que en ella, haciendo que solo quisiera a las demás para el simple placer carnal.

Seth se quedó mirando a los penetrantes ojos verdosos de la chica, aquellos que hacía aproximadamente una hora habían empezado a mostrar, inexplicablemente, preocupación por su persona. Laia cogió su mechón de pelo y, como siempre, empezó a tocarlo compulsivamente. Las ganas de tocar la melena de la Líder de Tierra aumentaron, parecía un pelo sedoso, suave y agradable al tacto, sin hablar del posible apetitoso aroma que podía tener. Laia carraspeó la garganta para llamar la atención de éste para bajarle de la luna, pues llevaba casi medio minuto mirándola sin pestañear.

–Seth, Vicent me lo ha contado todo– y dejó caer la bomba como si nada. Seth arrugo su frente y tensó sus labios, volviéndolos más finos de lo que eran. El corazón se le llegó a detener incluso.

¿Es que no le había dejado claro que no tenía que contarle lo que había pasado a nadie? Y menos a ella. Seth sentía la necesidad de parecer un chico bueno delante de ésta, pero ahora... era todo lo contrario ante los ojos de la chica si de verdad conocía el percance de ayer. Laia, al ver la reacción del contrario, mordió su labio crispada.

–¿Es que no tienes vergüenza? –preguntó, aunque sin rastro de agresividad o desprecio–Deberías dejar de hacer estas tonterías de niño chico, estás en noveno año y eres Líder de Fuego–siguió explicando la chica mientras intentaba sonar más dura y ponerle veneno en sus palabras. No podía evitar ser un trozo de pan con los demás–¡Tienes que madurar ya! –exclamó.

–¿Qué? –aquello pilló por sorpresa a Seth sin lograr comprender sus palabras. Parecía como si conociera todas las maldades que se dedicaba a hacer por la escuela. Pero aquello sonaba imposible, había intentado por todos los medios que no fuera así. ¿Y si también conocía a cuantas chicas se había tirado o lo había intentado al menos? Deseaba que no fuera así–¿A qué viene esto? –preguntó a la defensiva intentando llevar el tema a otro punto el cual no le salpicase tanto.

–A que eres un maldito inmaduro que solo sabe acostarse con chicas cuando siente que las cosas se le van de las manos. Siempre estás huyendo de los problemas por la vía más fácil que conoces– dijo de forma cortante Laia, ahora enfadada. Le había costado admitir el gran defecto que tenía el pelinegro. Las palabras atragantaron a Seth y enmudeció por completo. Sus peores temores se estaban materializando.

–¿Y a ti que te importa? – Respondió a la defensiva después de un tiempo notable, el cual se lo pasó pensando qué excusa poner. Las heridas volvieron a resentirse pero aguantó estoicamente el dolor.

Mariposas de fuegoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن