"𝑵𝒂𝒓𝒏𝒊𝒂 𝒚 𝑯𝒐𝒈𝒘𝒂𝒓𝒕𝒔; 𝒅𝒐𝒔 𝒎𝒖𝒏𝒅𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆𝒏 𝒖𝒏 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒅𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒖𝒏 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐"
Hermione Granger es la bruja más brillante de su edad, acostumbrada a siempre...
—Gracias a las respuestas de mi niño Edmund, podemos entonces dar comienzo a lo que estudiaremos en este curso: La Tesomancia, la lectura de las hojas de té—continuó la profesora Trelawney su clase—. Tras haber tomado su té, necesito que tomen la taza de su compañero de al lado. ¿Qué ven?. ¡La verdad está oculta como una frase en un libro, esperando porque la lean... ¡Pero primero deben abrir sus mentes y mirar más allá!.
La profesora comenzó a decir en voz alta lo que la mayoría de estudiantes se convencieron como el realizar de predicciones.
—Veo también un lobo... El guardián de los reinos, la sabiduría y la inteligencia pero también la oscuridad... Alguien llega...
Sólo un giro bastó para que Edmund notase que se refería a su taza pues en ella se podía mirar lo que parecía tener la forma de un lobo... ¿Qué significado tendría?. Pero en su taza no sólo se contemplaba eso, al igual que en la del trío de oro...
La profesora dio un par de vueltas por el aula como si se paseara sobre un jardín completamente a ciegas, sus ojos estaban puestos en el techo o en la ventana hasta que soltó un terrible grito.
—¡Algo terriblemente oscuro está en este salón!—exclamó horrorizada—. Es de ustedes... ¡Su aura indica muerte y viene del más allá!.
Las delgadas manos de la profesora señalaron la mesa del par de reyes de Narnia y del trío de oro, quienes se detuvieron completamente atónitos ante las —para nada alentadoras—palabras de la profesora.
—Claro—tragó saliva nervioso Ron, respondiendo por los cinco.
—¡Mira la taza!. Dime; ¿qué ves?.
—Pues... Harry tiene una cruz algo torcida, eso es sufrimiento y eso puede ser el sol y la felicidad, así que—determinaba Ron conforme consultaba el "Disipar las nieblas del futuro"—. Él sufrirá pero va a ser muy feliz por ello.
—Déjame ver—pidió la profesar, y tan pronto Ron le entregó la taza ella la regresó rápidamente sobre la superficie de la mesa, como si estuviese envenenada.
La profesora Trelawney soltó un par de aterradores alaridos, lo que había visto no significaba nada bueno.
—Mi niño—le dijo la profesora con un tono que Harry se sintió como si fuera un desahuciado—. Aparece el Grim...
No sabía lo que era pero fue la mezcla de terror y tristeza en los ojos de la profesora que hizo a Harry sentir un vuelco en el estomago mientras se imaginaba la palabra en mayúsculas.
