CAPÍTULO IX. SECRETOS

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⚜𝑶𝒉, 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒖𝒕 𝒂 𝒑𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐⚜

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⚜𝑶𝒉, 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒃𝒖𝒕 𝒂 𝒑𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐⚜

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Las antorchas de la mesa de piedra solo aumentaban el temor y el horror a la muerte. Sus ojos se llenaron de pánico cuando el dolor de la cortada les sorprendió de inmediato, dolía peor que el infierno mismo. Edmund y Hermione soltaron un grito mientras los mortífagos reían y se deleitaban con su sufrimiento.

—El señor tenebroso estará sumamente complacido.

El mortífago de aspecto redondo sacó un par de frascos de vidrio donde vació el hilo de sangre que caía de las manos de la bruja y el rey.

—Pero aún falta la sangre de los demás herederos de Arturo y de Merlín—comentó el mortífago delgado.

—¡Hay que asesinarlos!. Avada...

—¡No idiota!. El señor tenebroso los quiere con vida a todos ellos—le arrebató su varita a su compañero para que no pudiese terminar el maleficio.

La mirada de Hermione iba de un lado a otro en busca de cualquier objeto que pudiese ayudarles pero nada o nadie acudiría a su auxilio... ¿O si?.

—¿Entonces que hacemos con ellos?.

—Hay que encerrarlos y torturarlos hasta la locura—determinó con una evidente sed de sangre en su voz.

Los mortífagos se giraron hacia ellos con maldad y ansiedad, y justo cuando levantaron las puntas de sus varitas hacia ellos...

Un rayo azul los golpeó con estruendo, haciéndolos volar por los cielos hasta golpearse fuertemente de espaldas contra uno de los pilares de piedra del lugar.

Una aura blanca y azul celeste envolvió al profesor Dumbledore, quien se alzaba ante los ojos de la bruja y el rey como su salvador. El profesor acudió hacia ellos mientras los mortífagos se quejaban y rodaban por el suelo.
Les retiró la mordaza así como las cadenas.

—Levántense muchachos, necesitamos irnos—les ayudó a incorporarse mientras les devolvía sus varitas.

—Gracias profesor, nos ha salvado—agradecieron a la vez.

El profesor esbozó una efímera sonrisa pues el instante de paz se vio interrumpido cuando uno de los mortífagos se puso de pie, apuntando su varita hacia ellos.

—¡Expeliarmus!—lanzó su encantamiento el enemigo.

Sin dudarlo Edmund siguió el valiente y noble impulso de su corazón, el cual lo guió a lanzarse sobre el profesor para interponerse entre el rayo del hechizo y él.

𝑮𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓 𝑽𝑺 𝑷𝒆𝒗𝒆𝒏𝒔𝒊𝒆 ✰︎ೃ °➫ En pausaWhere stories live. Discover now