𝐇𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑

IX

𝐄𝐆𝐎𝐈́𝐒𝐓𝐀
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Cuando Harry despertó, desorientado y sin saber dónde estaba, sintió una punzada horrible en su cabeza que lo hizo mantener los ojos cerrados. Odiaba la resaca.

—Hey, amigo, ¿cómo estás?

Giró al cabeza hacia la voz y encontró a Zayn y Niall en la otra cama. ¿Estaba en a habitación de Niall?, ¿dónde estaba Louis?

¿Estaba durmiendo en la cama de Louis?

Se sentó de golpe y arrepintió de inmediato cuando el mareo llegó a él.

—No bien —dijo simplemente. Tomó la pastilla con agua que le entregó el moreno y le agradeció en silencio.

—Harry, um... ¿Recuerdas lo de anoche? —Niall preguntó con cautela. El rizado frunció el ceño.

—¿Debería recordar algo importante? —frunció el ceño—. Um, creo que sí, después de fumar estuve con Abraham en su cuarto, me fuiste a buscar para irnos y... hasta ahí, sé que vinimos en tu auto —tomó un trago de agua.

La mirada que sus amigos intercambiaron no le gustó. ¿Hizo algo vergonzozo?, ¿peleó con alguien?, ¿vomitó sobre alguien?, no pudo evitar imaginar los peores escenarios de él borracho haciendo un desastre.

—Por cierto, ¿dónde está Louis?, ¿durmió aquí anoche?

—No, él... fue al cuarto de Eleanor —Harry asintió, tratando de verse indiferente—. Sobre Louis te queremos hablar.

—Tú, eh... confesaste algo anoche... —Zayn hizo una mueca y Harry inmediatamente entendió.

Sintió un nudo en su garganta y sus mejillas calentarse. Asintió lentamente, llevo la mirada a su regazo y tapó la botella.

—Así que ustedes...

—Sí, Hazz, uh, ya lo sabemos.

—¡Pero no le dijimos nada a nadie! —Niall se apuró en aclarar.

Harry se quedó callado y, luego de unos segundos de tenso silencio, solo se colocó sus zapatos y buscó la camisa sobre la silla.

No debería ser tan extraño que le guste Louis, pero de alguna forma lo era; los cinco eran mejores amigos y un rechazo de parte de Louis podría quebrantar un poco el grupo.

—Miren, tengo que irme, pero gracias por no decirle a nadie y por traerme aquí, les debo un una —cuando puso una mano en el pomo de la puerta, sus amigos lo detuvieron.

—Harry, entendemos que estés enamorado de Louis, ¿sí?, incluso teníamos nuestras dudas, pero amigo, nos duele verte así; a Tommo también le preocupas.

—Lo que queremos decir es... —se dio vuelta y encontró al rubio hablando— que trates de olvidarte de él, no puedes seguir así de triste todo el tiempo, queremos ayudarte, queremos verte bien.

El rizado frunció el ceño.

—¿No creen que ya intenté hacer eso? —se cruzó de brazos—, todos los días lo hago, pero me gusta Louis desde que lo conocí y lo acepté hace tres años, siempre creí que podríamos llegar a ser algo porque en la secundaria todo el mundo creía que eramos novios en vez de mejor amigos y eso solo aumentaba mis ilusiones. Ya intenté de todo; conocer otras personas, desahogarme escribiendo canciones sobre él una y otra vez, emborrachándome e incluso drogándome, pero este estúpido enamoramiento no se va y eso me frustra demasiado, porque realmente intento sacármelo de la cabeza y funciona un poco cuando él me cancela el tercer viernes para irse con Eleanor, pero después viene y me presta sus suéteres, dice que soy más bonito que la nieve y que mis uñas pintadas son malditamente geniales y yo... —suspiró y desvió la mirada, dándose cuenta lo mucho que había hablado—. Solo pásenme el número de Bram, espero que funcione esta vez.

—Uh, ¿no crees que está mal usar a otras personas como plato de segunda mesa?

Harry se quedó en silencio un momento y abrió la puerta.

—A veces hay que ser un poco egoísta con los demás para lograr ser felices, Zayn.