Let's us Remember |2da TtL|

13- Yo te la di

Mis ojos pesan pero no es de cansancio ni sueño, es de hinchados, estuve toda la noche llorando, sabiendo perfectamente que alguna de las otras habitaciones esta Damon

Me pongo de pie y me dirijo a la ducha, dejo que el agua baje por mi cuerpo, desde mi cabeza hasta la punto de los pies, deslizo mi mano por mi cuello, y recuerdo la cadena

Cuando voy para la cocina por un vaso de sangre, anhelando no encontrarme ni con Damon ni con Caroline, también la trate mal, pero como Dios siempre escucha mis suplicas… ¡gracias Dios!

            -¿Podemos hablar?- su expresión es dura pero no deja de ser mi Damon divertido

            -Si- susurre apenas audible, pero el lo escucho

Tomo mi mano y el contacto de su piel con la mía hace que mi corazón ruja contra las costillas, mi respiración se acelera y el pánico me invade, ¿Por qué lo amo tanto?

Estamos bajo unos arboles, sentados en la hiedra del jardín de la gran mansión Mikaelson, ninguno ha dicho alguna palabra, mas que vampiros parasemos dos pequeños niños sin saber que hacer

            -Anoche hable con Stefan- dice al fin, levanto mi vista y dejo de mover los dedos para ponerle atención – me contó que cuando te vi por primera vez mi humanidad se encendió- unas ganas de sacar la coacción me invaden, pero me retracto- que fuimos juntos a un baile- apretó mis labios- que nos pillo besándonos- una risa acompañada de un sollozo sale de mi boca- ¿todo eso es cierto?- su pregunta me toma por sorpresa- suena como una maravilla

            -Era una maravilla- deslizo rápidamente el dorso de mi mano por mis mejillas alejando las lágrimas- me estrujaste contra la pared, dejándome sin respiración solo por mirarme a los ojos, te presentaste como el dueño de la habitación- reí suavemente, una pequeña sonrisa se asoma en la comisura de sus labios- todo era verdad- cierro los ojos y suspiro- la única mentira era que yo no era Adeline si no que era la hija de tu enemigo

Apretó los ojos y muerdo mi labio inferior fuertemente, quiero llorar, quiero llorar mucho, pero todas esas ganas se van al momento que siento sus largos dedos en mi mejilla, lo miro y su mirada esta relajada, de pronto su mano viaja a su cuello y acaricia la cadena sin percatarse

            -¿No te la sacas?- pregunte mirando aquella joya que un día colgó de mi cuello

            -No- hunde sus hombros- siento que tengo que llevarla conmigo, siento que me une a algo- una sonría esta dibujada en mi rostro- ¿tu?

            -Te la di yo- mis dedos la toman sin sacarla de su cuello- el día que te dije la verdad- mi aliento choca con su cuello y lo noto tensarle, así que me retiro- te dije ‘’solo sácatela cuando dejes de amarme’’

No respondió y yo no formulo algún comentario al respecto, simplemente nos observamos, el uno al otro, a los ojos, buscando alguna respuesta

            -¿Sabes que es jodido?- fruncí el ceño y negué rápidamente- que todo el mundo conozca nuestra relación, que me hablen de ella como si la hubieran vivido- aprieta los dientes- y yo no pueda ni recordar cuando te conocí

Quiero decirle que todo estará bien, pero no lo hago, me guardo esas palabras para mi, para cuando de verdad necesite decirlas