El Chico de Tres8Uno | Emiliaco

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Dedicado a:

takis_y_juguito
LunaYulissa
anamariaJyE

BESOS EN LA OREJA MENSAS LAS AMO ALV

DISFRUTEEEEEN

sigue siendo serio

Joaquín (uuuhh)

— ¡¿PORQUE CARAJOS TIENES A MI HIJO?!

Mantuve mi vista al frente por segundos, luego reaccione y entre a la habitación, seguido de mi mamá, Renata, Romina y mi suegrita

Recorrí todos los mini cuartos de la habitación hasta que los encontré en la de la cama

— ¡Mi hijo! — Emilio lo tenía en brazos mientras lloraba y empuñaba la camisa de Emilio — Mi bebé — Me acerque y se lo quite a Emilio y lo abracé

— Y bien? ¡¿Porqué tenías a mi hijo?!

— P-P-Porque... Porque se perdió, si...

— Ahh... Y donde se perdió? Si se puede saber...

— E-En el... En el cuarto piso

— Ay ajá, y yo soy hetero... Y de que cuenta mi hijo va a estar SOLO en el cuarto piso?

— Ni idea eh...

— ¡Mi hijo iba a ir con mi madre! ¡En la habitación de enfrente! ¡¿Porque te lo llevaste?!

— ¡Porque ese niño es lo que nos separa! — Wow

— ¿Que? No, a ver... — se acercó a nosotros — mi hijo no es el problema, ni nunca lo va a ser, tampoco mi novio, ni mi orientación sexual ¡Soy gay! Y quiero que te quede claro. El problema es que tu tienes una obsesión completamente enfermiza ¡¿Que pensabas hacerle a mi hijo?! ¡¿Matarlo?!

— Venderlo

— Puta madre... — susurre a punto de llorar, simplemente de imaginarme que hubiera pasado

— Eres una maldita enferma — Hablo Romina

— ¡No quiero ni cruzar mirada contigo, y necesito que te largues! — Emilio nos abrazo — ¡No vas a volver a acercarte a menos que sea por trabajo! ¡Aléjate de nosotros, y largate, porque en esta gira ya no nos acompañas!

— Tu no decides sobre mi vida

— Pero yo si — No manches, cuando llego? — Actuaste sin mi consentimiento, Seidy, sabes lo que significa

— J-Juan... Yo... Eh...

— Y si, vas a hacerle caso a Emilio, te vas

— Bien, me voy, pero porque no soporto a... Este — me señaló — Y al pinche niño.

— Con mi hijo no te metes desgraciada — Respondí

Ella empezó a hacer sus maletas y yo salí de esa habitación con Emilio detrás

No detuve mi paso hasta que llegamos a nuestra habitación me deje caer en la cama, sentado aferrandome a mi hijo

— Mi amor, perdónanos — Le decía llorando. Emilio se acercó y nos abrazo .

Mi hijo se acurrucaba en mi cuello, babeando mi hombro ya más calmado

— Chaparro... — Emilio, quien también estaba llorando, le habló y Gabo lo Volteo a ver — Te duele algo?