Absolution

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El débil murmullo los envolvía, en un ambiente bastante cálido y calmado debido a la hora.

Las mejillas de Jungkook estaban encendidas en un rosita tenue muy atractivo.

—¿Desean algo más de té? —preguntó el mesero que los había atendido durante toda la noche.

—Sí, por favor —respondió Tae con tranquilidad.

Cuando el mesero se retiró, Taehyung volvió a aumentar la velocidad del vibrador desde su celular, oculto bajo la mesa.

Jungkook se tensó, incómodo, pero trató de mantener la compostura.

—¿Qué me decías? —dijo el mayor, atento a la preciosa cara de su amigo.

—Um, s-solo decía que este lugar es... m-muy lindo.

Era lindo. Un tanto lujoso pero tampoco extravagante. Y nunca había llevado a nadie que no fuera Jungkook.

Cuando el joven mesero regresó con el té, Taehyung bajó la velocidad de nuevo, haciendo que Jungkook se relajara visiblemente. Luego de preguntarles si necesitaban algo más, el joven volvió a irse.

—Sirve un poco, ¿quieres? —le pidió al menor, dándose cuenta de lo divertido que estaba este en realidad.

El chico, mordiendo suavemente su labio, estiró la mano para tomar la jarra y Taehyung aprovechó para juguetear con diferentes velocidades, siendo cuidadoso en no ser muy brusco con los cambios, pues tampoco quería que su amigo colapsara ahí mismo. Solo quería verlo batallar un poco, y lo estaba consiguiendo. La mano de Jungkook temblaba, pero no lo suficiente como para dejar caer la jarra. Taehyung deslizó el dedo hacia la parte superior de la pantalla y el menor se estremeció, fracasando en ahogar un gemidito de placer al sentir el juguete enloquecer en su interior.

—Mmmh, mierda —susurró de manera casi inaudible.

—Sigo esperando mi té. —Arrastró el dedo hacia abajo, dándole la oportunidad de respirar un poco para continuar con su tarea.

Jungkook rio muy bajito, intentándolo una vez más. Mientras Taehyung se divertía moviendo su dedo de arriba a abajo, el chico ponía todo su esfuerzo en mantener estable la jarra y poder verter el frío líquido en ambos vasos de cristal.

Al final lo logró. Temblando y jadeando, pero lo logró.

—A-ayer Nam me dijo que quería que conociera a su familia —le contó Jungkook, aguantando nuevamente el aumento de velocidad por parte del dedo de Tae. El joven jadeó y se aferró a la mesa, empezando a sentir su frente húmeda. La vibración se debilitó una vez más, y tuvo que tomarse unos segundos para tomar aire antes de volver a hablar—. E-eso significa que quiere algo más serio, ¿no?

—No tengo idea de qué es lo que impulsa a la gente a decir ciertas cosas —contestó con seriedad, y esta vez no tuvo compasión. Subió el vibrador a la máxima potencia y Jungkook se sobresaltó, teniendo que morderse un nudillo para no gritar.

—Tae, detenlo —le suplicó en un adorable gemido. Lo miró a los ojos y Taehyung casi se derrite al ver el hermoso brillo en los de él—. Oh, no... mmh...

Aunque todos sus impulsos le ordenaban que lo detuviera, él no lo hizo. Necesitaba demostrarle a Jungkook que era suyo. Que solo él podía hacerlo sentir así de bien, que el único responsable de los mejores orgasmos de su vida era solo él.

—Tae, páralo o me voy a...

Demasiado tarde. Taehyung no disminuyó la velocidad aun cuando lo vio correrse ahí mismo, dejando escapar un gemido bajito, sus mejillas aún más encendidas y sus manos temblorosas.

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